Un grupo de rosarinos y de otras latitudes que dicen interesarse por la protección y derechos de los animales salió a cuestionar la remodelación de las instalaciones del histórico y por ahora inactivo Acuario local. Uno de los puntos de discrepancia con el proyecto es el de “la exposición y sometimiento de las especies que son sacadas de sus hábitats naturales para encerrarlas en condiciones totalmente extrañas”, explicó una de las referentes del movimiento, Patricia Rabbiosi.
Las obras que se llevan adelante en el predio ubicado frente al parque Leandro Alem contemplan, entre otras cosas, la puesta en marcha del nuevo Laboratorio de Biotecnología Acuática que trabajará en los desarrollos tecnológicos para la conservación de especies autóctonas. Sin embargo, la proteccionista aseguró que ése es uno de los puntos interesantes porque “es sabido que las investigaciones de animales fuera de sus entornos arrojan resultados totalmente erróneos porque su comportamiento y conducta en esas condiciones nunca serán igual a la que tendrían en sus hábitats naturales”.
De la movida también participa la delegación local de la ONG Libera! Además, crearon el grupo de Facebook “No al Acuario en la ciudad de Rosario” que ya cuenta con 247 miembros y a través del cual sus integrantes comparten información de las actividades relacionadas con la protesta. “Nos interesa concientizar sobre el tema porque involucra a toda la ciudadanía, sobre todo por el gasto millonario, más allá de la procedencia de los fondos”, dijo.
Aunque el nuevo proyecto contará con un espacio para los peces que tratará de recrear con fidelidad las condiciones de su hábitat natural, la proteccionista aseguró que “la enseñanza que un niño se lleva cuando va a ver animales encerrados es engañosa porque sus conductas, fuera de su entorno, se vuelven estereotipadas, eufóricas, neuróticas y repetitivas”.
Si bien los proteccionistas aún no han tenido contacto con las autoridades provinciales para plantearles su disconformidad, Rabbiosi indicó que están en tratativas para hacerlo, como también en vías de organizar intervenciones artísticas y urbanas, disfrazados de dorados y bogas. “Un acuario es como un zoológico que en vez de tener leones y osos polares tiene peces. Además, el concepto mismo de esos lugares es cuestionado a nivel mundial ya que son sitios de encierro”, finalizó.
