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¿Cómo fue la representación de las mujeres en las películas de los Oscar 2025?

En Grow género y trabajo, desde el año 2017, analizamos las nominaciones a mejor película a partir del Test de Bechdel, una herramienta que permite observar la representación de las mujeres en la industria del cine. Los números de la edición 2025 van en línea con el análisis histórico, sin mostrar grandes avances

Como todos los años, la entrega de los premios Oscar se lleva la atención de gran parte de la discusión mediática. El test surgió en 1985, en el marco de un cómic que a modo de broma, planteaba si las películas pueden pasar las siguientes preguntas: ¿Hay dos personajes femeninos con nombre? ¿Hablan entre sí? ¿De algo que no sea un hombre? Por supuesto que responder esas preguntas no alcanza para analizar una película desde una perspectiva de género, pero sirve como termómetro para observar el nivel de representación de las mujeres.

Desde Grow género y trabajo, para complejizar este análisis, sumamos dos preguntas: si esa conversación dura más de un minuto, y si en la película hay personajes LGBTIQ+. Y lo hacemos con las nominadas a mejor película en los Oscars porque sabemos de la repercusión que tiene el premio y las películas que allí compiten.

Qué sucede este año

Las 10 nominaciones a mejor película este año son: Anora, The brutalist, La sustancia, Nickel boys, I`m still here, A complete unknown, Cónclave, Dune: part two, Emilia Pérez, Wicked. Todas pasan la primera pregunta: tienen dos personajes femeninos con nombre. Pero en 8 de las 10, esos personajes hablan entre sí, y nada más que en 5 esas conversaciones son sobre algún tema que no sea un hombre.

Respecto a las preguntas que sumamos desde Grow género y trabajo, en 4 las conversaciones entre mujeres sobre un tema que no sea un hombre duran más de un minuto, y solo hay 2 personajes LGBTIQ+.

Nuestro análisis histórico

Este relevamiento lo hacemos desde el 2017 (con un total de 84 películas analizadas). Según lo que pudimos observar en estos años, no hay una tendencia clara de cambio (los valores varían en los distintos años), pero lo que sí es evidente es que a medida que se avanza en el test, los resultados bajan de forma sostenida: en el 90% de las películas aparecen dos personajes femeninos con nombre, en el 77% hablan entre sí, en el 58% de algo que no sea un varón, en el 40% por más de un minuto, y solo en el 21% hay personajes LGBTIQ+. Lo que podemos observar es que los números de la edición 2025 van en línea con nuestro histórico, sin mostrar grandes avances.

Quién cuenta las historias

En definitiva, lo que demuestran estos datos es que el test no es tan sencillo de superar como en principio -por la simpleza de sus preguntas- parece. Y la reflexión que se presenta de forma obligada es qué pasaría si invirtiéramos los roles: ¿Tan difícil sería encontrar películas en donde aparezcan personajes masculinos con nombre y que hablan de temas que no sean mujeres? Evidentemente no, en el transcurso de lo que dura una película, mientras las mujeres utilizan 1’ para hablar entre sí, los hombres lo hacen el resto del tiempo.

Tal como plantea Georgina Sticco, directora y cofundadora de Grow género y trabajo, “las mujeres, en el cine masivo, ocupan un segundo lugar, relegadas a ser quien acompaña al hombre, a ser funcional a su propia historia. En los últimos años hemos visto otras historias que se han animado a narrar a las mujeres desde otro lugar, siendo ellas las protagonistas”.

Podríamos considerar que esta falta de otras historias se refleja en quienes escriben y dirigen estas películas: entre las 10 nominadas a mejor película este año, solo una es dirigida por una mujer: Coralie Fargeat dirige La sustancia, un film que propone una fuerte crítica a los estereotipos de género, a los mandatos de belleza y juventud, y cómo estos se viven en la industria audiovisual.

Algunos avances

La edición 2024 de los Oscars fue la primera en donde las películas nominadas debían cumplir ciertos estándares que tienen el objetivo de fomentar una mayor representación de la diversidad (de género, grupos étnicos, personas con discapacidad). Evidentemente hay que seguir apostando a eso, y el contexto de época demuestra que en cualquier momento se puede retroceder en lo que se creían espacios conquistados.

“Lo interesante de los últimos años es que comenzaron a llegar a este nivel de exposición historias que tienen que ver con estereotipos y mandatos sobre las mujeres (La sustancia, Pobres criaturas), el patriarcado (Barbie), así como el abordaje de la discriminación (Wicked, Nickel boys, Ficcion estadounidense), entre otras. Este nivel de exposición permite que un conjunto de historias diversas lleguen a un público masivo, habilitando conversaciones que estaban completamente invisibilizadas”, plantea Georgina Sticco.

Desde Grow-género y trabajo nuestra misión es promover espacios de trabajo inclusivos, con igualdad de oportunidades. En este sentido, aumentar la participación de mujeres en la industria audiovisual es fundamental para contar otras historias, con diversidad de personajes y narrativas.

Grow género y trabajo

Es una organización con más de 13 años de trayectoria en América Latina cuyo propósito es generar espacios de trabajo diversos, inclusivos y libres de violencia. Mediante un enfoque integral, facilita procesos de transformación, asesorando a organizaciones, empresas y gobiernos.

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