Mientras la lluvia se acumula en Rosario, los barrios se inundan y las rutas de la región se aniegan, las colectividades y la maldición gitana siguen aumentando los mitos sobre la tormenta que todos los años, para la misma fecha, cae sobre la ciudad. La leyenda jamás atribuida a nadie asegura que hace 34 años, en la primera edición de las colectividades, los gitanos no fueron invitados a participar y que a partir de allí se sucedieron las lluvias. Pero no es cierto: la comunidad gitana lo desmiente. Hace muchos años, en la década del 50, en la misma época había una especie de festival que se hacía en el Parque Independencia. Y que sufría las inclemencias del tiempo, hasta que cambiaron de fecha. “En vez de echarle la culpa a los gitanos, consulten a un meteorólogo”, puso ayer un experto en clima en las redes. Los cierto que los gitanos desmienten el mito, se sienten discriminados, aunque aseguran que les encantaría participar de la feria.
Si bien no son de hablar mucho con los medios, un grupo de líderes de la comunidad reunidos en una casa de la zona sur desmintió al El Ciudadano la historia de maleficios que desde hace más de tres décadas les atribuyen.
“Son todas mentiras. La maldición gitana no existe. Nosotros no maldecimos, bendecimos, somos todos evangelistas”, sostuvo una mujer que ofició como vocera de la comunidad.
Aseguró que no creen en maldiciones y que “nosotros también queremos que termine la lluvia, por la gente, por los chicos, por la escuela”.
La mujer contó que como comunidad les gustaría participar en las Colectividades. “Tenemos una comida muy rica para hacer. Es con repollo, arroz, carne de cerdo. Es una especie de guiso, pero es muy rico”.
La mujer aseguró que ellos se sienten discriminados. Incluso aseguran que no pueden disfrutar de la fiesta “tenemos miedo de llegar y que nos echen, que nos miren mal”.
Lo cierto es que el mito traspasó las fronteras. El fin de semana viajaban a Rosario Señorita Bimbo y Noelia Custodio para hacer un show. Mientras avanzaban por la autopista comenzaron a quejarse en las redes. El público cautivo de estas divas comenzó a mandarle mensajes. La historia tenía que ver con cómo se les ocurría venir en la misma fecha en la que está la Fiesta de Colectividades. No entendían nada. ¿Qué tiene que ver? La historia de la maldición gitana no sólo les pareció divertida, quizás haya ayudado a aseverar ese mito también sobre Rosario. Que está llena de estas historias que todo el mundo cuenta y que nadie sabe de donde salen.