La Federación Gremial del Comercio e Industria comenzó a principios de agosto un relevamiento de los puestos de venta callejera en distintas zonas de Rosario, especialmente el microcentro. Esta iniciativa se realizará todos los meses con el objetivo de tener números actualizados sobre un tema que preocupa a los comerciantes por la competencia directa que éstos les generan a la hora de vender. Según los primeros datos –a los que tuvo acceso El Ciudadano – se relevaron en este primer muestreo un total de 87 puestos distribuidos principalmente en las calles San Luis, San Martín, Córdoba y Rioja.
El trabajo de campo se está haciendo también en los centros económicos más importantes del país –esto es ciudades como Buenos Aires, Córdoba y Tucumán– y según informaron desde la sede local de la organización, en Rosario se observa “una menor densidad” en esta actividad comparativamente con el resto de los centros urbanos, situación que en parte atribuyen a los controles que el municipio viene desplegando desde hace tiempo con la finalidad de combatir la venta ilegal y no autorizada en la vía pública.
La muestra –que se focalizó en la zona céntrica de la ciudad– arrojó los siguientes resultados: calle San Luis, desde la altura del 800 al 1700, 37 puestos; calle Rioja, desde el 800 al 1400, 6 puestos; calle Córdoba desde la altura del 800 al 1400 (incluye el tramo peatonal), 17 puestos, y calle San Martín, desde el 700 al 1100 (incluye el tramo peatonal), 27 puestos.
Según se destaca en el informe, en esos puntos de venta callejera se ofrecen para la venta alimentos y bebidas, indumentaria y calzado, juguetes y artículos de esparcimiento, artículos de librería y domésticos, para la construcción y de ferretería, de farmacia y perfumería, óptica, fotografía, relojería y joyería, vivero y florería.
El director ejecutivo de la Federación Gremial, Damián Sottile, comentó que este es “el primer relevamiento de una serie que se irán haciendo todos los meses” para descifrar la evolución. “Estamos trabajando a la par con otras ciudades para poder vislumbrar cuál es la realidad y cuáles son los números de la venta callejera. Este es el primero que hacemos en la ciudad por lo que no tenemos cifras para comparar pero sí podemos decir que hay una densidad menor que la que existe en otras ciudades, sólo se observan niveles similares de actividad en algunos tramos de calle San Luis pero en general es menor”, remarcó.
La iniciativa tiene su razón en la preocupación que existe en los comerciantes frente al crecimiento que se viene registrando en gran parte del país de la venta callejera especialmente en fenómenos como los de La Salada con sus cientos de puestos convocando a multitudes. “A esto lo sufre de manera significativa quien tiene un comercio instalado. Es por eso que nosotros queremos tomar el tema de manera temprana e ir monitoreando la evolución de la actividad para tener una certeza sobre cómo está la situación y cómo evoluciona la misma”, continuó.
Al ser consultado sobre si estos mismos números que se irán recopilando mes a mes serán entregados a las autoridades municipales, Sottile indicó que “es muy probable que sean entregados a quien corresponda para que tengan un muestreo sobre cómo están las cosas en la calle”. “Nosotros tenemos un diálogo establecido con los funcionarios y una vez que esté sistematizado esto los mantendremos al tanto de cada una de las novedades”, añadió.
Según el director ejecutivo de la Federación Gremial, todos los rubros sufren bajas en las ventas por el comercio callejero pero los que más lo sienten son las jugueterías y los textiles. “Lo que provocan son caídas en las ventas que en la mayoría de los casos tienen directamente que ver con la cantidad de puestos que tiene cerca un determinado negocio, es así. Si bien hay comercios callejeros que están habilitados hay otros que no lo están y que venden mercadería cuyo origen no puede demostrarse y con prácticas sistemáticas de evasión fiscal”, afirmó.
“Este primer informe toma lo ocurrido durante todo el mes de agosto y lo que hicimos fue apuntar a cuadras ya definidas, principalmente estamos hablando del microcentro. A los barrios no los estamos recorriendo aún porque la densidad de puestos es mucho menor pero igualmente se monitorean para detectar si hay algún crecimiento de la actividad. Al trabajo de campo lo está realizando una empresa especializada, o sea que el relevamiento es algo que hemos tercerizado. Esto ha sido establecido así desde la sede nacional de la federación y se hace de la misma manera en el resto de las ciudades”, concluyó.