Finalmente y tras un largo debate, la Cámara de Diputados dio este jueves media sanción al polémico Presupuesto 2019 gracias al apoyo de diputados justicialistas que responden a gobernadores, pese al brutal ajuste que afectará a las provincias, que en el caso de Santa Fe se cuantifica por cerca de 10.000 millones de pesos.
La llamada “ley de leyes” fue consensuada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno necesitaba la media sanción antes de la reunión de hoy del Directorio Ejecutivo del FMI para decidir si acepta el préstamo stan by a la Argentina, algo que desde el gobierno dan por sentado. La media sanción terminó siendo un regalo de Cambiemos a la directora del Fondo, Christine Lagarde.
El crédito de 57.000 millones de dólares garantiza el pago de intereses a los tenedores de bonos Argentinos. Pero el ajuste es hacia adentro, principalmente hacia el interior del país. Además de no estar contemplado el pago de la deuda histórica, Santa Fe perderá cerca de 10.000 millones de pesos en 2019 con la quita del fondo sojero y el traspaso del incentivo docente y de los subsidios de las tarifas de transporte y electricidad a la provincia. También sufrirá una reducción significativa de la obra pública, según advirtió el diputado nacional del Frente Progresista Luis Contigiani.
“Le estás sacando muchos recursos al interior para llegar al déficit primario cero que exige el FMI. Para lograrlo necesitan este presupuesto que ajusta por 600.000 millones de pesos”, señaló Contigiani a El Ciudadano.
En el mismo sentido se manifestó el diputado nacional del Frente Renovador Alejandro Grandinetti: “Es un presupuesto concentrado en el poder central. Todos los argentinos financian obras en Capital Federal. Se ve más que nunca el centralismo porteño”.
Aliados peronistas
Cambiemos contó con el apoyo de diputados que responden a varios gobernadores peronistas para que salga la media sanción con 138 votos. De ellos, 108 fueron oficialistas y tres del bloque de Martín Lousteau.
Se sumaron cinco diputados alineados con el mandatario de Misiones, Hugo Passalacqua, y cuatro con el cordobés Juan Schiaretti.
También tres santiagueños alineados con Gerardo Zamora y dos catamarqueños que responden a Lucía Corpacci, así como otros tantos que aportó Juan Manuel Urtubey (Salta), Domingo Peppo (Chaco) y Sergio Casas (La Rioja), Sergio Uñac (San Juan) y Gustavo Bordet. Un tucumano alineado con Juan Manzur también respaldó la iniciativa, al igual un legislador chubutense que responde a Mario Arcioni, a lo que se sumó un voto del Movimiento Popular Neuquino, de Omar Gutiérrez.
En ese contexto la situación no fue homogénea ya que el salteño Javier David, del bloque Justicialista votó en contra y tres tucumanos de esa bancada se abstuvieron.
El bloque Argentina Federal tuvo más desgajamientos: el bonaerense Diego Bossio, el mendocino Pedro Miranda y la jujeña Carolina Moisés votaron en contra.
Por la abstención también se inclinaron tres diputados peronistas pampeanos que responden al gobernador Carlos Verna, así como el randazzista Eduardo Bucca.
Se añadieron para conformar la mayoría que generó el oficialismo dos votos: José Luis Ramón (monobloque Protectora Mendoza) y de Oscar Macías (PJ Corrientes).
En la vereda de enfrente, los 103 votos negativos implicaron la suma de los integrantes del Frente para la Victoria, a los que se añadió el Frente Renovador y el bloque ahora liderado por Felipe Solá, Red Por Argentina.
Así, la unidad peronista que parecía gestarse con un rechazo unánime a pago retroactivo en favor de las empresas gasíferas, pareció resquebrajarse. Tanto Grandinetti como el líder de la bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, no lo consideran así.
“Sabíamos que el gobierno iba a negociar con gobernadores y hay diputados que responden a ellos. Esto demostró que los peronistas tenemos diferentes maneras de pararnos ante el gobierno. Esto hay que computarlo pero no se trasladaría linealmente hacia el futuro. Falta que pase mucha agua bajo el puente”, dijo Rossi a El Ciudadano dejando abierta la posibilidad a la unidad del peronismo de cara a las elecciones de 2019.
Grandinetti agregó: “Es necesaria la convergencia para tratar de confrontar con este modelo. Necesitamos llegar a acuerdos básicos, más allá de las posiciones diferentes”.