Para encarar la animación, la dupla Romero-Ruiz plasmó en El gigante egoísta una concepción pictórica para que la historia basada en un cuento de Oscar Wilde se despliegue en un ambiente que remite a los paisajes del norte argentino.
El film, con producción de Toma Virtual, Cinema Globo y Lagarto Cine, suma las reconocidas y reconocibles voces de Alejandro Paker, Adriana Salonia, Virginia Kaufmann y Manuel Wirzt, este último, además, autor de la canción central de la película.
Con El gigante egoísta, Ruiz y Romero concretan su cuarto largometraje compartido después de El color de los sentidos (2004), Martín Fierro: la película (2007) y Cuentos de la selva (2009).
«El gigante egoísta es uno de los tres cuentos para niños y niñas que escribió Oscar Wilde cuando nacieron sus hijos y es muy rico, por sus imágenes y sobre todo por el concepto de que las estaciones se nieguen a ir a determinados lugares. Eso nos disparó, junto con Norman con quien hicimos el guion, a pensar en que las estaciones sean personajes, con personalidades y deseos distintos. La idea de que Primavera nunca haya visto una fruta madura nos pareció un disparador interesante, sobre todo acentuar el cuidado de la naturaleza», evaluó la directora acerca de cómo nació la idea de hacer El gigante egoísta.
Romero también dio detalles acerca de cómo fueron buscando la síntesis entre el cuento original de Oscar Wilde y el color local. «Los elementos locales fueron apareciendo en forma natural. Teníamos que armar en un espacio para que viva el gigante y pensamos en un lugar mágico y apareció en el norte argentino, con los cerros de colores, cactus gigantes que florecen de noche y un poco también para mostrar el paisaje increíble que tenemos en nuestro país. Trato siempre de poner un poco del color local en mis películas y con Norman pensamos en un espacio atemporal como el de los pueblos norteños. Y los colores locales fueron fundamentales para marcar la paleta de la película ya que la propuesta fue traer el cuento a un paisaje más cercano, más identificable, más nuestro», analizó.
También fue determinante en el proceso de armado de la película la manera en la que seleccionaron el elenco de voces que conforman la historia. «Cuando pienso en las voces me imagino cómo sonarían en cada personaje ya que las voces se graban antes de comenzar a animar –destacó–. Para los actores es difícil porque a la hora de grabar ellos solamente pueden ver los diseños sin movimiento y cada tono, cada destalle que le ponen durante las grabaciones, es lo que le va dar personalidad al personaje y herramientas a los animadores. Cuando charlamos con Alejandro Paker, que es la voz del gigante, me propuso que sea como un adolescente, un poco malhumorado pero no atemorizante, mientras que Manuel Wirtz, que hizo la voz de Verano, le dio un estilo despreocupado y alegre».
Otro de los aspectos fundamentales de la animación es la estética casi pictórica del film, en una apuesta visual que se aleja fuertemente del género de animación de consumo masivo. «La estética es un punto muy importante en la película, está toda pintada a mano por un equipo de artistas que usaron acrílicos y acuarelas», dijo Romero. Y remarcó: «No creo que haya una única forma de ver o de hacer animación, con el aporte de la tecnología todos podemos ver trabajos de distintos lugares del mundo y con estéticas totalmente distintas una de las otras. Sobre todo los niños y niñas al mirar no sólo películas o series sino también videojuegos, se están acostumbrando a ver diseños y espacios fuera del consumo masivo y eso los hace mas receptivos a ver imágenes diferentes sin el prejuicio de pensar que algo está mal animado o tiene menor valor si no se parece a tal o cual película exitosa».
Finalmente, en el marco de la pandemia que al mismo tiempo que alejó las películas de los cines las acercó al público a través de las plataforma del Incaa, la realizadora habló de las expectativas con las que llegan a este estreno virtual: «El estreno online es raro, uno espera después de estar tanto tiempo con un equipo poder juntarse, ver la película, comer pochoclos y compartir. Una película es un trabajo esencialmente en equipo. Pero poder ver la película en Cine.ar es una muy buena opción para todo el cine nacional».