«Basta con ver la cantidad de siglas que dan nombre a organismos encargados de la integración regional para ver la creatividad que tenemos, pero también para marcar la ineficacia en lograr ese fin», con ese tiro por elevación hacia Néstor Kirchner el ex presidente uruguayo volvió a demostrar una vez más su disconformidad con quien preside la UNASUR.
Si bien fue minucioso en las palabras, Tabaré Vázquez dejó bien en claro que el proceso de integración regional y principalmente entre la Argentina y Uruguay es indispensable, pero a su juicio todos los intentos de lograrlo han fracasado. «No fuimos los latinoamericanos capaces de elaborar un proyecto político integrador, basta con ver que somos la región más desigual del mundo en la repartición de la riqueza», disparó.
El ex presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, fue el encargado de cerrar la segunda jornada del 46° Coloquio de Idea que sirvió como cena de los 50 años de la institución.
El encono de Tabaré respecto de UNASUR viene de larga data. El ex mandatario fue un férreo opositor a que Néstor Kirchner fuera designado como Secretario General del organismo, como una manera de devolver gentilezas por la inacción de los Kirchner para desactivar el corte de puentes internacionales que generó la instalación de la pastera Botnia. De hecho, Vázquez fue quien vetó la designación de Kirchner al frente del organismo, algo que mantuvo durante todo su mandato y que se revirtió ya cuando asumió la presidencia José Mujica.
Pese a su visión crítica, el ex mandatario destacó la labor de la UNASUR «en la crisis institucionales de Bolivia y en el intento de golpe de estado en Ecuador al presidente Rafael Correa».
Sin embargo, fue bien gráfico sobre la efectividad de estas instituciones en el tiempo. «Demasiado discurso, declaraciones, cumbres y seminarios pero la verdad es que nuestros pueblos no viven los resultados tangibles de tanta actividad».
Además, recalcó que es un proyecto inexorable el de la integración, que debe actuar más allá de la retórica de intereses nacionales e internacionales y pidió solucionar las diferencias. «No hay que dramatizar las diferencias, tampoco resignarse a ellas. Hay que solucionarlas y si no es posible gobernarlas», culminó.
