El final de la gestión presidencial de Alberto Fernández y el inicio de la era Milei quedó marcado por un nivel de pobreza que llegó al 41,7% y que afectó a 19.400.000 argentinos y argentinas. A nivel regional los datos mostraron dos realidades distintas: por un lado la del Gran Rosario con una pobreza por debajo del promedio nacional, ya que fue del 36,6%, mientras que en el Gran Santa Fe el número se disparó al 48,9%.
Los datos anticipan la tendencia que se verá el primer semestre de este año, con un fuerte crecimiento de la cantidad de personas que no llegan a cubrir la canasta básica total (pobres) ni la alimenticia (indigentes). Los datos del segundo semestre de 2023 toman apenas el inicio de la curva inflacionaria ascendente, pero no tienen en cuenta lo peor de los datos de diciembre y enero, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue de 25% y 20,5% respectivamente.
El Gran Rosario tuvo su último peor pico de pobreza en el inicio de la pandemia. El primer semestre de 2020 llegó al 41,8%, y el semestre siguiente bajó a 38,3%. En 2021 saltó a 39,4%, y cerró el año en 33%. El primer semestre de 2022 se ubicó en 31,2% y los semestres siguientes empezó a escalar: 33,2% (2 s 2022), 33,5% (1s 2023) hasta el 36,6% del segundo semestre 2023. Este último dato ubica al Gran Rosario entre los aglomerados con menor índice de pobreza.
La evolución en el Gran Santa Fe fue similar, aunque con indicadores mucho más elevados. Su último gran pico se dio el primer semestre de 2021, cuando arrojó 50,5% de pobres. El semestre siguiente (2 s 2021) bajó abruptamente al 38,6%, pero de ahí en más creció semestre a semestre hasta llegar al 48,9% del final de 2023, y quedar muy cerca del pico que registró durante la pandemia. Este dato la ubica entre los aglomerados con mayor cantidad de pobres del país.
Si bien en el Gran Rosario los datos de pobreza no se dispararon al nivel que lo hizo el Gran Santa Fe, preocupa el constante crecimiento del nivel de indigencia, es decir aquellos que con sus ingresos no llegan a cubrir la canasta alimentaria. Entre el primer y segundo semestre de 2022 saltó del 3,6% al 6,3%. Inició el 2023 en 6,2%, pero el último registro verificó un salto al 10,8%, que representa a 146.000 personas sobre 1.350.000 relevadas en el informe de Indec.
Lo que viene
El aumento en los niveles de pobreza responde directamente al fenómeno inflacionario que atraviesa Argentina, y que se intensificó a partir de 2023. Un dato que expone esta tendencia es la brecha de la pobreza, que mide la diferencia que existe entre la Canasta Básica Total y el ingreso de las familias. Entre el segundo semestre de 2022 y el primero de 2023 pasó de 36,5% a 37,8%, y en el segundo de 2023 saltó al 39,2%.
Claro está que si la pobreza y la indigencia dependen de la inflación, lo que viene no es para nada alentador. De hecho el epílogo de 2023 ya adelantó algunas tendencias sobre lo que sucederá en esta primera parte de 2024.
El economista Claudio Lozano profundizó sobre los datos del último semestre de 2023, y detalló lo ocurrido en la última parte del año, es decir en el último trimestre, con la salida de Alberto Fernández y la llegada de Javier Milei.
Aseguró que en ese período de transición, la pobreza llegó al 44,8% y la indigencia al 13,8%, es decir, que de un año a otro hubo 1.951.364 pobres más y 2.843.166 indigentes más. Esto se traduce en un crecimiento del 76,92% de la indigencia durante el año 2023.
Los datos que acaba de informar el #INDEC para el 2do semestre del 2023, pobreza 41,7% e indigencia 11,9%.
Nos dicen que al 4to trimestre, (en el final del Frente de Todos y el primer mes de gobierno de Milei), la pobreza llegó al 44,8% y la indigencia al 13,8%, es decir, en un… pic.twitter.com/8EomuIBJgM
— Claudio R. Lozano (@Lozano_Claudio) March 27, 2024