Yamila Araujo (24) fue hallada asesinada hace cuatro días en San Miguel y por el femicidio detuvieron al novio de su madre. El caso de Yamila no sólo dejó a una familia destrozada, sino que además forma parte de las estadísticas que elaboran mes por mes cuatro observatorios sobre femicidios y travesticidios con el fin de visibilizar los últimos casos de violencia de género, aunque la cantidad de víctimas no siempre coincide por los distintos protocolos que tienen esas organizaciones para llevarlas a cabo.
Si bien las cifras oficiales son las elaboradas por la Corte Suprema de Justicia (CSJN), el Observatorio Lucía Pérez, MuMaLá-Mujeres de la Matria Latinoamericana, La Casa del Encuentro y Ahora que sí nos ven (Aqsnv), aportan un trabajo fundamental para dar dimensión a las historias de vida de cientos de mujeres e identidades travesti-trans que año a año son víctimas de la violencia de género.
A principios de este año, la CSJN dio a conocer que se registraron 251 víctimas directas de femicidios durante el 2020. Es decir que hubo un promedio de una mujer asesinada cada 35 horas.
Sin embargo, el informe del máximo ente de justicia se realiza una vez por año y se publica casi a mediados del año siguiente, lo que significa para las organizaciones sociales que el Estado trabaje con «datos desactualizados».
«Cuando llegan esos datos, las políticas públicas que se aplican con respecto a esa información quedan atrasadas en el tiempo», explicó Ada Rico, directora de La Casa del Encuentro.
Con motivo de la ausencia de un registro actualizado, estas organizaciones civiles y sociales elaboran sus propias estadísticas que, generalmente, difieren entre sí, debido a los distintos protocolos que utilizan para obtener la información.
Las siguientes son las estadísticas que elaboraron las diferentes organizaciones sociales en lo que va del año.
Este observatorio contabilizó entre enero y agosto del 2021 en todo el país, 194 femicidios y travesticidios y para alcanzar ese número confeccionó un padrón con los nombres de las víctimas, a partir de un control diario de medios nacionales y locales.
Además, tiene la particularidad de exhibir de forma abierta en su sitio web los datos actualizados minuto a minuto, en el cual incluye el lugar donde sucedió el hecho, el fiscal a cargo de la causa, la carátula con la que fue denominada el suceso, si la victima realizó denuncias previas, la cantidad de hijos de la victima, entre otros datos.
«Que el padrón sea público y accesible está hecho para que puedas contactarnos a través de un formulario que está en nuestra página si ves algún dato erróneo», explicó a Télam Anabella Arrascaeta, periodista miembro del Observatorio Lucía Pérez.
«Nosotras publicamos el padrón completo porque no queremos dar solo una cifra. Ese número cambia a todo el tiempo. Lo que queremos es mostrar una historia: encontrás un nombre y qué le pasó. Atrás de esa cifra hay una amiga, una hermana, una madre, una vecina», explicó.
El Observatorio Aqsnv, que se originó tras la primera y masiva marcha del 3 de junio de 2015 que dio origen al «Ni una menos», reportó hasta el día de hoy 158 femicidios en el país, lo cual promedió una mujer asesinada cada 37 horas.
Los datos de Aqsnv surgen «a partir de un relevamiento de las noticias de todos los medios gráficos, audiovisuales y digitales que surgen en relación a la existencia de femicidios a nivel federal», según explica su titular Julieta Delpech.
Para ello, la organización creó un sistema que «entrecruza y rastrea una gran cantidad de información en todos los medios de comunicación, a partir de un patrón de búsqueda determinado», donde los casos son evaluados por un equipo que considera si los casos deberían ser considerados o no como femicidios.
«Nuestro equipo es interdisciplinario, compañeras de programación, compañeras comunicólogas especializadas en género, y abogadas, como yo, que le damos una mirada más legal», explicó Delpech, quien además agregó: «Debemos mirar con atención ya que hay medios que siguen utilizando el término ‘crimen pasional’ o ‘la mató porque era celoso’.
Según el Observatorio de Femicidios «Adriana Marisel Zambrano» que elabora esta organización desde el 2008, entre enero y agosto del 2021 se cometieron 182 femicidios y nueve travesticidios en el país.
El mecanismo de relevamiento del Observatorio es realizar un «exhaustivo monitoreo» de los medios de comunicación, donde luego realizan un seguimiento sobre cada caso particular.
«A veces una noticia no sale publicada como femicidio, pero notamos que sí lo es, o a la inversa. Porque a algunos medios publican que es un femicidio y en realidad no lo es», remarcó Ada Rico, directora de La Casa del Encuentro.
Rico explicó que desde que se decretó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), La Casa Del Encuentro dejó de realizar informes semestrales y pasó a hacerlos mensualmente como «forma de visibilizar y reclamar al Estado más políticas para las mujeres que estaban encerradas en sus casas con sus agresores».
El Observatorio la organización MuMaLá-Mujeres de la Matria Latinoamericana, creado en 2015, registró entre enero y agosto de este año registró 142 femicidios y 5 travesticidios, aunque ese número alcanza las 219 mujeres fallecidas si se toman las muertes violentas vinculadas al delito.
La información de la cual se nutre MuMaLá para elaborar sus informes mensuales es a partir de un sistema de alerta en buscadores, instituciones, portales, organizaciones especializadas en género y medios de comunicación.
«Es buscar por todos lados para que el registro sea lo más fiel y representativo posible, porque se desarrolla en todas las regiones del país», relató a Télam Daniela Gasparini, referente de MuMaLá y precandidata a legisladora porteña por Alternativa Ciudadana.
Además, la referente de MuMaLá explicó que la diferencia en los datos entre las organizaciones consiste en que «cada una tiene su propio método de aplicación».
«Nuestro registro no solo apunta a la información, sino también a pedir y exigir que haya políticas públicas para combatir las violencias de género y evitar los femicidios y travesticidios, que son evitables en el marco de la existencia de políticas públicas que acompañen a las mujeres y a las disidencias», concluyó.
Por otro lado, las organizaciones insisten en problematizar al femicidio dentro de una sociedad constituida por un entramado de distintos tipos de violencias contra las mujeres que son toleradas por la sociedad.
«Hablamos de la violencia psicológica, económica, física. Todos estos tipos de violencia deben desaparecer para que disminuyan los femicidios. Entendemos al femicidio como una expresión de un sistema patriarcal. Es importante desterrar la idea de que un femicida es un loco», remarcó Delpech.
En cuanto a la importancia de contar con registros actualizados, Anabella Arrascaeta del Observatorio Lucía Pérez concluyó: «Toda la información que podamos poner a disposición para construir algo distinto, suma. Debemos reflexionar por qué se cortaron todas estas trayectorias vitales en manos de actos femicidas para luego pensar qué vidas queremos para todas las pibas: para mí, mi mamá, mi hija, para todas».