La iniciativa municipal La Huerta va a la Escuela dictó la primera capacitación del año el martes 9 de abril en el Jardín de Infantes Nº 46 Dr. Albert Schweitzer, ubicado en Matienzo 1298, en el distrito Noroeste de la ciudad. En la ocasión, docentes, alumnos y vecinos de barrio Azcuénaga pusieron manos a la obra para trabajar en su huerta a partir de los conocimientos y experiencias compartidas que se ofrecieron durante la instancia de formación.
“Para nosotros este proyecto es muy importante”, sostuvo la directora de la institución Mónica Fedrigo, quien relató que sumaron la huerta en el año 2015, después de gestionar ante la Municipalidad el uso del terreno lindero al jardín. “Esta fue una propuesta a la que se sumó toda la comunidad educativa y del barrio. Primero conseguimos el terreno. Con el apoyo de todos, la Municipalidad nos cedió el uso del terreno y en 2015 firmamos el comodato para este espacio. La idea era sumar este lugar y realizar la huerta como proyecto institucional y que los chicos incorporen la experiencia”.
En este caso también se trata de una huerta inclusiva que permite a niñas y niños con capacidades diferentes participar integralmente de este proyecto institucional. “Es muy emocionante ver cómo niños con visión disminuida descubren los diferentes aromas que trae la huerta. Cada año vamos avanzando y aprendiendo de nuestras experiencia con la huerta”, remarcó Fedrigo.
Por su parte, Carina, una abuela que participa de la capacitación de la Huerta va a la Escuela, contó su experiencia. Este es el primer año que su nieto asiste al jardín y ella se sumó con entusiasmo a la propuesta. “Me encantó la idea de acompañarlo y él está fascinado y ahora lo voy a implementar en mi casa”, señaló muy animada.
El área de Agricultura Urbana de la Municipalidad lleva adelante la propuesta de capacitar dentro de las escuelas en materia de huertas urbanas desde el año 2015. El proyecto cuenta con la participación de 42 instituciones educativas entre jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias. Las capacitaciones y actividades de huerta se incorpora como temática transversal a la currícula e involucra así a 210 docentes y 3.250 niñas y niños, que junto a sus familias llevan la idea a su hogar.
El proyecto escolar de huertas está dirigido a la comunidad educativa de distintos niveles para difundir los conocimientos y la práctica de la agroecología en ámbito urbano. Esta práctica contribuye a una educación más inclusiva, que considera al ser humano dentro de la naturaleza y favorece la integración de alumnas y alumnos, docentes y familias, promueve hábitos de vida más saludables y la incorporación en la alimentación de verduras y hortalizas libres de agroquímicos.
Además, “como herramienta de trabajo la huerta escolar favorece también el trabajo en equipo, la cooperación, la solidaridad y el contacto con la naturaleza”, mencionó el responsable del área Antonio Latucca.
Desde el Programa de Agricultura Urbana (PAU) “acompañamos en la construcción de un espacio de aprendizaje, que mejora la convivencia entre niños a través del acto de compartir, cooperar, intercambiar opiniones y ejercitar el trabajo grupal”, sostuvo Latucca.
El proyecto orienta en los aspectos técnicos-productivos para el desarrollo de un espacio que permita el contacto con la naturaleza, favorece el mejoramiento de la alimentación incorporando nuevas variedades en la dieta diaria y facilita la creación de un aula verde en cada escuela como espacio lúdico, recreativo, donde los saberes se incorporan en el hacer en conjunto.