Como todos los 3 de mayo en Argentina se celebra el “Día de la Milanesa” y en esta oportunidad el chef Luciano López Fuente y 20 cocineros más prepararán la milanesa a la napolitana más grande del mundo.
Este récord, que fue solicitado por los usuarios de las redes sociales, se llevará a cabo este martes frente a la Basílica de Luján donde también se encuentra la fábrica de Alimentos Holis. El evento será conducido por Mariano Peluffo y la idea es que todas las personas se acerquen a vivir este gran momento.
La milanesa mide 4 metros por 3, pesa entre 800 y mil kilos y podrán comer 1.500 personas. Para su cocción se necesitó de la realización de una sartén gigante y al finalizar un escribano será el encargado de certificar las dimensiones y el peso del producto y si cumple con todos los requisitos el intendente del Municipio de Luján, Leonardo Boto, le hará entrega de una plaqueta a las autoridades de Alimentos Holis.
Los ingredientes que se precisó para esta súper milanesa son: 580 kg de carne de nalga, 420 kg pan rallado, 50 kg de muzzarella, 50 kg de jamón y 100 litros de salsa de tomate. Para freírla se necesitarán 2.000 litros de aceite que harán ebullición a una temperatura de 140 grados para que a los 15 o 20 minutos el plato ya esté listo.
Previamente a su realización la empresa que cuenta con 110 empleados hizo una prueba para saber si este logro podría llevarse a cabo. Ante la aprobación, los encargados de este récord ya emprendieron viaje hacia Luján para hacer la milanesa más grande del mundo.
¿Porqué se celebra y cuál es el origen?
Esta fecha surgió tras el pedido de los usuarios de redes sociales para que se celebre este día ya que se trata de un plato típico de la Argentina y que puede ser acompañado con puré, papas fritas, ensalada y muchas otras cosas más.
Aunque muchos creen que el origen de la milanesa surgió en el país, los especialistas indican que los primeros platos nacieron en la ciudad italiana de Milán, en donde se conoce como Cotoletta.
Aun así, la milanesa a la napolitana sí se inventó en la Argentina en la década del 50 en una fonda ubicada frente al estadio Luna Park de Buenos Aires y cuyo dueño se llamaba José Nápoli.
