La Asociación Civil Pancitas Llenas, a través del comedor ubicado en barrio San José, atiende todos los días a 200 familias en situación de vulnerabilidad social de Villa Constitución y también de Empalme. Aseguran que fueron víctimas de una estafa y que vienen pateando para adelante una orden de desalojo del domicilio de Sabín 2368, entre avenida Del Trabajo y Misiones. Piden al Municipio y al Concejo que autoricen la compra y posterior cesión de un lote situado enfrente, para así seguir funcionando y no postergarle la entrega de un plato de comida o una copa de leche a los vecinos que lo necesitan.
El comedor Pancitas Llenas funciona desde hace cinco años. «Le hemos pedido al Municipio un lugar para trasladarlo. Hemos sido estafados por el dueño de la casa y su abogado. Llevamos el caso a judiciales a través de la Defensoría Pública. Y ellos quedaron en reunir elementos para que el Municipio se haga cargo del problema. Lo único que necesitaríamos es un lugar, porque hace ya bastante tiempo que estamos en el barrio», planteó Pamela Garcilazo, encargada del espacio, en diálogo con El Ciudadano.
Desde Pancitas Llenas atienden a cerca de 200 familias y también colaboran con comedores para el servicio de la copa de leche. «Aunque hay muchas necesidades en la ciudad, desde nuestra parte colaboramos con los vecinos. Queremos que nos cedan un lote y tenemos uno enfrente de donde actualmente funciona el comedor. El dueño del terreno acepta que el Municipio decida comprarlo aunque tiene que solicitar permiso al Concejo Municipal», explicó Pamela.
Funcionarios del gobierno municipal le pidieron a la encargada del comedor que escriba una nota al Concejo solicitando que autorice la compra de ese lote por parte del Municipio. «Entonces nos lo cedería para que no tengamos que mudarnos del barrio. El secretario de Gobierno (Alejandro) Longo nos dijo ayer que no tenían ninguna respuesta del Concejo y por lo tanto seguimos esperando», lamentó.
«Nuestro miedo es que el tiempo siga corriendo sin que aparezcan soluciones. Esta gente se salió con la suya y ya tenemos carta de desalojo. Les pedí seis meses de plazo para que podamos construir en otro lado. Y les dije que me voy cuando tenga cuatro paredes y un techo», añadió Pamela.
La asociación civil atiende a 200 familias, lo que equivale a más de 800 personas. «Trabajamos de lunes a lunes con el pan, la leche, ropa, calzado, medicamentos, de todo… Así como trabajamos para la gente de nuestra ciudad y hasta de Empalme Villa Constitución, necesitamos la ayuda del gobierno local», señaló la encargada.
«La Municipalidad nos ayuda con pan y el gas envasado, porque necesitamos cuatro tubos por mes para cocinar. Y también aporta una merienda para 70 chicos. Lo único que ahora le exigimos es que nos ceda ese lote para seguir llevando adelante el proyecto de Pancitas Llenas», insistió.
Según Pamela, «la solución es que el intendente (Jorge Berti), los concejales y hasta el gobierno provincial se hagan cargo del pedido. Estamos en pandemia y tenemos muchos vecinos sin trabajo. A los políticos que vengan a golpear puertas durante la campaña, les voy a pedir que me ayuden a solucionar este problema», cerró.