El flaquito rubio y largo está acostumbrado a las miradas. Aprendió de chico que tenía que responder a expectativas incluso sin haberlo buscado, porque apellidarse Coglati y jugar al básquet en Casilda tiene un peso extra en el casillero de las ilusiones y esperanzas.
Sin embargo, la contención de familia y club le permitió crecer sin presiones y desarrollarse hasta ir cumpliendo pasos evolutivos propios de su proyección, llegar a primera, jugar con su viejo y decidirse a dar el salto a la Liga Nacional con Quimsa de Santiago del Estero en su equipo de Desarrollo.
Pato, el hijo de Sombra, empezó a escribir su historia y la selección fue el siguiente desafío. Con el U17 Patricio se acaba de consagrar campeón del Sudamericano como parte de una camada que ilusiona.
“Pudimos salir campeones porque nos pusimos un objetivo en común y desde el primer momento nos entendimos como equipo. Desde la preselección creamos un equipo unido, que tenía las ganas de salir campeón y poder clasificar al premundial”, explicó Patricio Cogliati en vuelo de regreso al país desde Colombia.
En apenas meses, la vida cambió radicalmente desde un lugar de pleno confort a experiencias desafiantes que ponen a prueba temperamento además de talento y sacrificio: “La verdad es que no puedo creer todo lo que logré en muy poco tiempo. Es gracias a muchos sacrificios y ver lo mucho que crecí como jugador desde que me fui a Quimsa me hace poner muy feliz”.
“Mi objetivo es mejorar lo máximo posible en todos los aspectos tanto físico, mental y tácticamente para poder convertirme en un mejor jugador”, se ilusionó Pato sobre lo que viene.
Como equipo, Argentina fue dominante con cinco triunfos, ya que en el debut venció a Venezuela y completó la zona de grupos con victorias ante Colombia y Uruguay para luego dejar en el camino a Chile en semifinales y otra vez Venezuela en la final.
Con 2,03 y a días de cumplir los 17, hay futuro de altura desde Casilda para toda América.