La provincia avanza en dos proyectos combinados para utilizar los residuos de las más de 50 empresas cerveceras de Santa Fe y Rosario. El primero para generar un sistema similar al del aceite descartado por bares y restaurantes, donde una empresa lo recolecta y lo convierte en biogás. El segundo, después de hacer energía, es darlo como fertilizante a los huerteros de los cordones verdes de las ciudades. “Las productoras de cerveza resolverían el residuo (que debe ser retirado por una empresa especializada porque es contaminante) y las empresas que tienen biodigestores (para convertir biogás en energía eléctrica) puedan tener una producción más sustentable”, explicó a El Ciudadano, la secretaria de Estado de la Energía, Verónica Geese. En la estimación del presidente de la Cámara Rosarina de Artesanos Cerveceros (Crac), Guillermo Martínez, las 25 productoras locales hacen unos 350 mil litros por mes y, según la ecuación de la provincia, unos 175 mil kilos de residuos posibles de convertir.
Reconvertir
El viernes Geese encabezó la presentación del proyecto para que los cerveceros artesanales de Santa Fe destinen los residuos, conocido como bagazo, para la generación de biogás para energía eléctrica. Del encuentro, realizado en la sede de la Secretaría de Estado de la Energía en la ciudad de Santa Fe, también participaron el presidente de la Cámara de Cerveceros de Santa Fe, Federico Zwinner; quien estuvo acompañado por otros productores artesanales de la ciudad.
“Es una oportunidad para demostrar que hay otra forma de producir que tiene en cuenta a los subproductos. En este caso, los residuos de la elaboración de la cerveza para generar energía y, obviamente, terminar de cerrar el círculo económico, social y ambiental haciendo más competitivas a las actividades”, dijo Geese después de la reunión.
La funcionaria agregó: “La provincia acompaña y coordina desde el Estado las acciones de estos sectores privados que nos permitan una producción más sustentable. Es una posibilidad para diferenciar estos productos con los de otras provincias y mostrar que la industria de la cerveza artesanal santafesina, además de ser buena y diversa, tiene un compromiso con el ambiente. Este proceso también permite bajar los costos de producción y tiene un beneficio para la sociedad,” sumó Geese.
En diálogo con El Ciudadano, el presidente de Crac confirmó que en promedio las 25 empresas vinculadas a la cámara hacen por mes unos 350 mil litros. En su negocio, Ánfora, Martínez produce entre 12 y 14 mil litros, y al final debe hacer la disposición final de unos 5 mil kilos de bagazo.
El director provincial de Bioenergías, Sebastián Lagorio, calculó que por cada 300 litros de cerveza se producen 150 kilogramos de residuos. “Para nosotros en realidad son activos que se pueden transformar en biogás para utilizar en cuestiones térmicas o eléctricas”, señaló el funcionario.
La idea emularía lo que funciona con las empresas de biodiesel que se encargan de recolectar el aceite de bares y restaurantes y las utilizan para hacer el combustible. Los comercios resuelven el problema ambiental de tirar el residuo y la empresa gana materia prima.
“Queremos saber qué volumen de producción tiene Santa Fe y Rosario para ver si es viable un sistema parecido al del biodiesel en cada lugar. Hay empresas que trabajan con biodigestores cerca de Rosario”, explicó la secretaria de Estado de la Energía.
Hasta el momento el proyecto incluyó al Grupo Essential Energy. “Nuestro proceso de reciclaje del bagazo de cerveza permite la producción de biogás a través de un esquema de recolección de los residuos de cada uno de los productores cerveceros, en este caso para los artesanales”, explicó desde Essential Energy, Juan Leguizamón. “La Secretaría de Estado de la Energía nos propone un trabajo articulado para llevar a cabo la recolección y trasformación de los residuos en un biodigestor que tenemos en Villa Ocampo. Los primeros resultados de las pruebas que tomamos y los análisis que se hicieron del bagazo de cervecerías de Rosario, con quienes ya comenzamos a trabajar, fue muy positivo. La producción de biogás es muy alentadora”, concluyó.
Segundo posible paso
Después de producido el biogás, el material todavía puede servir como biofertilizantes para huerteros del programa Cinturón Verde. El año pasado, tal como publicó El Ciudadano, Telma Scarpeci, científica a cargo del proyecto del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario, se reunió con la cámara de cerveceros que tenían problemas con los gastos de disposición final de los residuos.
“A los fabricantes de cerveza artesanal les sobra materia prima para fertilizar la tierra. La investigación busca producir biofertilizantes a partir de residuos y apunta a que sean usados para beneficiar el suelo, los cultivos, el medioambiente y disminuir gastos de producción”, explicó la mujer.