El vicepresidente Julio Cobos admitió hoy que sentirá un “alivio” cuando termine su mandato en diciembre próximo, a raíz de la situación de apartamiento que sufrió en el gobierno nacional luego de la histórica votación por la resolución 125.
“Sí, voy a sentir un alivio cuando termine el mandato. Soy una persona que está acostumbrada a ocupar cargos en el Ejecutivo, me gusta hacer cosas y he podido hacer muy pocas cosas acá”, reconoció Cobos.
También sostuvo que “no ha sido fácil” soportar los “agravios y contestaciones” de distintos estamentos del gobierno nacional ante cada opinión que emitía, luego del recordado voto “no positivo” que trabó la sanción de la resolución 125 en el Senado de la Nación.
“En cualquier ser humano, con la responsabilidad que yo ya había definido de cumplir mi mandato, he soportado agravios que no han sido fáciles para mí. Cuando emitía una opinión que por ahí no gustaba tenía una catarata de agravios y contestaciones tremendas que es muy difícil de soportar, pero me la he bancado y también mi familia”, dijo. Incluso relacionó a la presidenta Cristina Fernández con alguno de esos agravios contra su persona.
“Alguna veces sí he recibido de la presidenta, no me gusta a mí contestar, he defendido mi postura política pero los agravios no los contesto porque no es mi forma, mi estilo. En un país que necesita recuperar educación si los jóvenes ven esto no es un buen ejemplo a seguir”, explicó en declaraciones a radio La Red.
Asimismo, Cobos dijo que tuvo más diálogo con Néstor Kirchner que con Cristina Fernández, aunque lo relacionó con su figura de gobernador de Mendoza en ese momento y sus permanentes charlas con el entonces presidente.
Así recordó la reunión “bastante fría” post votación en el Senado que mantuvo con la jefa de Estado, quien le comunicó que a partir de ese momento “íbamos a tener una relación institucional y que era la última vez que nos íbamos a juntar”.
En ese sentido, rememoró las reuniones previas a la exposición en el recinto a la resolución 125 y expresó que trató de “aportar una solución”.
“Me acuerdo que en los primeros meses de gestión se había generado una discusión con un impuesto a los vinos espumantes y yo le decía a Néstor que eso iba a afectar al productor, porque el impuesto llegaba a la uva, y eso se sustituyó y se suspendió por tres años y cuando asumimos con Cristina lo volvió a suspender”, indicó.
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