Diez de quince. Casi 67 por ciento de efectividad. Ganó nuevamente en su casa, logró lo que hacía un año y medio no pasaba: hilvanar tres victorias al hilo jugando como local. Central le ganó 1-0 a Godoy Cruz y fue todo resultado. Es que el equipo de Miguel Ángel Russo volvió a quedar en deuda en cuanto al juego. El partido, por la poca capacidad de los dos equipos, fue malo pero Central aprovechó la que tuvo y con gol de Malcorra, de penal, marcó el único tanto del encuentro.
Como virtud, más allá de haber hecho el único gol, el Canalla se mostró sólido en defensa y tuvo al uruguayo Facundo Mallo como el mejor jugador de la cancha. La solidez defensiva, el haber hecho el único tanto del partido y con un resultado que le bastó para sacarse la derrota de la semana anterior fueron los atributos que quedaron de una noche donde el buen fútbol estuvo ausente.
A pesar de que el entrenador no hizo cambios de nombres en la mitad de la cancha, sí ordenó que fuera Mac Allister el más adelantado de los volantes centrales y no Ortíz como lo había hecho en los cuatro primeros encuentros. Así fue la escenografía del mediocampo. Atrás, como siempre y en ofensiva Campaz se paró bien arriba para acompañar a Véliz. ¿Y el rival? Flores pobló la mitad de la cancha y esto provocó que la primera parte del partido sea poco seductora para los ojos.
Cuando en el partido no pasaba nada (el tiempo neto de juego fue bastante escaso), llegó la apertura del marcador: apenas pasados los 20, Martínez recibió un cambio de frente de Ortíz, se hizo un autopase con el pecho y se metió al área donde Galdames se lo llevó puesto cometiendo un claro y burdo penal que Malcorra cambió por gol.
El estar arriba en el marcador no fue bien aprovechado por Central, ya que no modificó lo que venía haciendo (bastante poco por cierto), aunque contó con que enfrente el Tomba tampoco hizo mucho.
La lesión de Mac Allister lo sacó de la cancha y Russo apostó por Montoya, a quien le costó hacerse de la pelota en el último cuarto de hora. Antes del descanso Véliz tuvo el segundo, pero cabeceó mal y redondeó una primera parte donde pasó muy poco, aunque lo poco que sucedió favoreció al Canalla, que se fue al entretiempo arriba por la buena definición de Malcorra desde los doce pasos.
Ya en el complemento, Central salió muy contenido y la visita manejó el ritmo. Pero a pesar de que la pelota era patrimonio de Godoy Cruz, solamente inquietó una vez y lo hizo desde lejos. ¿Y el Canalla? Poco y nada, ya que si bien no sufría, tampoco no encontraba las herramientas para hacerse del balón y jugar con él.
Russo se dio cuenta y movió el banco antes de los 20: ubicó a Lo Celso en lugar de Infantino (flojo partido) y a Bianchi por el colombiano Campaz. En la primera que tuvo el delantero casi convierte y si bien ese remate tenía que servir como un mojón en busca de la mejoría, no fue así. El encuentro volvió rápidamente a la sintonía que tuvo toda la noche y se posicionó otra vez en uno de los tantos denominados “inmirables” que se ven fecha a fecha en el fútbol argentino.
La última parte fue más de lo mismo, con un Tomba que intentaba manejar la pelota y un Central que luchaba más de la cuenta para obtenerla. Claro que esta vez no sufrió y Broun fue un espectador de lujo por el buen desempeño que tuvieron sus compañeros en defensa. Claro que Bianchi volvió a tener una y esta vez el Ruso Rodríguez se quedó con su remate, fue un buen ingreso el que tuvo el delantero ya que si bien no marcó fue protagonista en las únicas dos jugadas de riesgo que tuvo el Canalla en todo el segundo tiempo.
El mérito de haber aprovechado una de las pocas que tuvo le significaron al equipo de Russo quedarse con los tres puntos en casa; y que el Gigante, al menos en este arranque sea catalogado de impugnable ya que sumó todo lo que jugó hasta ahora. Falta un montón en el juego, pero el hecho de haber sumado diez puntos de los quince que se disputaron hacen que este arranque del torneo sea uno de los mejores del último tiempo en cuanto a efectividad.
