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Cómo trabajan los científicos argentinos que crearon el neokit para detectar coronavirus

Santiago Werbajh, investigador de la Fundación Pablo Cassará, señaló respecto al kit: "Empezó todo en enero, estábamos terminando de armar un kit para el dengue, pero cuando surgió la pandemia lo que se hizo fue adaptar la tecnología con algunos componentes y armamos uno para detectar coronavirus"

Entre probetas, tubos de ensayo, pipetas, microscopios, máquinas centrifugadoras y otros elementos de laboratorio, los integrantes del equipo que creó el Neokit Covid-19, sólo desarrollado en Argentina y Japón y que detecta el coronavirus en menos de dos horas, destacaron este jueves la labor de los científicos locales y aseguraron que es un «logro enorme».

El grupo trabaja en el Instituto de Ciencia y Tecnología César Milstein (ICT Milstein, Conocet-Fundación Pablo Cassará),en el barrio porteño de Mataderos y dio con esta tecnología gracias a su trabajo previo con el dengue.

«Empezó en enero este desarrollo, estábamos terminando de armar un kit para dengue porque en el país tenemos brote, pero cuando surgió la pandemia lo que se hizo fue adaptar la tecnología con algunos componentes y armamos el kit para detectar coronavirus. Lo hicimos en un tiempo récord», destacó Santiago Werbajh, investigador de la Fundación Pablo Cassará.

Werbajh contó que «en el día a día la dedicación es full time: arrancamos a la mañana temprano hasta que terminamos de trabajar a la tarde». «Estamos muchísimo tiempo en el laboratorio», afirmó el científico, que destacó que para ellos «es un logro poder ayudar ante esta emergencia para hacer testeos masivos y detectar el virus».

Por su parte, Luciana Larocca, investigadora del Conicet, sostuvo que «cuando apareció la problemática contamos con la capacidad humana y la formación científica para llegar a producir estos test diagnósticos con apoyo del Estado» y remarcó que «es un logro enorme a nivel país».

A su turno, Carolina Carrillo, también del Conicet y miembro del equipo, sostuvo que «el nivel educativo en general y el nivel de capacidades científicas que tenemos es realmente notable».

«Cuando viajamos por el mundo y nos comparamos con científicos de otros países estamos a la altura de las mejores formaciones. Además tenemos esa viveza criolla de «lo atamos con alambre». Conjugando las dos cosas es que logramos responder tan rápido y con eficiencia», aseveró Carrillo.

Los científicos presentaron el viernes pasado al presidente Alberto Fernández el nuevo kit que permite detectar coronavirus con poco equipamiento y a la mitad del precio que las pruebas actuales existentes en el mercado internacional.

«Este kit es muy fácil de operar. Es de índole molecular, es decir que identifica la presencia del virus en el momento que se toma la muestra. Es simple, rápido y económico», dijo Carrillo a Télam.

«Es mucho más simple que la PCR, no necesita un equipamiento costoso, demora poco tiempo, es de fácil manipulación y de interpretación de resultados a ojo desnudo, por dos colores», agregó.

La muestra se coloca en un tubo de reacción y se agrega la mezcla de reactivo, por lo que se ve un color violeta originalmente. Esta solución se pone a calentar una hora a 62 grados y allí se observa el color resultante: si sigue siendo violeta, la reacción es negativa, pero si cambia a azul, significa que se detectó coronavirus.

«Esta herramienta facilita su distribución y aplicación en lugares donde no tienen el equipamiento costoso de la PCR. En el mundo, actualmente, esta tecnología está aprobada en cuatro países, pero solo dos tienen kits: Argentina y Japón. Son súper simplificados, los otros requieren equipamiento costoso para la lectura de los resultados», destacó Carrillo.

El ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza, que este jueves visitó las instalaciones, resaltó que normalmente tienen que salir a buscar un reactivo de los PCR que hoy está entre 15 y 20 dólares.

«Esto puede fabricarse acá, entonces el precio final, que no está todavía definido, estaría a la mitad. Para la Argentina es una ventaja operativa importante», dijo a Télam.

«Hemos recibido pedidos de otros países, nos han pedido 500 determinaciones. Nosotros tenemos la obligación primero de abastecer la demanda del Ministerio de Salud y las provincias que van a querer este kit que permite ampliar la cantidad de centros donde hoy se realiza», aseguró Salvarezza y precisó que «en un mes vamos a pasar de los 10 mil testeos con los que hoy contamos a 200 mil».

Los científicos destacaron que la «pasión» por sus estudios hizo que lograran este objetivo, luego de que la ciencia en Argentina fue relegada por muchos años.

«Tuvimos altibajos en la ciencia, gente ignorante que nos mandó a lavar los platos y tal vez no nos vino a conocer para opinar eso. La ciencia hoy está muchísimo mejor, tener un Ministerio hace que se vele por los derechos y la ayuda que necesitamos los científicos», aseguró Werbajh.

«Para nosotros es un trayecto eterno. Yo estudié la licenciatura en biotecnología, después hice mi doctorado, el posdoctorado y después entré a la carrera del Conicet. Son años y años de estudio. Todo ese tiempo que estuve fui viviendo distintas etapas, donde hubo financiamiento, desfinanciamiento, frustraciones, y lo que me deja esto es que realmente es una pasión hacer ciencia, es tener ganas de hacerlo», destacó Larocca.

«Es el hito máximo, es un sueño aplicar todos tus conocimientos para el bien de la sociedad. Yo desde chica quería ser científica para salvar el mundo y esto es un poco así. Suceden las cosas que uno sueña», afirmó Larocca.

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