Hollywood tuvo presente a las víctimas de los incendios de California en una ceremonia para otorgar un Oscar honorífico al compositor argentino Lalo Schifrin, conocido por ser el autor del tema de la serie Misión Imposible. El presidente de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, John Bailey, rindió homenaje a las víctimas del peor incendio jamás registrado en California. “Muchos miles de nuestros conciudadanos están sin hogar”, dijo Bailey, quien también se refirió a los casi mil desaparecidos. “Parte de nuestra propia historia también se perdió en el fuego en Paramount Ranch”, agregó, en alusión al sitio donde se filmaban westerns y HBO rodaba Westworld, que fue arrasado por las llamas.
Cartas y telegramas
Schifrin, de 86 años, escribió música para más de 100 films, entre las que se encuentran Bullitt (Peter Yates, 1968) y Harry el sucio (Don Siegel, 1972), como así también el tema de la serie Misión Imposible, un sello musical que abarcó la saga de películas que le siguieron. El argentino recibió el Oscar de manos de Clint Eastwood, quien personificó a Harry el sucio, tras un diálogo algo surrealista entre ambos octogenarios que fue más o menos en estos términos: “Lo que digas, puedes hacerlo en español. Le pondremos subtítulos”, dijo Eastwood.
“La música es un lenguaje universal que no necesita subtítulos”, replicó Schifrin. Acerca del éxito inmediato del tema de Misión Imposible, que compuso en pocos minutos, el músico argentino explicó: “La música para películas es como escribir una carta. La que se hace para televisión es como mandar un telegrama”.
Melodía popular
Existen pocos artistas tan versátiles como el argentino Lalo Schifrin (Buenos Aires, 1932), quien a lo largo de sus más de seis décadas de carrera compuso bandas sonoras para más de 100 films y series de televisión. Su música quedará por siempre en el imaginario popular a partir de la melodía que creó en 1966 para la serie Misión Imposible, pero suya es también la música de series míticas como Mannix o Starsky y Hutch. Schifrin es compositor, pianista y director de orquesta y estuvo nominado al Oscar en seis oportunidades y ganó cuatro premios Grammy. Como músico de jazz, Schifrin compartió escenario con artistas como Dizzy Gillespie, Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald, Stan Getz y Count Basie, entre otros. De joven viajó a París, donde se sumergió en el universo del jazz, un género que se convertiría en una de sus grandes pasiones y que influenciaría gran parte de su obra.
En el principio fue Gillespie
Schifrin vive en Beverly Hills, en Los Ángeles, en una casa construida a principios del siglo XX por el humorista Groucho Marx, en la que reside desde hace más de cuatro décadas. Llegó allí luego de que Gillespie lo escuchara tocar el piano y lo invitara a tocar con él en New York. Al cabo de unos años tuvo una propuesta de productores de Hollywood que buscaba músicos jóvenes ya que las orquestas sinfónicas –que ejecutaban las bandas sonoras de muchísimos films– habían pasado su cuarto de hora y se imponía renovar esa faceta tan importante de las películas. Así Schifrin desembarca en Hollywood, lo que acabaría por permitirle el salto a la fama en su rubro y la posibilidad además de trabajar en la televisión, que en ese momento implicaba una revolución en la comunicación artística. Él lo recuerda de este modo: “En esa época yo estaba haciendo muchas cosas en Hollywood, tanto en cine como en televisión. En aquel entonces componer para televisión era tan importante como hacer películas y todos los grandes compositores hacían las dos cosas. La televisión te daba mucha popularidad y visibilidad”.
Misión posible
El director cinematográfico y televisivo Bruce Geller llamó al representante de Schifrin y le dijo que estaba interesado en que escribiera la música de una nueva serie en la que estaba trabajando. Schifrin cuenta que fue al set de rodaje, conoció a los actores y se entusiasmó con la idea, sobre todo cuando Geller le pidió algo que fuera convocante, es decir, que cuando alguien escuchase la música la reconociera de inmediato. Al parecer y según lo que el mismo compositor confesaría después, fue el propio ritmo de la serie y cómo estaba dirigida lo que terminaría inspirándolo para encontrar esa rítmica.
Justamente sobre esa inspiración Schifrin expresó: “Cuando se compone algo uno se plantea un problema. La resolución de ese problema es la composición. Así que hay que dedicarse a ello por completo. Hay que trabajar, hay que poner las notas en el pentagrama, con tenacidad. La inspiración es transpiración también”.
Recuerdos del pasado
En no pocas oportunidades, el compositor aseguró que echaba de menos su país natal porque era alguien muy apegado a su pasado y que a él le gustaba recorrerlo como si fuera un viaje especial. “Argentina fue muy importante en mi vida. La extraño muchísimo. Es un país hermoso. A Argentina le debo mi formación y es el lugar del que proviene mi familia”, dijo durante la entrega del Oscar honorario, para luego bromear con Eastwood, elegido para entregarle en mano el galardón. Schifrin lo toreó diciéndole que quería verlo correr como lo hacía su personaje de Harry el sucio en la película, porque su energía de entonces era lo que lo inspiró para hacer la músicadel film Eastwood le dijo que esperaba hasta que se quitara el traje.