El fiscal federal Federico Delgado dijo que su ciclo como representante de primera instancia «está terminado», y lamentó la «fenomenal empresa comercial montada alrededor de la Justicia», con personajes como el falso abogado Marcelo D’Alessio, sobre el que advirtió: «Hay muchos como él en tribunales».
«Mi ciclo como fiscal está terminado», lanzó, tras remarcar que la función que desempeña empezó a interferir en su vida personal, en diálogo con la señal A24.
«Creo que mi ciclo como fiscal en la primera instancia está cumplido. Me tocó trabajar mucho, casi siempre bien. En la cancha di todo. Pero en un momento los costos personales son tan altos que dejan de ser una frustración personal y empiezan a afectar la vida calidad de vida», expresó. «Además, creo que permitir que haya una rotación es sano», sostuvo Delgado, de 49 años, quien arrancó en la Justicia cuando tenía 19.
El fiscal dijo que «muchas razones» lo llevaron a esta decisión: «Llega un momento en que uno tiene que saber que los cambios son necesarios. La Justicia necesita el oxígeno de los pibes. La Argentina a veces cansa y las situaciones también. Trabajar en un trapecio sin la red abajo cansa».
«Hay una fenomenal empresa comercial montada alrededor de la cuestión judicial, montada por políticos, empresarios, judiciales, que tiene rasgos sistémicos», denunció el fiscal y agregó: «La Justicia hace cualquier cosa menos justicia» .
«Esto viene desde hace mucho tiempo y es resultado de un proceso. Estamos asistiendo a una degradación y en general la institucionalidad argentina tiene una gran crisis de autoridad, de legitimidad. La Justicia no escapa a eso y es tan grave como la economía, porque nos quedamos sin ningún lugar donde nos refugien», sostuvo Delgado.
«Hay muchos «D’Alessios», él es un concepto. Gente que siempre vende una influencia simulada, el clásico solucionador de problemas; está lleno de eso, y algunos, incluso, habitan la sala de periodistas», afirmó.
Delgado consideró que se trata de una «degradación que viene desde hace mucho tiempo», por eso pidió que la «gran mayoría que habla por lo bajo, hable, ya que con los silencios también se degrada».
También se refirió al extraño accidente vial que sufrió: «Me atropellaron con un auto, al tipo le dieron una probation, pasó un semáforo en rojo y me costó 100 puntos».
«Cuando uno ve los hechos como sucedieron… prefiere no pensar (que fue intencional), pero uno se queda pensando», deslizó en referencia al episodio que vivió el 7 de junio de 2017, cuando arribaba a los tribunales de Comodoro Py.
Sobre la causa de los cuadernos analizó que es una «gran oportunidad para salir (de la crisis de la Justicia) o para caer en un enorme fracaso».
«Que salga bien significa que salga una sentencia aceptada por la sociedad», dijo, y citó «es muy groso lo que se cocina en ese expediente. Lamentablente, esa causa llega a nuestra Justicia cuando no estaba preparada para recibirla, en términos de legitimidad social».