Nora Yolanda Bergamín, tenía 70 años y vivía sola en su casa del barrio de barrio San Miguel en Granadero Baigorria donde fue asesinada. Para la fiscalía la hipótesis fue de robo y un celular fue la punta del ovillo que llevó hasta el sospechoso de cometer el atraco y matar a la víctima. El móvil fue vendido a una joven que vive en las cercanías de la casa de Nora y ahora fue condenado, mediante un acuerdo abreviado.
La última vez que vieron a Nora fue el 28 de mayo, como no hubo novedades de ella el 2 de junio un familiar se acercó hasta su casa ubicada en French al 600 de la vecina localidad y se encontró con el cuerpo de Nora en avanzado estado de descomposición.
El fiscal Alejandro Ferlazzo se puso al frente de la investigación y un vecino, identificado como Leandro Brian S., fue detenido a poco del hallazgo cuando intentó escapar por los techos en pasaje French e Ituzaingó. El cuerpo fue enviado al Instituto Médico Legal y el informe de preautopsia determinó que se trató de una muerte violenta.
La hipótesis fiscal es que el vecino forzó la cerradura de la puerta de ingreso a la propiedad para robar y en esas circunstancias se produjo el crimen. Cuando se descubrió el cuerpo se detectó que además faltaba un televisor de 29 pulgadas, un celular, una pava eléctrica, un anafe, dinero en efectivo y medicamentos, contó el fiscal. El vecino terminó imputado por homicidio en ocasión de robo y se encuentra detenido preventivamente.
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El celular
Según la investigación, el celular Samsung Galaxy A 03 de la víctima fue vendido a una persona que habita en las cercanías del lugar del crimen.
Para la fiscalía Alejo Gálvez compró el móvil que pertenecía a la víctima y fue robado en su casa tras el crimen a sabiendas que era producto de un hecho ilícito. Le atribuyeron haberlo recibido o adquirido con ánimo de lucro.
El celular fue encontrado en el domicilio del imputado ubicado a cuatro cuadras de la casa de Nora donde fue secuestrado por el personal policial actuante el 12 de junio.
El sospechoso fue imputado por el delito de encubrimiento agravado por la gravedad del delito precedente en calidad de autor. Ahora, tras la presentación de un acuerdo abreviado entre la fiscalía y la defensa, se propuso una condena a 3 años de prisión condicional por el hecho más el cumplimiento de reglas de conducta.
La audiencia fue presidida por la jueza María Isabel Más Varela frente a quien el acusado consintió el acuerdo. Tras comprobar los requisitos de admisibilidad la magistrada dispuso la homologación del convenio que fijó una condena de condicional y el cumplimiento de reglas como prohibición de contacto por cualquier medio, ya sea por sí mismo o terceras personas, a los familiares de la víctima y prohibición de acercamiento a 500 metros a sus domicilios, lugares que frecuenten o de trabajo.