El lunes 5 de agosto de 2024, a las 19, comenzará en la Escuela de Literatura de Rosario A. F. Oliva, espacio autogestivo que forma parte de la Interzona Cultural de la Cooperativa Mercado Solidario, un seminario virtual y gratuito sobre Bertolt Brecht y su obra coordinado por el escritor y docente Roberto García, quien junto al también escritor y docente Roberto Retamoso llevan adelante una serie de actividades producidas desde ese espacio. El seminario se titula La dialéctica como arte en Bertolt Brecht (Textos no-aristotélicos para tiempos difíciles).
Se trata de cuatro encuentros de modalidad virtual los lunes 05, 12, 19 y 26 de agosto, a las 19, por el canal de youtube.com/@Escuelaafoliva. El seminario se propone recorrer los siguientes temas: “El antecedente poético simbolista” / “El uso de las prácticas vanguardistas” / “Las diversas conceptualizaciones del teatro brechtiano como épico, dialéctico y didáctico” / “El realismo genérico contra el naturalismo” / “El sentido de un arte no-aristotélico”. La inscripción puede hacerse por formulario AQUÍ
En un texto de García que oficia de presentación del seminario puede leerse: “Brecht fue un escritor de varios frentes: el de la diversidad de géneros (teatro, poesía, prosa y ensayo) y el de la militancia cultural y política (no sin múltiples contradicciones al respecto, pero con mucha perseverancia a lo largo de su vida). Me interesa pensar esta obra en el medio del giro de la cultura del capitalismo mundial integrado post pandemia y los pensamientos que las nuevas derechas vuelven a ponernos sobre la mesa social como si fueran manjares recién elaborados (algunos así lo “ven” y otros sostenemos que en realidad son inmundicias putrefactas). Del seminario participarán como invitadxs Juan Aguzzi y Valentina Bona, hablando sobre la poesía brechtiana y la perspectiva realista en el mundo literario de este autor, respectivamente.
Va un pequeño cuento “infantil” para mostrar algo de esa poética que él llamaba no-aristotélica: “Si los tiburones fueran hombres –preguntó al señor K. la hija pequeña de la patrona–, ¿se portarían mejor con los pececitos?
–Claro que sí –respondió el señor K.– Si los tiburones fueran hombres, harían construir en el mar cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto plantas como materias animales. (…) Si los tiburones fueran hombres, se harían naturalmente la guerra entre sí para conquistar cajas y pececillos ajenos. (…) Si los tiburones fueran hombres, tendrían también su arte. Habría hermosos cuadros en los que se representarían los dientes de los tiburones en colores maravillosos, y sus fauces como puros jardines de recreo en los que da gusto retozar. (…) Habría asimismo una religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida comienza para los pececillos en el estómago de los tiburones. (…) En una palabra: habría por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres. Historias de almanaque, Bertolt Brecht
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