Aunque se podría haber pospuesto hasta superar la pandemia mundial por el coronavirus, las actuales autoridades de World Rugby decidieron seguir con la agenda tal cual estaba estipulada y hoy se desarrollarán los comicios para elegir al presidente de la entidad que rige el rugby mundial.
El inglés Sir Bill Beaumont, actual presidente de la entidad, busca la reelección, mientras que el argentino Agustín Pichot, actual vicepresidente, es el retador al sillón del ente que regula la ovalada.
Más allá de que en Japón Pichot había expresado su intención de postularse, se tomó un buen tiempo para reflexionar y tomar la decisión de ir por el sillón presidencial. Con poco tiempo y sin poder llevar a cabo su plan inicial de visitar a cada una de las uniones miembros, sin esa chance de poder explicar su proyecto, el ex capitán de Los Pumas se lanzó en redes sociales y mostró un plan ambicioso y revolucionario basado en dos premisas: apuntar al “Global Game” (juego global) y a un rugby con cambios. Con estas dos consignas Pichot planteó para el futuro un escenario más equitativo y con oportunidades de crecimiento para todos.
Si se toman los Mundiales, a cuartos de final siempre llegan los mismos equipos. Salvo con la irrupción de Los Pumas, y en 2019 con Japón, no hay sorpresas. Los países de las islas del Pacífico (Tonga, Fiji y Samoa) son saqueados por las potencias, que con su poderío económico se llevan a las principales figuras, no sólo para jugar en sus clubes, sino que luego de un par de años los nacionalizan y los hacen jugar para sus seleccionados.
Pichot hizo campaña expresando la necesidad de un cambio, algo que obviamente causa cierta desconfianza, en especial en algunas uniones poderosas y poco arraigadas a los cambios. World Rugby siempre estuvo presidida por diri-gentes europeos, tal vez Bernard Lapasset, fue el más abierto a re-formas, pero el status quo que proponen los países británicos siempre ponen límites a los cambios para la equidad.
Quizás acorralado por la propuesta del argentino, Beaumont desde hace un tiempo se empezó a mostrar y se acercó a uniones más olvidadas, repartiendo recursos económicos, hasta llego a decir: “Nuestros programas son similares, pero es normal, hemos trabajado juntos”, cuando fue el mismo Beaumont quien le sacó su apoyo el proyecto de la Liga Mundial, momento en el que se quebró la relación con Pichot. “En el primer mandato intentás complacer a todos. En el segundo puedes ser más valiente, más visionario y marcar la diferencia”, manifestó Beaumont.
La elección
World Rugby elige presidente, vicepresidente y Comité Ejecutivo, son tres elecciones separadas. Sólo en la principal par “chairman” hay dos candidatos. El francés Bernard Laporte, quien va como compañero de fórmula de Beaumont, será el próximo vicepresidente, y por primera vez Francia vota con el bloque británico. Es más, Laporte iba a ser el vice de Pichot, pero en política, parece que todo vale. Y en el Comité Ejecutivo hay ocho nominaciones para siete lugares.
Sistema de votación
Pichot había propuesto hacer la elección a mano alzada en una videoconferencia, pero se eligió una manera electrónica. Desde hoy y por tres días estará abierta la votación. Los involucrados deberán enviar un mail con sus elecciones a una consultora internacional con base en Suiza, que reunirá los votos y mantendrá en secreto el resultado hasta el domingo 12 de mayo, día que por videoconferencia se hagan públicos los resultados. “No necesitamos el secreto. Es mucho más saludable si hay apertura”, le dijo Pichot a The Telegraph.
¿Cómo se vota?
Los países miembros de Wolrd Rugby: Inglaterra, Irlanda, Gales, Escocia, Francia e Italia (Seis Naciones) y Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Argentina (Sanzaar) tienen tres votos cada uno. Mientras que las Uniones continentales dos: Norteamérica, Sudamérica, Europa, Asia, Oceanía y África. En tanto, los siguientes países cuentan con un voto: Estados Unidos, Canadá, Rumania, Fiji, Samoa, Georgia y Uruguay. Y Japón tiene dos. Un total de 51 votos, por lo que hay que llegar a 26, el número tan ansiado por cada candidato para poder imponerse en la elección.
Voto a voto
Hasta ayer la lógica indicaba que Beaumont contaba con los votos del Seis Naciones (18), Europa (2), Japón (2), Fiji (1) y Canadá (1), para sumar 24. Y Pichot acumulaba los de Sanzaar (12), Norteamérica (2), Sudamérica (2), Asia (2), Oceanía (2), África (2), Uruguay (1) y Georgia (1), también 24.
Todo indica que la elección se define con los votos de Rumania (1), Samoa (1) y Estados Unidos (1). Un final cerrado.
Apoyos a Pichot
Desde el primer instante que comunicó su candidatura, Pichot recibió, día tras día, apoyo por parte de pesos pesados en el ambiente del rugby interna-cional. El primero fue Sir Clive Woodward, el entrenador inglés que guió a Inglaterra a conquistar por primera y única vez la Webb Ellis en 2003 y que además conoce muy bien a Beaumont, porque cuando Woodward fue entrenador de los Lions, el presidente fue el manager de ese seleccionado. Luego llegaron las adhesiones de Alex Willie, Gary Gold (Head coach USA) y del entrenador campeón mundial: Graham Henry.
¿Golpe de timón?
En las últimas horas, una nota publicada por Daily Mail, el segundo diario más leído en Inglaterra, expresó que Beaumont buscó apoyó en Irlanda y Gales, en sus ex compañeros de Lions. Personal-mente ha llevado esas charlas para mantener a esos dos países dentro del bloque del Seis Naciones, y que sustentan 18 votos, la base para poder ser re-electo.
Pero tanto en Irlanda como en Gales, tendrían intensiones de votar a Pichot. “En Irlanda están molestos por la desaparición de su intento de organizar la Copa Mundial de 2023, cuando el presidente de la federación francesa, Bernard Laporte, logró arrebatarle el voto a su país con un poco de 11 horas de tráfico”, publicó Daily Mail; y sobre Gales expresó: “Los altos funcionarios de la Unión de Rugby de Gales tienen ‘muchos principios’ y pueden emitir sus tres votos a favor de Pichot en la creencia de que él simplemente tiene la mejor visión para el futuro del rugby”.
También podría tratarse de un acto de distracción y de hasta un gesto político engañoso, quedar bien con Pichot y luego votar Beaumont.
La campaña finalizó y ahora es momento de votar. Y luego ser pacientes. Igualmente hay mucho en juego, los dirigentes tienen la oportunidad histórica de elegir un cambio o dejar que todo siga igual que en el siglo pasado.