(*) Licenciada en Relaciones Internacionales. Integrante del Observatorio de Política Exterior Argentina Escuela de Relaciones Internacionales. Facultada de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. UNR
El reciente Paro Internacional de Mujeres dejó en evidencia, una vez más, la capacidad de movilización, organización y lucha de mujeres de diversos lugares del mundo para unir sus voces en un grito mundial por la igualdad, la no violencia, la libertad, la igualdad salarial, la no discriminación, la diversidad sexual.
Desde las Relaciones Internacionales (RRII) resulta interesante estudiar estos fenómenos porque aportan a la descentralización necesaria para abordar temáticas marginadas y/o consideradas no relevantes en la disciplina.
Todo lo que intenta romper con lo establecido y normalizado siempre genera resistencias de todo tipo y esto es lo que sucede con el feminismo en las Relaciones Internacionales.
En este sentido, el feminismo y los estudios de género en las RRII contribuyen a deconstruir la desigualdad, que vemos cotidianamente en nuestra vida diaria y que se traslada a la arena internacional, en sus más diversos ámbitos.
Si nos centramos en América Latina, esta cuestión adquiere más relevancia ya que nuestros ámbitos académicos están caracterizados por la predominancia de la historia eurocéntrica de las RRII, lo cual influye en la forma en que investigamos y analizamos las RRII desde nuestra región.
Las experiencias de las mujeres son distintas en cada país y región ya que están atravesadas por diferentes formas de opresión conforme a la realidad histórica, cultural, social y económica de cada lugar.
Esto implica que la mirada de una investigadora latinoamericana, sobre la realidad internacional, está influenciada por su propia realidad socio-histórica que la llevará a un análisis particular y específico de un determinado ámbito de las RRII.
Precisamente esto son los procesos que enriquecen a la disciplina, ya que la raza, el sexo, el género y las vivencias de una investigadora deben involucrarse en su trabajo porque es lo que visibiliza a la mujer tanto en el proceso académico como en los fenómenos que investiga.
Analizar la situación de las mujeres en América Latina implica considerar la situación de pobreza y discriminación de las mujeres negras, indígenas, campesinas, no blancas, es decir, comprender contextos locales particulares con formas de opresión concretas a mujeres del Mundo en desarrollo.
De allí la importancia de estudiar los fenómenos internacionales a la luz de los feminismos decoloniales ya que constituyen un abordaje emancipador y crítico al abandonar el marco teórico de la modernidad y, por consiguiente, al encarar de forma crítica los discursos hegemónicos que se han utilizado para analizar la situación de las mujeres latinoamericanas.
Entran en esta categoría las teorías y posicionamientos políticos y vitales de las propuestas feministas de las intelectuales, activistas, dirigentes y mujeres, en general, sobre defensa del territorio y del derecho propio de los pueblos indígenas de América Latina.
Por ejemplo, el feminismo comunitario Xinka así como el feminismo comunitario de la Asamblea Feminista de Bolivia constituyen formas de acción política y social feminista, a partir de la defensa de su territorio cuerpo y del territorio tierra de su pueblo y determinan la urgencia de una descolonización de ambos, liberarse del patriarcado ancestral y occidental que fundamenta la opresión de todas las mujeres en los hogares y las comunidades.
De igual modo, la violencia sistemática contra las mujeres en América Latina como un problema transnacional constituye un eje de investigación determinante para la disciplina. Es necesario entender la violencia de género como un entramado complejo que no puede ser analizado por variables o categorías aisladas, sino que es necesario un enfoque integrador en el que la violencia se entienda como un fenómeno multidimensional determinado por realidades socio-territoriales y geopolíticas de las mujeres latinoamericanas y de pueblos originarios.
Más que violencia de género, las mujeres latinoamericanas son sujetas de violencias co-constituyentes en lo privado y público desde generaciones.
Al mismo tiempo, este enfoque permite pensar críticamente cómo, desde las instituciones y la identidad nacional impuesta y fundada por el poder hegemónico de Occidente, se ha contribuido a perpetuar las diferentes formas de opresión que sufren las mujeres de la periferia mundial.
El abordaje de las RRII desde una perspectiva no sólo feminista sino también decolonial es la puerta de entrada a investigaciones que permitan identificar, reconocer y legitimar conceptos, categorías, teorías que surgen desde las experiencias de sujetos marginados o subalternizados, y, en consecuencia, que den lugar a una disciplina capaz de generalizar sin universalizar, de explicar distintas realidades para romper con la visión androcentrista y hegemónica que imperan en la misma.
La utilización de conceptos y categorías analíticas liberadas de su sesgo neoliberal y patriarcal así como de teorías feministas que surjan del activismo político, social y colectivo autóctonos contribuirán a una teoría de las RRII que refleje un posicionamiento situado, histórico, cultural y visibilice las relaciones neocoloniales que estructuran la vida de las mujeres en la región y los efectos que generan en ellas.