Con una numerosa protesta con carteles reclamando justicia, en la mañana de este miércoles se inició en los Tribunales de Reconquista el juicio contra Ricardo Ceferino Degoumois, un abogado muy conocido y con vínculos con el poder político y económico en la ciudad del noroeste santafesino, quien llegó al proceso acusado de haber cometido abusos sexuales a una menor de 14 años entre octubre y noviembre de 2022. Los actos los cometió, según la acusación, en su estudio jurídico, cuando defendía a un familiar de la adolescente –uno de sus primos–, cuando supuestamente la “entrenaba” para la declaración que iba a hacer en Cámara Gesell. La nena contó a su madre la situación que padecía, pero la decisión fue no accionar contra el abogado para no perjudicar la situación judicial del familiar defendido. Con la negación, la situación terminó estallando en el colegio, y las autoridades educativas hicieron la denuncia. Ahoraq la Fiscalía pide 4 años y tres meses de prisión efectiva y la inhabilitación absoluta perpetua de Degumois para ejercer su profesión, que fue la “herramienta” que utilizó para cometer el grave delito.
En la primera jornada, el juez Martín Gauna Chapero escuchó los alegatos de apertura, para luego disponer que todas las partes se trasladen al estudio jurídico donde la menor relató que ocurrieron los abusos sexuales para hacer algunas constataciones. Después tomó declaración a los primeros testigos. Durante el transcurso de esta semana irán declarando más testigos, y se prevé que en la semana que viene se dictará el fallo.
De acuerdo a la acusación, la relación entre la víctima y su victimario se dio a partir de la defensa que hacía Degumois de su primo, quien estaba acusado por abuso sexual. El abogado convocaba a la menor para «prepararla» para que su declaración lo favoreciera.
La madre la acompañaba hasta el estudio jurídico, pero en dos oportunidades el abogado le pidió que lo dejara a solas con la menor. En esas ocasiones cometía los abusos pese a la resistencia de su víctima.
Con su familia decidida a no intervenir, la adolescente estalló en clases, frente a sus compañeras y a docentes, quienes habían reparado en que algo le estaba pasando. Siempre de acuerdo a la acusación, en la escuela, la menor se acercó a preceptoría y rompió en llanto, manifestando que no soportaba más la situación que estaba viviendo, pero que hasta entonces se la aguantaba porque no quería perjudicar a su primo, que necesitaba la defensa del abogado que abusaba de ella. Contó situaciones que padecía dentro del estudio cuando quedaba a solas con el abogado. Sin parar de llorar, contó detalles de su padecimiento. Y su indignación, ya que tenía que regresar una vez m{as al estudio jurídico. También reveló que Degumois pretendía que fuera tres veces por semana.
También relató que el abogado comenzó el trato con corrección, pero al tiempo se aprovechó de la situación de vulnerabilidad de la familia y de su víctima. Ella recordó que en una oportunidad habían perdido el colectivo –sólo hay dos servicios al día– para viajar desde el estudio jurídico ubicado en la ciudad y el Puerto de Reconquista, donde residían, a unos 15 kilómetros de distancia. Y que el abogado las llevó en su vehículo y que ofreció su casaquinta para hacer la sesión de fotos cuando cumpliera los 15 años.
También describió que con la excusa de prepararla para declarar en beneficio de su pariente, Degoumois le mostró en su computadora un video con escenas de sexo oral.
Y contó que el abogado la seguía en sus redes sociales, y que le pedía información sobre una amiga; pero que después lo bloqueó y rompió su teléfono porque estaba muy angustiada. Se emcerraba. lloraba mucho y había casi dejado de comer.
En una ocasión, la víctima se largó a llorar dentro del aula y le contó a una compañera de curso lo que estaba sufriendo como consecuencia de esos abusos sexuales. Y que lo sabían su mamá, una abuela y un tío, pero nadie hacía nada para no perjudicar al familiar que defendía Degoumois.
La escuela citó a la madre, quien insistió en que por el momento no iba a hacer la denuncia porque no quería perjudicar a su sobrino, quien estaba siendo defendido por el abogado Degoumois.
Como la decisión de la madre no era imprescindible, el Equipo Socioeducativo Interdisciplinario del Ministerio de Educación decidió judicializar el caso, frente a la necesaria protección de la menor.
Varias psicólogas entrevistaron a la menor a lo largo del proceso y dan verosimilitud a sus relatos, marcando que pudo dar detalles de contexto temporal, que fue espontánea y que adoptó una posición segura y colaborativa.
El Ministerio Público de la Acusación pide para Degumois que sea condenado a la pena de cuatro años y tres meses de prisión de efectivo cumplimiento; y la inhabilitación especial perpetua para ejercer como abogado, ya que se valió de su profesión de abogado para la comisión de este delito; y no hubiera sido posible cometer estos hechos si no hubiera mediado una relación de confianza entre víctima (y su familia) y victimario, propia de una relación profesional.
Los acusadores son los fiscales Valentín Hereñú, Georgina Díaz y la supervisora de Fiscalía Alejandra del Río Ayala.
Degoumois sostiene su inocencia y lo asisten miembros de tres estudios jurídicos: su hijo, Ricardo Degoumois, Andrés Ghio, y Raúl Superti.
Cerca del poder
Mariana Meza, de la organización Mumalá, participó de la manifestación en reclamo de justicia frente a Tribunales, y explicó que la concentración se convocó para acompañar a la víctima ya que el acusado es un profesional con alianzas con el poder. Recordó que cuando lo denunciaron, Degoumois era el principal asesor de la Municipalidad de Reconquista, quien fue convocado a esa tarea por el intendente Amadeo Enrique Vallejos al asumir.
“Situaciones como esta no podemos dejar pasar, porque si no se ejerce presión social, las resoluciones muchas veces son a favor de los victimarios y no de las víctimas», advirtió la activista.
También resaltó que Degoumois «acompañó a varios abusadores y violadores” y sostuvo que “es una persona muy vinculada a situaciones aberrantes».
Además, ante la posibilidad de que no haya sido el único hecho protagonizado por el abogado, pidió a las víctimas que estén en una situación similar que “denuncien” y subrayó: «No están solas, van a ser acompañadas, porque ese es nuestro rol para que la Justicia haga ni más ni menos eso: justicia por las víctimas».
Por su parte, el secretario general de la Amsafé en el departamento General Obligado, Edgardo Cretáz, explicó que el gremio docente marchó también a Tribunales en acompañamiento y respaldo a docentes que participan como testigos en el proceso, “y también para respaldar y acompañar a la propia estudiante».
«Estamos en un hecho que nace justamente en una escuela, donde las profesoras actuaron al tomar conocimiento del padecimiento que expresó la menor. Los docentes tenemos la obligación de comunicar cuando un estudiante transmite una situación de este tipo», remarcó.
Crettaz destacó que docentes, preceptores y equipo directivo del colegio actuaron en forma correcta y suguiento el protocolo vigente.
Y puso en valor a la Educación Sexual Integral (ESI), remarcando que el caso surgió de ese espacio de enseñanza y aprendizaje “que ha permitido que muchos estudiantes cuenten lo que les pasa”.
Pese a que ha posibilitado descubrir delitos y que casos llegaran a la Justicia, los sectores más conservadores de Reconquista y Avellaneda se oponen a la ESI.
