El ex vicepresidente Julio Cobos se quejó hoy de los «maltratos, agravios constantes y descalificaciones» que recibió de parte del kirchnerismo en los últimos años y cuestionó también a la conducción de la UCR por no haber respaldado «a un hombre del radicalismo».
A pocos días de haber dejado la Vicepresidencia en manos de Amado Boudou, Cobos acusó a la presidenta Cristina Kirchner de ejercer el mandato de una forma «muy concentrada», sin tener en cuenta los otros «poderes» del Estado.
«Tiene una forma de ejercer el poder muy concentradamente, cuando tenemos una República, cuando tenemos tres poderes y cada uno dentro del ámbito que les da la Constitución y las leyes. Hay una concentración muy grande», advirtió.
Mencionó al ministro de Planificación, Julio de Vido, y a los secretarios Carlos Zannini y Oscar Parrilli como las «figuras de mayor incidencia» en la Presidenta, además de sus hijos y advirtió que «el poder se puede ejercer también convenciendo y no imponiendo, consensuando y escuchando».
En declaraciones a radio La Red, Cobos hizo un repaso del «trago amargo constante» que vivió después del voto no positivo en el Senado y afirmó que, pese a haber acordado con la mandataria mantener una «relación institucional», no se cumplió con ese compromiso.
«A partir de allí, con la Presidenta quedamos que iba a ser una relación institucional, que no fue muy institucional que digamos. Pasé por muchos tragos amargos, con una descalificación y agravios constantes», sostuvo, aunque aclaró que «la excepción» fue el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, a quien consideró un hombre «de diálogo y de consenso».
Pero Cobos también envió reproches a la «estructura» de la UCR, a la que le cuestionó «no haber reaccionado mucho» frente a su disputa con el oficialismo y de haber preferido «especular según ciertos intereses y no salir a «defender a un hombre del
radicalismo».
«La UCR no sé si me dejó solo, pero durante mucho tiempo no salió en defensa de un hombre del radicalismo. Pero no toda, a lo mejor sí la UCR de la estructura partidaria: los gestos que yo tuve con ellos creo que fueron mucho más de lo que ellos tuvieron conmigo», se lamentó.
A propósito, el mendocino sostuvo que no se «equivocó» cuando les dijo a los dirigentes radicales que «el tema de la interna era una macana y que respetaran las primarias», y evaluó que en la campaña «se trabajó más en los procesos internos, en ver los cargos que en acercarle a la ciudadanía una propuesta concreta».
Alejado de la función pública pero «no de la política», Cobos confirmó que colaborará «con la UCR de Mendoza y también a nivel nacional» y remarcó que hará «un esfuerzo para que nuestro partido se renueve, se actualice».
En esta línea, señaló que «hubo una picardía a la que se prestó» el diputado alfonisinista Ricardo Gil Lavedra en medio de las versiones sobre su rol en la ceremonia de jura de Cristina Kirchner en su nuevo mandato.
«No sé para qué dijo que yo le podía tomar juramento a Boudou para que él le tome juramento a Cristina. No sé para qué hizo eso. Si voy es para cumplir con la Constitución, no para cumplir una parte», afirmó, a pesar de que sostuvo que se sintió
«muy mal, maltratado y destratado» en la ceremonia.
De regreso a su tierra natal, Cobos reactivó su matrícula de ingeniero y ya tiene varios proyectos en espera, aunque además está evaluando si vuelve a la docencia universitaria desde el año próximo.
Por lo pronto, Cobos debe participar el próximo viernes del plenario del Comité Nacional de la UCR que se desarrollará en Alsina y Entre Ríos para elegir a Mario Barletta como nuevo presidente del partido junto a su mesa directiva.