Los cambios hicieron que Central vuelva a sumar de a tres. Los ingresos de Lucas Gamba y Sebastián Ribas fueron determinantes para la victoria. Ganó en el Gigante después de cinco meses. Le dio una alegría a sus hinchas luego de mucho tiempo. Ratificó el camino que inició en la primera fecha. Tiene puntaje ideal. Y ahora se fue a las dos semanas de trabajo con buena vibra.
Un equipo que volvió a demostrar solidez. Un equipo muy serio. Un conjunto que se entrega, que corre y da lucha. Estas son las virtudes más salientes que tuvo Central ante la T. Y entre las falencias aparecieron, nuevamente, la falta de juego y de ideas de mitad de cancha hacia adelante.
Central ganó principalmente por un acierto desde el banco de relevos. O mejor dicho por dos. Es que los ingresos de Gamba y Ribas fueron fundamentales. Y esa trascendencia va mucho más allá de que participaron de manera necesaria en el gol; sino que sus ingresos era lo que pedía el juego en ese momento. Incluso ambos tendrían que haber saltado al campo de juego un rato antes.
Lo del rival fue flojo. Talleres no atacó. Llegó a Rosario con una única premisa: esperar el error del rival. Y el yerro no llegó nunca y todo el partido pareció depender únicamente de lo que podía hacer el Canalla.
El primer tiempo le costó y mucho. Sin juego ni ideas se hizo difícil de digerir la etapa inicial. Ya en el complemento Cocca adelantó las líneas. Rinaudo se hizo amo y señor del medio y las incapacidades en la gestación fueron suplidas por un mayor rendimiento de Zabala y principalmente por la forma en que el DT movió el banco.
Central ganó y tiene puntaje ideal. Pero un hecho no menos importante es que el equipo parece tener mucho más para dar, en especial de mitad de cancha hacia adelante. Un feliz descanso tendrá el Canalla el fin de semana que viene y sus hinchas, sin dudas, tendrán un gran comienzo de semana.