El juicio por la desaparición de Marita Verón ingresa en su etapa de definiciones luego de transitar un largo camino desde que comenzó hace ocho meses, aunque hasta el momento no pudo aclarar lo que pasó con la joven tucumana secuestrada hace más de 10 años.
El tribunal integrado por Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero ya escuchó el testimonio de más de un centenar de testigos y una vez completada esta etapa se escucharán los alegatos antes de dictarse sentencia.
Esta instancia tendrá que esperar unos días ya que todavía deben declarar cuatro testigos, uno de ellos un relato considerado de vital importancia ya que se trata de una joven que asegura haber estado secuestrada junto con Marita en La Rioja.
Lorena, quien en un primer momento declaró con el documento de otra mujer, fue reconocida por los comisarios Jorge Tobar y Miguel Angel Sánchez, que la trajeron desde La Rioja para que declare durante la etapa de investigación, y finalmente podrá contar su versión a los jueces.
Otro momento trascendente se producirá cuando se lleven adelante los careos dispuestos por los jueces.
Allí estarán frente a frente Susana Trimarco, madre de Marita, y David Catalán, quien fue pareja de la joven cuando desapareció, con la enfermera Juana Patricia Soria.
Según Trimarco, Soria le había recomendado a su hija que buscara a Miguel Ardiles, un conocido suyo, en la Maternidad para poder conseguir un turno ginecológico.
Cuando Marita desapareció el 3 de abril de 2002, se dirigía a la Maternidad para realizarse una serie de estudios y colocarse un DIU (Dispositivo Intrauterino).
Desde entonces Susana Trimarco, la madre de Marita, sospecha que Soria tuvo que ver con la desaparición de su hija.
Durante la última etapa contenciosa se incorporarán pruebas documentales y declaraciones de testigos fallecidos o que no fueron localizados para la instancia oral.
El proceso judicial, que comenzó el 8 de febrero pasado, abrirá luego su etapa de alegatos y de acuerdo a las previsiones del tribunal la sentencia se podría conocer a fines de octubre o los primeros días de noviembre.