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Comenzó el juicio por el crimen de Walter Cáceres

En la primera audiencia se escuchó la teoría del caso de la Fiscalía y las posturas de las defensas.

El juicio oral y público por el homicidio de Walter Cáceres, el adolescente de 14 años asesinado en febrero de 2010 durante una emboscada a un colectivo repleto de hinchas de Newell’s Old Boys en barrio Las Flores, comenzó ayer a primera hora de la mañana en el primer piso de los Tribunales provinciales. Por el hecho están siendo juzgados cuatro sospechosos: tres como coautores de la balacera y uno como partícipe secundario. En la primera audiencia las partes brindaron sus alegatos de apertura.La Fiscalíahabló de la complejidad de la causa, sostuvo que el hecho fue planificado y puso el acento en la lucha de poder entre facciones antagónicas de la hinchada rojinegra. Por su parte, las defensas negaron la participación de sus pupilos, apuntaron a la escasez probatoria del caso y solicitaron la absolución de sus defendidos. Luego prestaron testimonio los testigos, en su mayoría policías, entre ellos el comisario Hugo Fornero quien explicó la tarea realizada porla División Judicialesal momento del crimen. El testigo fue examinado fuertemente por una de las defensas, que al final del testimonio solicitó que se investigue al policía por la supuesta comisión de incumplimiento de los deberes de funcionario público, falsedad de actas y falso testimonio calificado por parte del uniformado.

La audiencia comenzó puntual y al ingreso de los magistrados José Luis Mascali, Julio César García y Edgardo Fertita al recinto, los acusados Carlos Fernando Fleitas –alias  Chino–, César Raúl Marchetti –conocido como Bola–, Claudio Cantero –alias Pájaro–, y Mariano Salomón, ya se encontraban dentro del recinto junto a sus respectivos abogados.

La primera en presentar sus alegatos fue la fiscal Ana Rabín, quien se refirió a las circunstancias fácticas en las que se produjo el crimen.

De acuerdo con la representante del Ministerio Público, el 4 de febrero de 2010, por la autopista Rosario-Buenos Aires, volvía una caravana de autos y colectivos con hinchas de Newell’s que habían presenciado el partido de fútbol disputado entre el equipo leproso y Huracán. Aproximadamente a las 3.10, uno de los colectivos –el Cóndor del Sur– pinchó dos neumáticos y, 15 minutos después, llegó un segundo micro denominadoLa Vanguardia.

Según la funcionaria, cuando se producía el trasbordo de pasajeros fueron emboscados y tiroteados.

Para la fiscal, se trató de un deliberado accionar delictual, donde un grupo de personas –entre los que se encontraban los imputados ocultos entre los pastizales– dispararon a los pasajeros, de lo que resultó la muerte de Walter Cáceres. En el mismo ataque fueron heridos Osvaldo Malcovich y Carlos José Muratovich. “No estamos ante un ilícito común. Se trata de una causa muy compleja”, refirió Rabín, y resaltó la puja antagónica de la barrabrava.

A la funcionaria le llamó la atención el silencio durante la investigación de las personas que viajaban en el colectivo, ya que ninguna de ellas se acercó a brindar su testimonio, y explicó que, a su entender, la balacera tenía como motivo dar muerte a Diego Ochoa, alias Panadero, actual líder de la barrabrava leprosa. “Todo estuvo planificado con antelación, nada fue casualidad”, dijo la fiscal, quien consideró que incluso las condiciones climáticas jugaron a favor de los atacantes, ya que llovía, lo que aseguró la impunidad con la que se movieron los sospechosos.

Al Chino Fleitas, el Bola Marchetti y el Pájaro Cantero, Rabín les endilgó haber emboscado y baleado el colectivo, en tanto que, a su entender, Mariano Salomón monitoreó los colectivos y avisó de su ubicación. A los tres primeros, la fiscal los acuso de coautores del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, lesiones leves y graves agravadas por el uso de arma de fuego y daño calificado agravado por el uso de arma de fuego, mientras que al último de los acusados le endilgó una participación secundaria en el hecho.

Las defensas

La primera defensa en alegar fue la de Fleitas y Marchetti, representados por el abogado Fausto Irure. El letrado sostuvo que nada de lo afirmado porla Fiscalíaocurrió del modo descrito.

Irure negó la participación de sus clientes en el hecho y consideró que se encuentran al borde de la indefensión, ya que fueron acusados con una vaguedad llamativa. “No describió ninguna circunstancia de cómo arribó a la conclusión de acusar a mis defendidos”, refirió el abogado.

Luego, el letrado se refirió a distintas acusaciones que se efectuaron a Fleitas durante la investigación, e hizo un racconto de las personas que estuvieron involucradas y presas, las que posteriormente fueron desvinculadas de la causa, lo que, según expresó, remarca la ausencia de pruebas.

En tanto, respecto de Marchetti, sostuvo quela Fiscalíatodavía no le pudo explicar por qué está sometido a este proceso. Según Irure, su cliente se presentó a declarar antes de la feria invernal de 2010. Allí le dijeron que regresara después porque en el juzgado había mucho trabajo y cuando volvió en agosto quedó detenido, porque la noche del hecho llamó por teléfono a su amigo, Carlos Fleitas, para comer un asado.

Por su parte, los abogados del Pájaro Cantero –hijo del sindicado líder de la banda delictiva de Los Monos– también apuntaron a la escasez de pruebas. El defensor Carlos Varela, secundado por Adrián Martínez, sostuvo que el poder político trató de salir a rebatir el clima de inseguridad y para ello eligieron detener a los acusados. “Se le dio la orden a (el ex jefe dela División Judiciales, Hugo) Fornero, que salió a detener a cualquiera. El poder político se mueve con el clamor popular, y el clamor popular poco tiene que ver enla Justicia”, consideró Varela.

“Se detuvieron innumerables personas. Todos fueron liberados por la vaguedad de las acusaciones”, detalló el defensor, quien además sostuvo que no hubo ninguna prueba en contra de su defendido. “Somos convidados de piedra. Estamos aquí porque le conviene ala Fiscalía”, dijo Varela.

Por ultimo, Marcelo Piercecci, abogado de Mariano Salomón, sostuvo que a su cliente se lo trajo al proceso en forma tardía y no se le va a poder demostrar vinculación alguna con el hecho. “La acusación es carente de todo argumento. Se le adjudicó ser usuario de una línea telefónica que no se probó que tuviera ese día. Se llegó a una acusación y no sabemos cómo”, dijo el abogado, y solicitó la absolución de su cliente.

Los testigos

Durante la mañana de ayer declararon 3 testigos, todos ellos policías. El testimonio más relevante fue el del actual jefe dela Agrupación Unidadesde Orden Público dela Unidad RegionalII, Hugo Fornero, quien al momento del hecho estaba a cargo dela División Judiciales.El uniformado reconoció las actas de inspección ocular del 23 de febrero de 2010, donde se hizo presente Diego Malcovich (uno de los heridos de la balacera), que señaló el lugar de la balacera. Además habló sobre el acta donde declara la testigo clave en la causa –quien entonces era novia del Chino Fleitas– en la que señala quiénes serían los autores del crimen y qué participación habrían tenido en el hecho; y de un reconocimiento fotográfico que realizó la mujer, donde señaló a dos de los acusados:la Bolay el Pájaro.

Luego, Varela cuestionó el reconocimiento fotográfico y preguntó si  conocía a los sospechosos. Fornero lo negó. “¿29 años en la fuerza y no conoce a los involucrados?, refirió Varela. “Para nada, nunca tuve contacto”, respondió el policía, a quien Varela terminó acusando de incumplimiento de funcionario público, falsedad material y falso testimonio calificado, y solicitó que fuera investigado.

Tras un cuarto intermedio que duró hasta las 16,la Fiscalíapresentó otros cinco testigos, cuatro policías y una mujer, quienes corroboraron su presencia en tres allanamientos y en dos ocasiones reconocieron el celular Nextel incautado en uno de los procedimientos.

Los tres primeros testigos, dos uniformados dela División Judicialesy una mujer, aseguraron que estuvieron presentes en un allanamiento que se hizo el 8 de febrero de 2010 en una vivienda de San Nicolás al 5200, donde se detuvo a dos personas y se secuestraron teléfonos celulares y un Nextel. Este último fue reconocido por los testigos en la audiencia.

Por su parte, el subcomisario Fernando T. dijo que participó con el equipo táctico dela Policíael 30 de marzo de 2010, cuando se allanó la vivienda de Claudio Cantero, ubicada en Caña de Ámbar al 1800, en barrio Las Flores. En tanto, el oficial subayudante enla División Judiciales, Cristian R., sostuvo que intervino en la segunda detención del imputado, que se realizó en el mismo lugar pero en el mes de agosto.

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