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Comenzaron a ser juzgados dos policías que ejecutaron a un joven por una disputa familiar

Matías Ezequiel Sosa, un vendedor ambulante de 25 años y padre de dos hijos, fue ejecutado frente a su familia y seis agentes del Comando Radioeléctrico por reclamar a uno de los uniformados que deje de golpear a su hermana

Dos hermanos policías que a fines de 2018 asesinaron a tiros a Matías Ezequiel Sosa, un vendedor ambulante de 25 años, en la puerta de su casa de barrio Parque Casas, comenzaron a ser juzgados este miércoles con pedidos de pena de 23 años de prisión. El crimen, que en principio quisieron hacer pasar como un enfrentamiento en robo, ocurrió frente a vecinos y seis agentes del Comando Radioeléctrico en el marco de una disputa familiar ya que uno de los uniformados era ex cuñado del joven asesinado, quien le reclamaba que deje de golpear a su hermana.

Se trata de los policías Franco Hugo Villarruel, de 37 años, cuñado de Matías y al momento del crimen empleado del Comando Radioeléctrico y su hermano Víctor Oscar Villarruel, de 35, quien cumplía funciones en la subcomisaría 21ª.

El tribunal que los juzgará está integrado por los jueces Rafael Coria, Silvia Castelli y María Isabel Mas Varela. El fiscal del caso es Adrián Spelta, quien pidió que se los condene a 23 años de prisión.

El crimen de Matías, a quien conocían como René, ocurrió el 16 de diciembre de 2018 con un transfondo familiar ya que el policía Franco Viillarruel estaba separado de una hermana de René con quien tuvo dos hijos. La mujer había hecho varias denuncias por violencia de género y René solía defenderla y confrontar por ese tema con su ex cuñado. Ambas familias vivía a media cuadra de distancia.
El día del crimen, un domingo al mediodía, René pasó por la puerta de la casa de Franco Villarruel y, luego de una breve discusión, le rompió el parabrisas del auto de un piedrazo. Villarruel llamó a la Policía y los llevó hasta la casa del agresor, a menos de 70 metros de la suya. Cuando Sosa salió y estaban por detenerlo, Franco Villarruel le disparó en el pecho a menos de un metro de distancia. Luego su hermano Víctor lo ejecutó de dos tiros cuando estaba en el piso indefenso. Ante esta situación, un hermano menor de Matías escapó corriendo hasta la casa de un vecino mientras los Villarruel lo perseguían a los tiros. Por estos dos hechos fueron acusados de homicidio consumado y tentativa de homicidio.

La defensa de Franco Villarruel, a cargo del abogado Rodrigo Mazzuchini, planteó que los hechos tienen que ser entendidos en el contexto de violencia que se produjeron ese domingo y solicitó que se lo absuelva por legítima defensa o se le imponga la pena mínima que corresponde a exceso de legítima defensa.

Por su parte, la defensora pública María Virginia Llaudet Maza, a cargo de la defensa de Víctor Villarruel, dijo que a través de peritos probará que los disparos que efectuó su defendido no le causaron la muerte a Matías Sosa y que tampoco disparó a la distancia contra el hermano, por lo que solicitó que se lo condene de acuerdo al delito que cometió pero no por homicidio.

René tenía 25 años, una hija de tres meses de vida y otra de cinco años y criaba además al varón de 9 de su mujer, con la que vivían a cuatro cuadras de la casa de su madre, donde ese domingo recibió tres balazos mortales, delante de su progenitora, una de sus hermanas, varios vecinos y seis uniformados.

 

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