Control de llamadas telefónicas, sistemas de reconocimiento facial y monitoreo durante las 24 horas todos los días del año, son algunas de las medidas del «Protocolo de gestión para presos de alto riesgo» que se aplicará en las cárceles federales con el fin de evitar que los jefes de organizaciones criminales sigan operando tras las rejas, anunció hoy la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Fuentes penitenciarias detallaron a Télam que el nuevo protocolo se aplicará estrictamente sobre cerca de 150 presos de alta peligrosidad alojados en su mayoría las unidades de categoría «A» Servicio Penitenciario Federal (SPF): el Complejo Penitenciario Federal I, de Ezeiza; el Complejo Penitenciario Federal II, de Marcos Paz, y la Unidad 6, de Rawson.
En una conferencia de prensa que brindó este mediodía en la sede penitenciaria de Ezeiza, Bullrich dijo que el protocolo está destinado a presos «que ocupan eslabones jerárquicos en las decisiones criminales y que siguen llevando adelante la conducción adentro de las cárceles».
La ministra explicó que se detectaron casos de conexiones «directas y fluidas entre presos y quienes afuera llevan adelante sus directivas» para continuar delinquiendo, razón por la cual se decidió «llevar adelante el protocolo para que se desconecte a la persona privada de su libertad por sicariato, crímenes, homicidios, venta de narcóticos o todo junto para generar una verdadera realidad de aislamiento del delito dentro de las cárceles y en relación a quienes están afuera».
Con ese fin, amplió la funcionaria, el protocolo contempla una serie de mecanismos, entre ellos el control de las comunicaciones, teniendo en cuenta, por ejemplo, la telefonía celular, que «es el medio clave para perpetuar estas actividades ilícitas».
En ese marco, Bullrich anunció que un equipo de elite del SPF implantará controles específicos tanto electrónicos, como con las visitas y los elementos personales en las celdas.
«Se ponen en funcionamiento restricciones en las comunicaciones con el exterior», al tiempo que se implementará en esas prisiones tecnología especial como scanners, bodyscanners, sistemas de monitoreo con reconocimiento facial, sensores infrarrojos, central de monitoreo durante las 24 horas y sistemas de redundancia.
Sobre los controles de llamadas, la ministra dijo que las llamadas que los presos de alto riesgo podrán realizar desde la prisión serán «unidireccionales, sólo a teléfonos autorizados de familiares directos y en horarios restringidos, con autorización previa».
Y al hablar de la implementación del protocolo, Bullrich dijo que será instrumentado por «personal especialmente seleccionado, que integrará un grupo especial» y que «se preservará su identidad con un sistema codificado» para evitar que sea amedrentado, amenazado o sufra represalias.
«Tenemos mucho personal penitenciario amenazado por organizaciones criminales. El personal va a ser cuidado por nosotros. Se acabó el vale todo. No vamos a permitir ningún privilegio para la delincuencia ni adentro ni afuera de las cárceles», concluyó.