Poco les importó a los jóvenes rosarinos la lluviosa jornada de ayer, en la que festejaron el Día del Estudiante que coincide con la llegada de la primavera. Acaso previendo lo pasado por agua que se venía lo que es, precisamente, la estación de las lluvias, ya desde la noche los chicos se adueñaron de las calles y también improvisaron “pic-nics” nocturnos y guitarreadas en la costanera y en el Monumento. Los relámpagos de bien entrada la madrugada terminaron con un festejo pero dieron paso a otro: desde temprano por la mañana importantes grupos de adolescentes desafiaron la lluvia y los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional –que decían que no pararía– y, con ímpetu, cargaron mochilas, heladeritas y demás implementos para ocupar los espacios preparados para las distintas celebraciones.
Cerca del mediodía y con una leve, aunque constante llovizna, alrededor de 250 chicos brindaban una peculiar postal del corredor ribereño que desemboca en el La Florida, en la zona norte de la ciudad. En clara demostración del espíritu joven, la rebeldía de los pibes, en este caso, ante el clima, se destacó en la gris tarde de ayer frente al Paraná. Allí las sombrillas para el sol pasaron a ser útiles y amplios paraguas contra la lluvia, y los chicos disfrutaron del variado menú de números juveniles en vivo y sorteos preparados para ellos.
En tanto, sobre la entrada, los controles policiales y de seguridad realizaron la requisa a los jóvenes que había sido anticipada, e incautaron bebidas alcohólicas, prohibidas en la playa rosarina. Tal como lo había anunciado el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Luis Baita, personal de Policía, Prefectura, Gendarmería, Guardia Urbana Municipal, Control Urbano, Inspección y Tránsito estuvieron al frente de los operativos.
Festejo aguado
“No trajimos paraguas porque creíamos que iba a mejorar”, apuntó Javier, estudiante del Nacional 1, que junto a sus compañeros se abrigaba bajo un cartel a la espera del próximo grupo musical en subir al escenario que montó el Complejo de la Florida. Sin embargo, la paciencia de algunos jóvenes se fue agotando a medida que la lluvia los mojaba más y más. Por ello, muchos emprendieron el regreso a sus hogares para regresar si el tiempo mejoraba, o quedarse a salvo de un seguro resfrío.
Las mismas escenas, con menos arena pero más barro, se vivían a esa hora en la costanera céntrica. Sobre la llamada “Franja Joven del Río”, junto al parque a la Bandera, la convocatoria desde la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario y el Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, para disfrutar de un día al aire libre más una serie de propuestas culturales sufrió cambios de locación merced al clima, e incluso algunas actividades debieron ser suspendidas.
Por caso, el escenario de FM Vida en la explanada del Parque España se mudó rápidamente al Galpón 11. Por su parte, el escenario folclórico donde iban a actuar Damián Verdún, Aldana Moriconi, Luciano Jazmín, bailarines y “Djs” y se iban a producir exhibiciones de “parkour” –desplazamiento con obstáculos–, feria solidaria, espacio de cumbia y las canchas de fútbol tenis y vóley organizados por la Dirección de Deportes y Recreación fueron suspendidas, según informaron desde la Secretaría de Cultura.
Además, una gran cantidad de actividades –como la carpa de los talleres de Historia del Rock, Fotografía, Cómic, Construyendo Derechos o el espacio de Presupuesto Participativo Joven– del Centro de la Juventud que iban a realizarse en el exterior fueron en parte suspendidas y en parte trasladadas bajo techo.
A su vez, la programada milonga electrónica a cargo del equipo de la Casa del Tango con música en vivo, bailarines, acrobacias, se pasó al Galpón 17. En tanto, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) concluyó ayer la Fábrica Infinita, un gran espacio de construcción de objetos con materiales recuperados para la producción y sensibilización, en relación con la gestión de residuos y el cuidado del medio ambiente.