Un total de 799 viviendas destruidas y 733 familias damnificadas es el balance oficial del trágico tornado que afectó la localidad formoseña de Pozo del Tigre, donde hoy comenzaron las tareas de reconstrucción.
De acuerdo con la junta provincial de Defensa Civil, la mayoría de los afectados permanecían alojados en parroquias, escuelas y clubes de la zona, mientras el buen tiempo reinante permitía el inicio de las tareas tendientes a la reconstrucción de gran parte de los inmuebles de la localidad situada a 260 kilómetros de Formosa capital.
Cerca de la mitad de los cuatro mil habitantes con los que cuenta Pozo del Tigre, una localidad que sigue sin electricidad, servicio de agua y comunicaciones, se vieron afectados en un fenómeno similar al ocurrido en 2008 en la misma zona.
Autoridades provinciales y municipales recorrieron la zona de devastación, mientras equipos médicos brindaban toda clase de atención, especialmente psicológica, a los pobladores para ayudarlos a superar el trauma de una tormenta de poderosos vientos, lluvia y granizo, que se cobró la vida de cuatro personas y provocó heridas a 116 personas.
El ministro de Planificación y Servicios Públicos provincial, Jorge Ibáñez, aseguró hoy que las tareas de reconstrucción ya se iniciaron y las tareas se llevan a cabo «sin pausa».
El gobernador provincial, Gildo Insfrán, quien estuvo ayer en la zona del desastre, ordenó que la reconstrucción y puesta en marcha de los servicios esenciales se lleve a cabo de inmediato y destacó que la presidenta, Cristina Kirchner, comprometió toda la ayuda necesaria en ese sentido.
En las últimas horas, el Ministerio de Salud de la Nación envió a la zona dos equipos sanitarios móviles cargados de medicamentos y con una decena de profesionales.
El tornado se produjo cerca de las 18 del jueves, duró apenas unos 15 minutos y se inició con fuertes vientos, que pronto devinieron en tornado, luego cayó granizo e inmediatamente una copiosa lluvia.
Las víctimas fatales fueron Rosana Tolaba, de 29 años; Sergio Madregal de 19; Josué Sosa de 1 año y 4 meses; y Paulo Espínola de 86. Según indicó el intendente local, Raimundo Castillo, «las pérdidas materiales son cuantiosas» y «es imposible saber cuánto tiempo llevará reconstruir la ciudad».
