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«Con animales en tu plato seguís perpetuando el patriarcado»

La cantante, compositora y militante feminista Liliana Felipe, de regreso en Rosario, hará un repaso por los clásicos de su repertorio, en un momento en el que busca dar visibilidad a su lucha contra al llamado especismo

“Estoy muy feliz de poder estar en la Argentina justamente en este momento que es emblemático, porque el debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo es algo que ha trascendido las fronteras del país más allá del resultado de la votación”, expresó la cantante y compositora Liliana Felipe, que participó como artista invitada de uno de los escenarios montados en cercanías del Congreso en la previa de la sesión en Senadores de la semana pasada, y que este domingo regresa a la ciudad tras un tiempo de ausencia. Felipe hará un repaso por sus clásicos con un fuerte mensaje en favor de los animales, algo que ocupa su tiempo y marca su agenda en los últimos años.

“Debo decir que es lamentable el nivel que hemos visto todos en la Cámara de Senadores, siento que además son como un papel transparente, como la tontería que está rodeando todo esto, ellos no entienden; es como si hubiesen votado en contra de la abolición de la esclavitud, por eso es algo vergonzoso”, agregó en la continuidad de la charla.

“Los senadores puede ser que sigan arropados –completó–, que sigan felices cobrando sus grandes sueldos, pero para todos, para la humanidad, el que hicieron fue un papel vergonzoso. Y creo que los senadores de esos 38 votos en contra del proyecto de ley, más las abstenciones, más el ausente, deberían retirarse de la vida política ya mismo. Que piensen que pueden opinar acerca de la decisión de una mujer me parece de una violencia inaudita; es como que ellos están con Tomás de Torquemada en la hoguera de la Inquisición, es un papel tristísimo de los hombres y sobre todo de esas mujeres que actúan como de rebabas, pedazos colgantes de una cosa totalmente indiferente e ignorante. Será ley, no tengamos la menor duda, además no sólo eso, sino que es una bandera mundial en este momento, gracias al trabajo incansable de las mujeres”.

Un paso más

Consciente respecto de que esta cuarta ola del feminismo viene empoderándose desde diversos rincones de Latinoamérica, y habiendo sido mascarón de proa de ese movimiento hace décadas con sus feroces críticas al machismo imperante, del mismo modo que al avasallamiento de la Iglesia y su peligrosa “convivencia” con el Estado, la artista, que dejó la ciudad de Córdoba en 1976 cuando partió de gira para recalar finalmente, y dictadura mediante, en la Ciudad de México, expresó: “Ver a todas esas mujeres en las calles con sus pañuelos verdes defendiendo sus derechos es muy emocionante; definitivamente es muy alentador. Lo que veo, y lo que siento que yo puedo aportar en este momento, está relacionado con lo que dijo la filósofa y activista antirracista Angela Davis hace tres o cuatro años en una conferencia en Alemania, donde sostuvo: «Lo que sigue al feminismo es revisar la alimentación». Para mí, eso ha sido clarísimo desde hace muchos años, y siento que nuestra consigna, la de las mujeres, debe ser «ni oprimidas ni opresoras»; debemos dejar de oprimir a todas las otras féminas, a todas las otras hembras, a todas las otras mujeres y personas en general, mujeres y hombres, que son esclavizados, torturados y violentados eternamente por la industria alimentaria, porque comer es, bajo todo punto de vista, un hecho político”.

Vegana desde hace años, y en relación con el camino que ha tomado en este tiempo de acción y compromiso, ejemplificó: “Lo que quiero ahora es sensibilizar a todos los que hemos sido violentados por este sistema que es patriarcal, machista, capitalista, carnívoro y neoliberal; debemos sensibilizar a toda la gente acerca de que hay otra manera de vivir, sobre todo, los que hemos sido violentados, en todas las formas y géneros más allá de lo LGTBI; los que militamos por los derechos humanos, los desaparecidos, los migrantes, los niños utilizados en pornografía, los familiares de las mujeres asesinadas en femicidios, entre más, debemos ver que podemos vivir sin continuar siendo cómplices de esta violencia, porque con un animal en tu plato, seguís perpetuando el patriarcado”.

Canciones y reflexiones

La cantante, que trabaja desde los 24 años por los derechos humanos y actualmente por los derechos de los animales no humanos, lleva compuestas más de quinientas canciones, al tiempo que ha editado una veintena de discos siempre de manera independiente. Entre sus últimas producciones, dentro de un vasto recorrido que incluye también música para teatro y cabaret, grabó Tangos de Discépolo (2011) y La mujer que mató a los peces (2014).

“Será un show en el que trataré de hacer lo que siempre me ha motivado a componer: meterle el dedo a la Iglesia, a la edad, al amor, a la lucha feminista, a la lucha por los derechos humanos, y ahora, a la lucha por los animales, que no es que no tengan voz, la tienen, pero nosotros, que estamos taponados de grasa, no los podemos escuchar; nuestra ignorancia llega hasta ese grado”, expresó.

Felipe, nacida en la provincia de Córdoba y radicada en México hace décadas, es pianista, compositora y cantante, pero sobre todo, es una militante cuya obra se caracteriza por sus señalamientos contra el autoritarismo en todas sus formas, la hipocresía de la Iglesia católica, el poder mediático, el machismo, la desigualdad, el racismo, el sexismo y ahora el especismo, “que es a la especie lo que el racismo es a la raza y el sexismo al sexo; es una discriminación basada en la especie, y casi siempre a favor de los miembros de la especie humana”, sostuvo. Y completó: “Hay que empezar a abrir un poquito la cabeza, el corazón, la empatía, la compasión, el amor… yo no sé qué, pero necesitamos empezar con una pequeña revolución de amor. No es necesario matar animales, no están para que los comamos, nos divirtamos, nos vistamos, experimentemos en laboratorios; los animales son nuestros compañeros en este planeta”.

Historias con sangre

Apelando a la memoria y al imaginario colectivo en relación con una serie de hechos que tiñen con sangre la historia argentina, Felipe repasó una anécdota de los últimos días. “La sangre ha marcado nuestra historia en muchos aspectos. Por ejemplo: yo no lo sabía, pero yendo en un taxi en estos días en la ciudad de Buenos Aires, pasamos frente a la Casa Rosada y el taxista me recordó que a la cal la coloreaban con sangre, de allí el color rosado de la fachada. Y la gente que me trajo al país es la del Centro Cultural Torquato Tasso, frente a Parque Lezama; parada frente a ese parque, tomé conciencia de que allí, hace 150 años, se vendían esclavos humanos. Cuando hablo de estos temas, me refiero a esta cosa de normalizar la violencia, el maltrato y la tortura que tenemos instalada desde siempre; esto de decirle «el asadito» a un cadáver, del mismo modo que «la lechita» o «el quesito», cuando todo eso está lleno de un enorme dolor y muerte, y para lo único que sirve es para seguir enriqueciendo a los ricos de siempre”.

Y como método para correrse de ese lugar, ejemplificó: “Creo que hay que empezar a entender que es nuestra responsabilidad si queremos que eso cambie. Para mí es muy claro, en relación a esto que digo, dónde fue ungido como presidente Mauricio Macri, me refiero a la «Suciedad» Rural Argentina. Si nosotros no entendemos lo que estamos comiendo, seguimos dándole el poder a ellos”.

Cuando se cumplen cuarenta años del Mundial 78, uno de los momentos más feroces y sangrientos de la última dictadura cívico-militar, en paralelo, se cumplen también cuatro décadas de la desaparición de su hermana Ester y de su cuñado, cuando ella ya estaba en el exilio. “Los 40 años de la desaparición de mi hermana se cumplieron en enero y es algo muy difícil, porque siempre está presente, es algo que no se tranquiliza nunca, pero de todas maneras me da mucha fuerza y sentido para seguir luchando, porque tengo la impresión de que mi hermana hubiera estado junto a mí en esta lucha por los derechos de los animales, porque esta lucha incluye a los animales que somos nosotros, nada más que cambia la perspectiva. Cada día más, me llena de orgullo pensar que hubo gente que no se dejó aplastar por el poder, porque sus banderas eran muy claras, más allá de que, desgraciadamente, pagaron con sus vidas”.

Para agendar

Liliana Felipe se presentará en el Teatro de Plataforma Lavardén, de Sarmiento y Mendoza, este domingo, desde las 20.30. Las entradas se pueden adquirir en la boletería del teatro

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