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Con desdoblamiento por sectores, restricciones y nueva disparada del blue, el gobierno encara el año electoral

Dos importantes analistas financieros locales abordaron las problemáticas que atravesó el gobierno nacional durante el año y analizaron lo ocurrido desde la llegada de Massa. También deslizaron las posibilidades que tiene el oficialismo de mantenerse competitivo de cara a las elecciones de 2023

Los últimos días de diciembre le pusieron un freno a la paz cambiaria que había logrado el gobierno nacional en las últimas semanas. El nuevo salto del dólar blue se dio en la previa a la temporada de vacaciones, donde habitualmente crece la demanda, pero también se dio casi en paralelo al conflicto que protagonizaron Nación y Caba por el tema coparticipación, y en simultáneo a operaciones del Banco Central en el mercado financiero. Varios factores que podrían explicar una nueva disparada y pocas certezas sobre cuál es en definitiva. La incógnita es cómo repercutirá en la economía cotidiana y en el mapa electoral 2023.

Durante este 2022 el gobierno nacional tuvo más de un dolor de cabeza por la volatilidad cambiaria y dispuso medidas de todo tipo para contener la situación. El gran dilema volvió a ser la falta de dólares y la incontenible pérdida de reservas. Con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía se agudizaron las restricciones a las importaciones, se implementó el dólar soja y cotizaciones diferenciales para otros sectores con el objetivo de incrementar el ingreso de divisas al país.

En diálogo con El Ciudadano, dos importantes analistas financieros locales abordaron las problemáticas que atravesó el gobierno nacional durante el año y analizaron lo ocurrido desde la llegada de Massa. También deslizaron las posibilidades que tiene el oficialismo de mantenerse competitivo de cara a las elecciones de 2023.

El director de la Fundación Pueblos del Sur, Esteban Guida, remarcó como insoslayable la tutela que tiene el Fondo Monetario Internacional sobre las cuentas públicas para evaluar cualquier tipo de movimiento del Ejecutivo.

Sus principales conceptos

El acuerdo con el FMI es el marco de referencia. Hasta el ingreso de Sergio Massa por Martín Guzmán el programa no cumplía las pautas del Fondo y eso complicaba la situación. Massa tiene un poder político distinto y hace lo que haya que hacer para cumplir con el Fondo, aunque algunas cláusulas no se han cumplido.

La restricción a las importaciones se han llevado a un límite tal que las empresas no saben si pueden importar o no. Con los cambios de mecanismos para solicitar dólares, el gobierno maneja el tema día a día con un criterio discrecional que genera alta incertidumbre en el mercado.

Hay incertidumbre respecto a las divisas que van a ingresar al país. Los tipos de cambio diferenciales tienen un efecto cada vez menor. La cosecha tiene una estimación a la baja por la sequía, no hay mucho más.

Puede seguir sin devaluar, porque hay tipos de cambio múltiple. Está el oficial, pero después hay otro tipo de cambio para otros sectores. Hoy el comercio exterior prácticamente se está manejando con el financiero. Se pueden dar devaluaciones en determinados  mercados sin necesidad de aplicar una devaluación al estilo tradicional, sobre el oficial.

El horizonte temporal acá es corto, el planteo es llegar a las elecciones. No hay un programa económico de mediano plazo. Hay medida aisladas en el marco de un programa de estabilización.

Blue: al ser un mercado chico puede tener variaciones incluso por cuestiones que no están en la prensa. Coincide con el final de año y un movimiento turístico que presiona sobre el dólar. La verdad me cuesta asociar el fallo de la Corte favorable a Caba con el dólar blue, es bastante rebuscado.

Sí es seguro que el Banco Central está operando en el mercado financiero. Hace ventas de bonos que se utilizan para operaciones de dólar legal y eso sí genera movimientos en los tipos de cambio.

El tema es que hay muchos medios que utilizan caprichosamente el blue de acuerdo a su conveniencia.

Hay una estabilidad momentánea cambiaria y de precios.

Por su parte, el analista financiero, Federico Fiscella, se refirió a lo ocurrido durante los últimos días con la disparada del dólar informal y evaluó cuanto puede influir el clima político.

Su principales conceptos

Políticas de fondo para cambiar el panorama no hay. Tenemos muy pocos recursos y mucha deuda, los plazos los va definiendo el calendario de deuda, lo que se van tomando son medidas temporales para cubrir el bache.

En abril o mayo habrá que ver como viene el dólar, cuánto afecte la sequía. La idea es llegar al final del verano sin que se le vaya demasiado, con la idea de pelear la elección.

Es preocupante el salto de los dólares alternativos desde el lunes, porque Massa lo venía controlando. Esto quizás afecte en la inflación de enero.

Dólar agro. Permitió engrosar reservas y que el Central modere la devaluación del oficial. Lo que pasa con el blue tiene que ver con especulación de un sector pequeño que responde a los intereses de la oposición y juega sus fichas en una semana en la que venía todo tranquilo después del Mundial, incluso con Massa metiendo datos interesantes hacia fin de año.

Una justificación tuvo que ver con el fallo de la Corte, pero creo que tiene más que ver con embarrarle un poco la cancha a Massa. Hay grandes cambistas en Buenos Aires que condicionan el precio del blue. Si bien la inflación sigue alta no hay grandes justificativos para este salto.

Massa le hizo el ajuste al Fondo, hubo una suba de los bonos, una baja del riesgo país y sin embargo el blue subió estrepitosamente. Ahí hay movimientos políticos.

Alternativas a la devaluación

Seguramente Massa tenga que seguir con las versiones de dólares desdoblados para sectores que se lo puedan proveer.

Va a continuar con parches para llegar a abril y que ingresen dólares de la cosecha. No debería pasarse con los gastos de campaña porque se lo pueden facturar antes de las elecciones.

Lo que le queda es seguir con una administración política, validando contactos en el exterior y refinanciando deudas, es decir, una continuidad de la política que llevó adelante este semestre.

El pragmatismo sin dudas es antipático, pero en pocos meses Massa metió algunos resultados más positivos que los que obtuvo Martín Guzmán y cortó con la inercia negativa que tenía el gobierno de Alberto.

Más política y resolución. Ya lo ha hecho y lo podría continuar, aunque el rival parece que va a jugar más fuerte, ya lo estamos viendo.

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