La empresa de transporte público La Mixta investiga una denuncia realizada por el concejal Carlos Cardozo a través de Twitter, donde –con foto incluida– muestra cómo un coche de la línea 126 negra, más precisamente el interno 103, era usado el último fin de semana para hacer una mudanza particular en Solís y Neuquén. Como autor de la audaz e irresponsable acción está individualizada una persona que trabaja en el área operativa de la firma de capitales privados y estatales. El hecho fue calificado como “grave” y se están tomando declaraciones a quienes puedan aportar datos para luego resolver qué sanciones se aplicarán.
En la foto publicada en la cuenta de Twitter del concejal del PRO, tomada por uno de sus colaboradores, puede verse a la unidad detenida. A través de la puerta que sirve para el descenso de personas discapacitadas –ubicada en el medio de la unidad–, que estaba abierta, se divisa claramente un colchón de dos plazas apoyado contra una de las filas de asientos. Además, un ventilador contra una de las ventanillas y otros objetos pertenecientes a una casa, y no hay pasajeros a bordo.
El presidente de La Mixta, Matías Galíndez, contó que tomaron conocimiento del hecho “a través de los medios” y que automáticamente se inició un proceso interno y administrativo “para juntar evidencias”.
“Lo que tenemos hasta ahora es que el sábado esta unidad sale con una orden de reparación hasta un taller externo. Estuvo afuera dos horas desde que salió hasta que volvió a la base. Lo que tenemos chequeado, gracias a las denuncias que salieron en los medios, con número de interno y demás, es que evidentemente esa unidad hizo un desvío para hacer alguna tarea particular”, explicó.
“Esa unidad no estaba prestando servicio y tampoco tenía ninguna autorización de la empresa para hacer alguna tarea de este tipo. Por lo cual estamos en este momento en un proceso interno administrativo mediante el cual se va a indagar a todas las personas que puedan estar involucradas; de corroborarse, es una falta grave con lo cual actuaremos en consecuencia”, señaló.
Hacer un seguimiento de lo que ocurrió no es difícil porque todas las unidades de la empresa son controladas por GPS, lo que deja a las claras la torpeza de quien cometió el hecho o la impunidad que sintió para hacerlo.
“Con la tecnología que tenemos podemos identificar el recorrido, los horarios y demás. Lo que tenemos es que salió a las 8.50 y volvió a las 10.50 En este caso hasta ahora coinciden los datos de la denuncia con lo que nosotros podemos chequear en el GPS. El paso siguiente es conocer el testimonio de todas las personas que están involucradas o que puedan aportar datos”, insistió.
La investigación y los datos obtenidos apuntan a una persona que trabaja en el área operativa de la firma de transporte y que no se trata de un chofer. “Nosotros como empresa pública-privada tenemos una política muy estricta, muy clara con respecto al uso de los bienes, en este caso un rodado que es un bien público, un bien de la empresa que de ninguna manera puede ser utilizado para un fin particular. Por lo tanto, es una falta grave y en función de todos los elementos que juntemos vamos a tomar las decisiones que correspondan”, concluyó.