Conmoción en Comodoro Rivadavia. Una mujer de 38 años fue estrangulada y prendida fuego en su cama en el quincho de la vivienda de su ex pareja, de quien estaba separada. Por el hecho el hombre fue detenido y acusado por el femicidio.
A Soledad Arrieta, de 38 años, su asesino la prendió fuego en la cama y después cerró la puerta de la habitación donde ella dormía en calle Juan Manuel de Rosas y Antonio Ostoich, del barrio Abel Amaya.
En el lugar la Policía Científica secuestró un tarro de thinner con huellas dactilares, alcohol de bebé y ácido para limpieza. También se secuestró un cable de acero de freno de bicicleta con la que habría estrangulado a la víctima.
Soledad estaba separada de Gustavo Cervera, con quien tenían tres hijos en común y con el que había discutido el día anterior y sobre el que recaen las principales sospechas.
El hombre este lunes a las 2 de la madrugada llamó a la Policía y dijo que le habían entrado a robar y que a Soledad «la habían prendido fuego».
La mujer murió quemada en su cama en una habitación del quincho trasero de la propiedad de su ex pareja, que residía en la parte delantera de una vivienda ubicada en Juan Manuel de Rosas 3596 en el barrio Mario Abel Amaya.
Arrieta se había mudado al quincho hacía unos meses y allí improvisó una habitación. Ocasionalmente dormían allí -sobre el suelo- sus hijos menores de 7, 9 y 13 años.
La pareja transitaba una separación que no era sencilla. Incluso los vecinos, amigos y familiares dieron cuenta de que el día anterior al femicidio habían discutido en duros términos.
Según las pericias que realizó la Policía Científica en el lugar del crimen, luego de prenderle fuego, se presume que su asesino cerró la puerta desde afuera de la habitación.
El comisario de la seccional 5ª, Jorge Calderero, informó en el lugar de los hechos que «la primera intervención se origina en base a un llamado al 101 donde se alerta que en esta vivienda habrían ingresado con fines de robo. Ante ese alerta viene la comitiva policial y se encuentra con dos menores que salían de la vivienda, uno de los cuales grita que a la madre la habían quemado. El policía toma recaudos preservando el lugar y llega al final de la vivienda en donde se encuentra a una mujer sin vida de 38 años de edad».
La primera versión de Cervera «era totalmente contradictoria y no tenía coherencia una cosa con otra», agregó.
Al lugar concurrieron el jefe de la Unidad Regional y personal del Ministerio Público Fiscal y a las 3.40 se detuvo a Cervera, mientras los menores quedaron a disposición de la Asesoría de Menores y de la familia de la víctima, y también vecinos del lugar.
Cervera también había dicho a los vecinos que habían ingresado ladrones y que a Soledad la quemaron, pero con el correr de los minutos quedó más que expuesto. Por ejemplo no había puertas ni ventanas rotas para ingresar al quincho-vivienda de la mujer.
Según comentaron las fuentes de la investigación al diario El Patagónico, Soledad estaba en una relación con un pai umbanda, religión que ella practicaba hace tiempo y que habría sido uno de los motivos de su separación.
Cervera, trabajador petrolero, se quedó con sus tres hijos menores en la casa ubicada en la parte delantera y una vecina dijo que estaba muy molesto con la mujer porque salía de noche.
Hasta la 1.35 Soledad intercambió mensajes con su nueva pareja, mientras a las 2 se produjo el llamado al 101 por el supuesto robo.
Algunos vecinos dicen que vieron a Cervera andar en bicicleta con los tres niños en la calle. A la más pequeña la llevaba sentada en la butaca de una playera. Dicen que solía pasear con los niños hasta altas horas de la noche y que el domingo cenaron hamburguesas. Los cuatro platos estaban aún sobre la mesa este lunes a la mañana.
«El pai vino y le pegó un par de trompadas a Gustavo», contaron los vecinos.
La agresión en medio del dolor se suscitó cuando la Policía y el Ministerio Público Fiscal -representado por Juan Carlos Caperochipi- realizaba la primera intervención en medio de la madrugada.
El cuerpo de Soledad fue llevado a la morgue judicial en donde se le realizó la autopsia forense.
Cervera quedó detenido a la espera del control de detención que realizará en el transcurso de este martes en la Oficina Judicial. La causa está en manos de la fiscal María Laura Blanco.
Pese a que los familiares le comentaron a la Policía que sabían que Soledad sufría maltratos y hostigamiento continuo por parte de Cervera, desde Fiscalía confirmaron que no había hasta el momento ninguna denuncia presentada por violencia de género que se hubiera judicializado.