Un hombre de 38 años comenzó a ser juzgado este lunes por ocho casos de grooming donde no sólo acosaba y amenaza a sus víctimas, que tenían entre 12 y 16 años, con publicar fotos íntimas sino que también abusó de dos de ellas. En sus alegatos de apertura ante el tribunal –integrado por Mariano Aliau, Alejandro Negroni y Isabel Mas Varela–, la fiscal Alejandra Raigal pidió una pena de 40 años de prisión.
El acusado es Juan Manuel González, de 38 años y oriundo de Pinto, Santiago del Estero. La fiscal Raigal de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual presentó los indicios en su contra este lunes en la primera jornada del debate oral en el que contó que los delitos fueron cometidos entre 2014 y septiembre de 2017 cuando fue detenido en barrio La Cerámica, de la zona noroeste de Rosario, indicaron voceros de la Fiscalía.
La investigación en su contra arrojó que usaba sofisticadas técnicas de engaño. Con una de sus víctimas de 15 años utilizó cinco perfiles de Facebook en los que se hacía pasar por “su prima”, en otro por un hacker y en uno por la propia víctima.
“Contamos con las respuestas de la empresa Facebook Inc. que aportó los datos de dichos perfiles, tales como sus ID (identificación), nombres de usuario, cuentas de correo electrónico asociadas y, fundamentalmente las direcciones IP con mención de días y horarios para acceder a ellos”, explicó la fiscal sobre el comienzo de la pesquisa.
Cuando los investigadores dieron con el IP, la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco) pidió a la empresa Telecom que informara los datos personales y de titularidad del cliente. Y resultó ser una mujer, vecina del acusado, a quien éste le usaba la señal de wifi.
Además de las evidencias informáticas, González también fue identificado en rueda de reconocimiento por una de sus víctimas menor de edad, luego de que ella diera testimonio en Cámara Gesell de lo que había padecido.
Los perfiles y los engaños
A otra víctima, de 14 años, amenazó con arruinarle el cumpleaños de 15 si no accedía a encontrarse con él. Y también la puso en contacto con los demás perfiles simulados de Facebook –todos suyos– entre los que estaba el supuesto hacker dispuesto a ayudarla a borrar las imágenes íntimas a cambio de sexo. Así también la envolvió en la misma telaraña. En este caso también hubo reconocimiento.
Una tercera víctima, que tenía 12, el abordaje fue más violento y personal: el acusado le dio su número de teléfono y el contacto pasó de Facebook a Whatsapp, el acoso y las amenazas para que le pasara fotografías íntimas era por estas dos vías de contacto. Pero en este tercer caso, ante la negativa de la niña a sus pedidos, intentó forzarla a través de extorsiones a su hermana mayor. De nuevo la empresa nortemericana y la telefónica entregaron datos claves para corroborar la autoría del hecho.
A la cuarta víctima de 13 años, el acoso y la extorsión la hizo a través de Whatsapp. Con la quinta, de 16, simuló tener 17, y durante cuatro meses se fue ganando su confianza en diálogos virtuales hasta que intentó acordar un encuentro. Rechazado, montó un ardid en el que incluso exigió dinero a la mamá de la adolescente con la que había podido contactarse y convirtió en otra víctima.
A estos casos se sumaron tres denuncias de los familiares de las adolescentes donde los mecanismos eran los mismos: una tenía 13, la otra 14 y la tercera 15 años. Y en uno de los casos intervino la ONG National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC) que montó una investigación privada que llegó al mismo acusado: González, reconstruyó la Fiscalía.
La acusación y el pedido de pena
Tras la presentación de todas las evidencias en su contra, Raigal lo acusó por los 8 casos ocurridos donde contactó a las víctimas cuando tenían «entre 12 y 16 años mediante la red social Facebook o por Whatsapp, entablando una relación de confianza, para luego solicitarle imágenes íntimas. Luego las amenazaba con proveerle dichas fotos a sus familiares», señaló la fiscal para agregar que por otros perfiles falsos de Facebook les decía que las iba a ayudar a borrar dicho material a cambio de tener relaciones sexuales y filmarlas. Con este ardid abusó de dos de ellas.
Así González fue sindicado como autor de dos hechos de grooming con amenazas coactivas concurriendo ambas figuras realmente con abuso sexual con acceso carnal; cinco casos de grooming con amenazas coactivas y en un caso de la misma calificación, el acusado fue responsabilizado por la publicación de imágenes con contenido pornográfico infantil. Una vez que la Fiscalía reconstruyó los indicios en su contra solicitó la pena de 40 años de prisión efectiva.
El debate continuará en las próximas jornadas con los alegatos de la defensa del acusado representada por Darío Pangrazzi y la declaración de los investigadores que trabajaron en el caso, indicaron voceros judiciales.
