Un hombre de 52 años comenzó a ser juzgado desde este jueves por el femicidio de su madre. El crimen ocurrió en junio de 2018 en una vivienda céntrica donde a la mujer sin vida con visibles golpes en su cuerpo. Su hijo, quien avisó al personal policial del hallazgo del cuerpo de su madre, se transformó en el sospechoso del caso y ahora enfrenta un juicio oral y público por el delito de homicidio calificado por el vínculo y tenencia de arma de fuego. El pedido de pena a prisión perpetua lo realizó el fiscal Patricio Saldutti ante los jueces Héctor Núñez Cartelle, José Luis Suárez y Hebe Marcogliese.
El 26 de junio de 2018, el cuerpo de Esther Estefanía Lapierri, de 76 años años, apareció con signos de haber sufrido golpes en su casa de calle Maipú al 900 donde vivía con su hijo Leonardo Gotkowski. El esposo de la víctima y padre del acusado era joyero y durante años tuvo un local frente a su domicilio sobre la famosa calle donde se ubican joyerías rosarinas. Tras su muerte la mujer quedó viviendo en la misma casa con uno de sus hijos.
Según la acusación fiscal, varios de los miembros de la familia atravesaban por afecciones producidas por el consumo problemático de alcohol. La víctima estaba postrada y contaba con un débil cuadro de salud cuando fue atacada en reiteradas oportunidades aquella mañana del 26 de junio de 2018.
Su hijo llamó al personal policial y contó que había encontrado a su madre muerta en el comedor. Algunos indicios constatados por los médicos del Sies generaron sospechas y el hombre terminó detenido, Según la Fiscalía, la autopsia determinó que la mujer sufrió golpes intencionales y no accidentales, a lo que se sumó que no había signos de violencia en la propiedad ni faltantes de objetos.
Tras determinar que Leonardo Gotkowski podía entender la criminalidad del hecho fue acusado como el autor del crimen de su madre por el entonces fiscal Florentino Malaponte en una audiencia imputativa y quedó detenido preventivamente.
Ahora, el caso está en manos del fiscal Saldutti que presentó acusación en contra de Gotkowski por el delito de homicidio calificado por el vínculo y tenencia de dos revólveres calibre 22, una escopeta de dos caños calibre 16 y un pistolón de un caño calibre 14. Armas que fueron secuestradas en su domicilio al momento de su detención.
Su defensor Walter Calenta sostuvo durante los alegatos de apertura que su cliente no fue el autor del hecho, dijo que no estaba en la casa debido a un accidente doméstico que sufrió y en caso de haber estado, su accionar fue culposo. Este jueves comenzó un juicio oral y público en su contra en el que Gotkowski enfrenta un pedido fiscal de prisión perpetua.
Una de las mujeres policías que llegaron al lugar contó que entrevistó al acusado. La funcionaria explicó que el médico le dijo que la mujer tenía golpes y que llevaba más tiempo fallecida de lo que su hijo decía.
La oficial de justicia agregó que Gotkowski tenía aliento etílico y estaba nervioso, y que le había dicho que se levantó a desayunar y encontró a su madre en el piso. Además, el hombre agregó que como no pudo llevarla a la habitación, llevó un colchón y la acostó en el piso. Se fue a dormir y al volver a la cocina, su madre no respiraba.
Todos los empleados policiales que estuvieron en la escena coincidieron en la suciedad y el estado de abandono en el que se vivía en la casa. Mientras que un psiquiatra que trabaja en el Centro Regional de Salud Mental Agudo Ávila contó que el acusado estaba en tratamiento desde 2001 tras un intento de quitarse la vida y que ya había perdido un hermano en esas circunstancias. El profesional también relató las dificultades familiares que había y el derrotero del tratamiento al que fue sometido el hombre, el cual tuvo intervalos.
Durante su testimonio, una de sus hermanas dejó a la vista de una compleja trama familiar, donde no había vínculos fortalecidos con algunos miembros de la familia y el quiebre llegó con el suicidio de uno de sus hermanos. Habló de violencias y denuncias cruzadas. Este lunes continuarán la producción de testimonios