Desde 2014 Antonio Ratner es el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario. Habló con El Ciudadano sobre el presente de la planta municipal y consideró que el intendente se alinea con las políticas nacionales y provinciales de ajuste. Le preocupa, en particular, el rumbo que tomarán la políticas públicas ante el aumento de la demanda de servicios del Estado como la salud, en un contexto de inflación, sueldos que no alcanzan y aumento de la pobreza.
—¿Qué representa el gobierno de Javier Milei para el conjunto de los trabajadores?
—El gobierno de Javier Milei representa el ajuste, una transferencia de recursos de los sectores que menos tienen a los sectores que más tienen. Esto se desprende de las propias frases del presidente cuando dice “voy a achicar el Estado, para agrandarle el bolsillo a los empresarios”. Él se jacta de que lo está haciendo bien pero quienes padecen esta situación son los empleados públicos, los jubilados, los que trabajan en la economía informal que es el 45 por ciento de los trabajadores activos y que hoy no tienen la posibilidad de tener una obra social seguridad social, esto funciona con desocupación y con transferencia fenomenal de recursos, pago de deudas y también al sector empresario.
—¿Qué representa el gobierno de Maximiliano Pullaro para el conjunto de los trabajadores?
—Desde nuestra óptica el gobierno de Pullaro representa para los trabajadores el mismo ajuste que se está haciendo a nivel nacional. En la provincia se hace lo mismo: una reforma previsional de la cual no son responsables los beneficiarios de la caja de jubilaciones, sobre el déficit que tiene la caja de jubilaciones en lugar de reclamarle a la Nación lo que le debe a la provincia se le reclama a los trabajadores más aportes para poder seguir cobrando la jubilación y después achicamiento del Estado. Hay un dato muy curioso, Pullaro jamás nombra la palabra industria. siempre se refiere al campo, él está jugado a ese sector esperando que eliminen el cepo, esperando una devaluación, pero deja de lado las pymes, las industrias y al sector público y sobre todo deja de lado la educación y la seguridad en la provincia.
—¿Cuál es la situación laboral de los trabajadores municipales de Rosario?
—Javkin está alineado a la política nacional y provincial, lo que nos complica a nosotros muchas veces el diálogo en la búsqueda de soluciones para los trabajadores. Antes teníamos una mesa de relaciones laborales que ahora no funciona y casualmente desde el 10 de diciembre de 2023 no funciona. Desde ese día hubo cambio de política, cambio de escenario y también cambio de gobierno.
Se habla permanentemente de la chequera del Estado, de las reparticiones, la tercerización de los trabajos que eran municipales. Es una situación muy difícil que no logramos superar.
En esa mesa de relaciones laborales cada compañero que tuviera a cargo una secretaría de la municipalidad junto al secretario de cada uno de las áreas municipales dialogaban, se ponían de acuerdo y ahí surgían las promociones, los adicionales, todo lo que sea un avance en la relación laboral entre municipio y trabajadores. A partir del 10 de diciembre esto no existe más.
Es una situación muy difícil, llegamos a un paro de 24 horas en el mes de mayo con un pedido de aumento salarial, terminamos en el ministerio de trabajo acordando un acta, revalorizando esa mesa de relaciones laborales pero hasta ahora no hemos logrado reunirnos con la municipalidad de Rosario.
—¿Cómo está conformada la planta municipal?
—Son 10 mil trabajadores, casi la totalidad está sindicalizado. El 50 por ciento trabaja en la salud pública. Si bien es facultad de la provincia mantenerla, ¿qué hizo? Se la dio a la ciudad de Rosario hace muchos años. Entonces dentro de las facultades no delegadas de la Nación está la salud y la salud en Rosario la cubre la municipalidad.
O sea que cinco mil agentes trabajaban en la salud pública, son siete hospitales, 52 centros de salud. La presencia del Estado es a través de los centros de salud. Después tenemos desarrollo social, áreas de control, distritos en cada uno de los barrios de Rosario y el área administrativa que es aduana y correo. Esa es la municipalidad de Rosario.
En las áreas operativas tenemos muchísimas dificultades porque se están tercerizando los trabajos que antes hacían los empleados municipales y hoy lo hacen empresas disfrazadas de cooperativas.
—Que no es lo mismo que trabajadores contratados
—No es lo mismo. Y hoy no sabemos cómo es esa situación que decís. Porque este tan difundido derecho a la información hoy es un problema de Estado en Rosario. Acá no tenés acceso a la información de la Municipalidad de Rosario. Lo podés hacer como periodista y sobre un tema determinado. Pero acá a nosotros no nos llegan los decretos de los nombramientos, de las transferencias, de los que se van a Santa Fe a trabajar que se los nombra en Rosario pero se van a trabajar a Santa Fe al Gobierno.
—¿Por ser el mismo signo político?
—Claro. La Municipalidad reserva el cargo a todos los que se van a Santa Fe. Terminado el gobierno de Pullaro, ¿qué hace esta gente? Vuelve a la Municipalidad de Rosario y le tienen que dar un puesto de trabajo.
Estas son las diferencias que te marcaba que tenemos con la Municipalidad y evidentemente lo de Santa Fe con este avance de la reforma jubilatoria, hay una ecuación.
Los sistemas de reparto solidarios en las cajas de jubilaciones funcionan por cada tres activos es el sueldo de un jubilado. Si uno suma tres sueldos de activos aportes jubilatorios más los aportes patronales le va a dar un 72 por ciento, lo otro son impuestos locales para llegar al 82 por ciento.
Pero si estamos en el achicamiento del Estado, estamos en no nombrar personal dentro de tres o cuatro años, una caja sustentable que no es deficitaria como tenemos en Rosario, los trabajadores municipales van a empezar a tener dificultades, lo que pedimos es que no se nombre personal pero sí que se haga alta por baja. O sea que se jubile un trabajador y tenga la posibilidad de que ingrese alguien que aporte al sistema para después cobrar las jubilaciones.
Esta es una discusión permanente y la reforma que se hace hoy en el Estado deja mucho que desear. Así lo han manifestado todos los trabajadores del arco público en la provincia de Santa Fe.
Esto más la política salarial que vamos a tener para discutir en el último trimestre del año. Vemos que a nivel nacional algunas organizaciones firmaron aumentos salariales cero para los tres últimos meses del año. O sea estamos en el dos por ciento, el gobierno dijo que no lo va a homologar. Empleados públicos cero para octubre, noviembre y diciembre. Hay algunos que pueden festejar esta decisión pero hay muchísimos, más de 150 mil familias en la provincia de Santa Fe que no van a estar de acuerdo y que van a luchar por su salario. Esto es lo que se avecina. El ajuste se hace a los que trabajan, a los jubilados, a los que necesitan.
Tenemos un 45 por ciento de empleo informal. O sea los que venían a poner el orden, los que venían a poner un estado eficiente controlador… Desaparece el Estado, esto es lo que ha dicho Milei y viene a achicar el Estado para agrandarle el bolsillo a los empresarios. El achicamiento es sobre nuestras espaldas y hay que ver cómo reaccionan los gremios.
—Decís que la mitad de la planta son trabajadores de salud. En la época de pandemia se hablaba de si se iba a compensar todo el esfuerzo que estaban haciendo, porque si bien muchos sectores la pasaron mal ellos eran un sector particularmente bajo presión. ¿Qué pasó después de la pandemia?
—Fuimos declarados empleados esenciales, el ochenta por ciento de los trabajadores municipales. Desarrollo enviaba los alimentos a los que estaban en su casa y no podían salir por el aislamiento obligatorio, los medicamentos de los centros de salud se los llevaba a los vecinos, había atención domiciliario, internaciones.
El Estado estableció la no circulación de vehículos ¿pero quién controla que no circulen los vehículos? Las áreas de control municipales. Todo esto llevó a que un mes después de la cuarentena salga el secretario a decir que salud era solo el 10 por ciento de los empleados municipales y que no alcanzaba para cubrir las demandas de la pandemia.
Nosotros veíamos que a las nueve de la noche aplaudían a nuestros médicos y nuestras enfermeras pero al mes ya ponían cartelitos en los ascensores diciendo que se muden del edificio porque los iban contagiar…
Ahora estamos viendo las consecuencias del pluriempleo, las consecuencias de una falta de protocolo provincial. Nos juntamos enfermeras, personal de higiene sanitaria, médicos, infectólogos, epidemiólogos, y definimos un protocolo local que evitó muchísimas situaciones complicadas con la pandemia. Salvó la vida de muchos trabajadores y a eso habría que agregarle el pluriempleo, los que trabajaban en otros lugares y venían a las dependencias municipales donde había un protocolo pero los que venían de afuera muchas veces teníamos que aislar a toda una sala de la salud pública.
Parques y paseos que tiene que ver con los parques o los paseos, con el césped, con los yuyos, con los árboles, con plantas pero en ese momento tuvo que confeccionar los tapabocas. Hacían horas extras para hacer barbijos y distribuirlos y después había que adaptar un camión para sanitizar todas las veredas de los hospitales donde hacían cola para ir a hacerse los test de covid.
Ni hablar de los cementerios. ¿Te acordás de la publicidad sobre todo en Brasil donde mostraban pozos con máquinas y con palas para enterrar cuerpos? Acá los tuvimos que enterrar.
En Rosario vienen a la vida a través de la Maternidad Martin y de la Roque Sáenz Peña. El 50 por ciento de los chicos que nacen en Rosario nacen en maternidades públicas. Tenemos un centro de especialidades médicas y siete hospitales, algunos emblemáticos como el Hospital de Niños J. Vilela, el HECA, ahora tenemos un hospital zonal y el policlínico San Martín ya tiene guardias propias
Además, con el aumento de las prepagas y con los despidos se generaron 80 mil nuevas historias clínicas en la salud pública. Ahora, sin insumos y sin saber adónde vamos, ¿cuál es el futuro de la salud pública en Rosario? Son interrogantes que no tenemos una mesa de diálogo para que alguien nos diga hacia dónde marchan.
—Nombraste la cuestión del pluriempleo, ¿desde cuando empezaron a notar eso?
—Esto fundamentalmente se da en los sectores profesionales, muchos arquitectos o agrimensores o ingenieros que trabajan en la municipalidad de Rosario pero en una obra privada ganan seis veces más de lo que ganan… Entonces no hay opción… Y los médicos igual. Hay pocos neonatólogos en la provincia de Santa Fe y hay mucha demanda en el sur del país, entonces prefieren irse a otras provincias donde ganan mucho más de lo que ganan aquí en Rosario.
Y cuando tenés un gobernador que dice que el aumento es cero… La enfermería no es reconocida todavía como una tarea profesional. Tenemos muchísimos inconvenientes, pero todo es parte de la Nación hacia abajo.
—¿Qué proyectos tienen desde el gremio?
—Comenzamos una ronda de asambleas en la vía pública, con todos los trabajadores, para ir a buscar un aumento de sueldo que tenga que ver con la realidad y no con lo que nos dice el gobierno. No queremos discutir sobre inflación, de lo que ya perdimos del poder adquisitivo sino ver cómo sostenemos aumentos de sueldo.
Hoy todo lo que se aumenta no es para arreglar la pieza de tu hijo o salir a comer, no, es para alimentos, cuotas, obligaciones. Muchos tuvieron que dejar de pagar la cuota del club, otros tuvieron que achicarse en la casa y hoy llevan a la casa solo los alimentos.
Nosotros no damos asistencia alimentaria, pero sí tratamos de fortalecer la viabilidad de que compren en lugares más convenientes. Lo que uno tiene que mejorar es el sueldo, que tu sueldo alcance para que tu hijo no vaya a algún comedor, tenerlos en tu casa con tus ingresos. Tenemos que aspirar a eso.
Tengo varios años y lo he escuchado siempre: hay que ajustarse el cinturón, hay que pasar el invierno. El ajuste, dijo Prat Gay con Macri, tiene el costo de dos pizzas, es un viaje en taxi. Nos endeudaron en 48 mil millones de dólares y hoy seguimos con lo mismo. ¿Cuál es el beneficio de déficit cero para los trabajadores? No para los empresarios, no para los que tienen, los más ricos a los que le quitan impuestos y a los más pobres se los ponen.
—En la última década, o más, hubo toda una construcción discursiva en torno a los empleados públicos, de denostarlos, de decir que están ahí como ñoquis o sin trabajar, sin hacer lo suficiente. ¿Cómo ves todo ese proceso, ese imaginario que se construyó?
—El empleado público lo tiene claro, los que no lo tienen claro son los que transmiten ese tipo de expresiones, que el gobernador salga a decir que un quiosquero no le puede pagar la jubilación aun empleado publico… Yo quiero ver en el imaginario del gobernador cómo se le ocurre que un quiosquero le paga la jubilación a un empleado público. Cuando vos tenés que el empleado público con sistema solidario y de reparto.
Nación por ese sistema desde el año 2005 tomó la decisión de no transferir la caja. Nación se compromete a enviarles el déficit que tenga la caja. Hoy suman 700 mil millones de pesos de déficit que tiene la caja de jubilaciones, reclaman a la nación y ahora lo van a judicializar.
Una vez logrado los 700 mil millones, esto lo dice la ley de reforma previsional, el dinero no ingresa a la caja de jubilación, va a rentas generales para comprar bienes de uso.
O sea que yo lo que estoy reclamando para los jubilados ahora sí con esta actitud que plantea el gobernador, sí el quiosquero o verdulero le van a terminar pagando el sueldo a los empleado públicos. El sistema que tenemos es solidario y de reparto, se conoce de toda la vida, en Rosario desde 1907. Ahora con esta ecuación: se jubila una persona, entra una persona, sostenés la planta del estado
Acá los censos cada vez dan más población, a la salud pública municipal recurre Granadero Baigorria, Pérez, Funes, Villa Gobernador Gálvez, recurren a los hospitales rosarinos. Hay un universo de un millón y medio de personas y siempre tenés 10 mil municipales. Falta aumento de persona en las unidades de control, en las calles. Lo vemos todos los días, lo vemos en el pavimento, las veredas, los parques.
Hoy la lucha es contra el Estado, contra sus trabajadores y nos toca ser trabajadores del Estado.