A partir de diciembre de 2012, la provincia de Córdoba adhirió a la ley 10.067. De esta manera, desfederalizó la investigación de los delitos de comercialización minorista de drogas y es, a partir de allí, la Justicia provincial la que se encarga de perseguir al denominado delito de narcomenudeo que ya no depende del fuero federal. El fiscal de instrucción Alejandro Marcelo Fenoll analizó junto a El Ciudadano el camino adoptado por la provincia mediterránea para combatir el flagelo de la droga.
“La propia estructura funcional de la Justicia federal hace que probablemente las investigaciones no tengan un involucramiento del fiscal tan directamente desde la hora cero. En todas las jurisdicciones federales, los fiscales y jueces toman razón de la ocurrencia de los hechos relacionados con el narcotráfico cuando la Policía les rinde cuentas de ello. Lo que cambió en Córdoba a través de la desfederalización de la investigación fue que la Justicia toma conocimiento y empieza a intervenir en las causas de narcotráfico y por ende a tomar decisiones”, explicó Fenoll.
“Lo que cambió, más allá de quién es el que investiga, es cómo se investiga, cómo se aborda el tema. Acá no importa si el que va a investigar es un fiscal de la provincia o es federal, sino en qué momento aborda la responsabilidad del caso, cómo investiga, con qué dinamismo, qué actitud tiene para ocupar espacios y por ende que no lo ocupe otro. Porque si un fiscal no está en un allanamiento, el que va a ocupar ese espacio de decisión es un policía, que lo podrá hacer con la mejor intención pero que no tiene la visión estratégica ni jurídica que puede tener un fiscal en ese momento”, agregó.
“Eso entendemos que fue lo que cambió en Córdoba. No hablamos ni de mayor capacidad ni de mayor actitud, sino simplemente de cómo el sistema judicial cordobés permite y propicia que el fiscal salga a la calle y esté en el lugar del hecho”, sostuvo Fenoll.
A manera de ejemplo, el fiscal explicó: “Según relevamientos del año 2011, la Justicia federal inició un total de 1.200 causas por drogas, de las cuales casi mil eran por tenencia de estupefacientes para consumo personal. O sea que se dedicaron a imputar gente que después iban a sobreseer porque la tenencia para consumo personal por jurisprudencia de la Corte Suprema no es perseguible. Unas 200 causas fueron por delitos de narcomenudeo, por tráfico mayor fueron muy pocas y sacaron de circulación sólo 9 kilos de estupefacientes”.
“Cuando se provincializó la investigación de drogas para la ciudad de Córdoba –continuó–, en el mismo plazo de un año iniciamos aproximadamente 1.500 causas, ninguna de las cuales fue por tenencia de estupefacientes para consumo personal. Más del 60 por ciento fueron por comercialización de estupefacientes y secuestramos aproximadamente una tonelada de droga”.
“Es igualmente importante sacar la droga que se está consumiendo en el medio local y la mafia que se dedica al ingreso de esa droga, al refinamiento y eventual exportación. Una investigación y la otra tienen métodos totalmente distintos, tiempos absolutamente distintos. Con mi experiencia adquirida, puedo decir que pueden llevarse a cabo investigaciones provinciales y federales sin que haya interferencias o entorpecimiento las unas con las otras”, sostuvo Fenoll al tiempo que pidió “destruir el mito que dice que la investigación provincial es excluyente de la federal y viceversa, porque no es así”.
Además, el fiscal cordobés se refirió al rol de la Policía: “Hay dos situaciones claramente diferenciadas. Por un lado, tenemos a la Policía investigando causas para la Justicia federal, con un nivel de autonomía enorme y con controles muy relajados. La misma Policía trabajaba para causas de narcomenudeo. Ahora, ¿cómo puede ser que en las investigaciones federales hubo allanamientos dudosos, hubo faltantes de cientos de kilos de droga de los depósitos de la Justicia Federal y contraposición, en los procedimientos llevados a cabo en un año en Córdoba, no faltó un gramo de estupefaciente, no hubo una queja que prosperara sobre irregularidades del allanamiento practicado?”.
“¿Por qué no faltó un gramo de droga? Porque se desarrolló en Policía Judicial un sistema de cadena de custodia y guarda que asegura que el estupefaciente no sea ni sustraído ni cambiado, a pesar de que queda custodiado por la Policía. Entonces, son muy importantes los controles, la presencia del Ministerio Público controlando y colaborando mutuamente con la Policía”, amplió.
“La formación policial es igual en todo el país. El policía que acude a las academias policiales no está haciendo un curso para recibirse de delincuente con uniforme. Tampoco voy a decir que nace con una vocación de servicio, pero debo entender que en la gran mayoría de los casos quiere actuar conforme a derecho. Muchas veces le falta orientación y muchas veces le falta control”, concluyó.
Actualmente, Córdoba es una de las seis provincias argentinas, junto a Buenos Aires, Catamarca, La Rioja, Misiones y Entre Ríos, que eligieron desfederalizar la investigación de delitos relacionados al narcotráfico de baja escala.
“Una justicia efectiva”
“Lo que como sociedad se está demandando es una Justicia que utilice adecuadamente sus recursos, que lleve investigaciones eficaces en el tiempo insumido para lograr la acusación y la realización de juicios en tiempo idóneo”, sostuvo el fiscal Alejandro Marcelo Fenoll.
“Necesitamos una Justicia efectiva. La Justicia es la potestad que el pueblo le ha delegado al Estado en reemplazo de la venganza. Si nosotros no somos efectivos y eficientes, el pueblo va a reclamar la devolución de ese derecho de venganza. ¿Sabén cómo se llama eso? Linchamientos”, explicó.
“Este fiscal de instrucción les dice: soy uno de los principales responsables de que haya linchamientos porque no les estoy pudiendo dar una Justicia efectiva, investigaciones concretas, claras, juicios en tiempo idóneo”, concluyó.