Los dueños de un comercio de zona norte, apremiados por la pandemia y la situación económica, vieron como una oportunidad tomar un crédito con la modalidad pago por día, pero se volvió una bola de nieve que no pudieron parar. Terminaron debiendo casi un millón de pesos y tras el ahogamiento económico y los abrumadores reclamos de los cobradores radicaron una denuncia. Tres personas, que trabajaban a las órdenes de un patrón de nacionalidad colombiana, fueron detenidas en enero pasado e imputadas por usura crediticia, una modalidad cada vez más frecuente en medio de la crisis y que toma mayor violencia, sobre todo en los barrios de la ciudad. Ahora una de ellas cuestionó la medida cautelar impuesta que finalmente fue confirmada por la Cámara Penal.
En noviembre F. y D. no podían pagar a los cobradores y apareció Teresa Alicia F., en su local. La mujer le ofreció a D. un préstamo de 20 mil pesos a devolver en forma semanal. Debían pagar cinco cuotas de 5.800 pesos. Circunstancia que vieron como una oportunidad para salir de la situación apremiante que atravesaban, relató la Fiscalía.
Los comerciantes pudieron pagar dos cuotas y se atrasaron. En diciembre la acreedora les refinanció la deuda. Esta vez fueron 21.700 pesos en 7 cuotas semanales lo que implicó que la deuda se fuera a 151.900 pesos. Tampoco pudieron afrontar este monto y hubo varios reclamos de parte de la prestamista, contó la Fiscalía.
Entonces se presentaron en el local Rodrigo D. y Ángel A. y le ofrecieron a D. un préstamo de 150 mil pesos a pagar por día. La suma total del préstamo con intereses se fue a 288.750 pesos, es decir un interés usurario de 613 por ciento. En la desesperación D. aceptó. Pero como en las situaciones anteriores y ante el aumento desmesurado de la deuda, esta vez con pago diario el acuerdo se cayó.
D. refinanció en dos oportunidades más por 582 mil pesos a devolver en tres meses y la última en enero, cuando Rodrigo D. le hizo un nuevo plan de pago de 160 pagos diarios de 6.200 pesos, es decir que la deuda llegó a 992 mil pesos.
Así las cosas, por una deuda de 150 mil pesos que la comerciante tomó con estos dos hombres en menos de dos meses generó el interés usurario de más de 842 mil pesos, contó la Fiscalía.
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El relato y las pruebas
La víctima finalmente optó por denunciar el hecho. La mujer contó que un año atrás le habían ofrecido un crédito de 50 mil pesos a pagar en forma diaria: debía devolver algo más de 100 mil pesos y fue el comienzo de la pesadilla. Pagó 34 de las 36 cuotas de las que se había comprometido. En febrero del 2020 debía dos cuotas, estuvo aislada por Covid y no pudo trabajar.
Contó que al volver el cobrador le dijo que había que refinanciar y que tenía que pagar 50 cuotas de 4.200 pesos cada una cuando lo que debía era en realidad 5.600 pesos. Le dijo que el patrón era duro, la víctima tuvo miedo y accedió. Pagó algunas cuotas pero se volvió una encerrona para la mujer. No tenía para reponer mercadería y tomó un nuevo crédito y así se generó el círculo vicioso.
La mujer contó que uno de los cobradores le dijo que en Colombia su patrón tenía cobradores que “te prenden fuego la casa o tiran tiros o esperaban que están todos durmiendo y le sacaba todo afuera y le prendían fuego la casa. Yo sentí mucho temor”. contó.
La denuncia derivó en un investigación a cargo del fiscal David Carizza quien solicitó una serie de allanamientos que estuvieron a cargo de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) en enero pasado. Detuvieron a los tres últimos cobradores de D. En uno de los procedimientos, realizado al domicilio de la mujer, se encontró además de documentación un arma de fuego calibre 22. Los detenidos fueron identificados como Teresa Alicia F., Matías Rodrigo D. y Ángel Enrique A. El fiscal los imputó por usura crediticia agravada por habitualidad o profesionalismo, a la mujer además se le imputó el delito de tenencia de arma. Quedaron detenidos preventivamente.
Entre la documentación secuestrada se encontró una planilla de los montos y los intereses que el tomador del crédito debía pagar según los días de financiación. Por ejemplo, si la persona pedía mil pesos a devolver en 28 días el interés diario era de 1,5 por ciento, lo que equivale a un interés anual de 547,5 por ciento, explica la imputación.
Para la Fiscalía los sospechosos se aprovecharon de la situación de necesidad, carencia e inexperiencia de los comerciantes y obtuvieron intereses y otras ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas en relación con prestamos otorgados y en consecuencia colocaron a las víctimas en una situación de ahogamiento económico financiero.
Esta semana Teresa Alicia F. cuestionó ante la Cámara Penal la medida cautelar impuesta. Ofreció una reparación económica, pagar la deuda y donación a entidad benéfica; subsidiariamente una medida no privativa de la libertad. Pero la Fiscalía se opuso y relató que hay evidencia de la participación de la imputada, con un grupo de personas de nacionalidad colombiana que está involucrado en otra investigación, y pidió la confirmación del prisión preventiva. Lo que fue apoyado por el camarista Alfredo Ivaldi Artacho, sin perjuicio de la revisión de la medida que tendrá lugar este viernes.
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