Una fuga cinematográfica ocurrida a finales de junio de 2021 que incluyó la intervención de un hombre con amoladora y otros cuatro con armas de grueso calibre que comenzaron a disparar contra los centinelas mientras cortaban los alambres, derivó en la evasión de ocho personas entre ellas Claudio «Morocho» Mansilla, quien sigue prófugo con captura internacional. La investigación para dar con el evadido dejó al descubierto una banda encabezada por Ariel «Viejo» Cantero y su pareja Rosa Bibiana Montero que operaba por lo menos desde noviembre de 2021, contó la Fiscalía. Este miércoles una veintena de personas fueron imputadas como integrantes de una asociación ilícita con poder en distintas zonas disputando territorio con otros grupos que se dedicaba a la venta de estupefacientes y a la comisión de diversos delitos como ataques armados, extorsiones, incluso homicidios, entre otros. El caso está a cargo de los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Gastón Ávila, los cuales adelantaron que en la segunda etapa de la audiencia que se llevó a cabo por la tarde y continuará este jueves a partir de las 8.30 pedirán la prisión preventiva por el plazo de ley para el grupo con excepción una joven, quien sigue en la causa pero en libertad por problemas de salud.
El 11 de noviembre de ese año, mientras personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) hacía tareas de campo en procura de ubicar al Morocho en Villa Banana. Allí una persona brindó cuatro números telefónicos vinculados al prófugo. Uno de esos números era de Nelson «Pandu» Aguirre, que según la información es pariente de la pareja de Morocho, contó la Fiscalía.
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La otra línea se la sindicaron a Brenda Barboza, pareja de Pandu, y los otros dos eran utilizados por la pareja de un «soldadito» de Morocho Mansilla apodado Chucky, contaron. Tras estos datos se solicitaron al Tribunal intervenciones telefónicas que dejaron al descubierto la organización y su funcionamiento. Los fiscales contaron que hay unas mil páginas de escuchas que hacen referencia a la comisión de diversos delitos.
Tras un importante operativo que las fuerzas de seguridad llevaron adelante el martes 27 de abril e implicó allanamientos, secuestros y detenciones en la ciudad, Villa Gobernador Gálvez y Villa Constitución: veintitrés personas fueron imputadas este miércoles.
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Para la Fiscalía integran una asociación ilícita con el objeto de ocupar y dominar distintos territorios de la ciudad, especialmente zona oeste, para lo que cometían diversos delitos contra las personas, contra la vida, la propiedad, la libertad, la administración pública, la seguridad pública y la salud pública, en la localidad de Rosario.
La acusación describió que los cabecillas del grupo delictivo son el Viejo Cantero y su pareja Rosa Bibiana «Bibi» Montero. Los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Gastón Ávila estuvieron a cargo de la imputación y contaron que la pareja daba el visto bueno para que sus subalternos vendieran estupefacientes y determinaban las zonas donde lo hacían. Tras su bendición debían pagar y además rendir las ganancias a los cabecillas.
Además, el Viejo, de 57 años, y Bibi, de 30, resolvían «controversias «, estaban vinculados a apuestas en riña de gallos, cinchadas y alquiler de terrenos fiscales. También le achacaron tener en su poder, en forma indebida y con ánimo de lucro, cajas de alimentos del programa municipal Cuidar que habían sido entregadas a una asociación civil.
En ese sentido fueron imputados Leonardo Pucheta y Cintia Verón, presidente y tesorero de la Asociación Civil El Ceibo, ubicada en Lozzia y la colectora 25 de Mayo, por la administración fraudulenta de 137 cajas del plan municipal Cuidar, donde la pesquisa sospecha que vendieron esa mercadería al Viejo y su pareja.
Los fiscales contaron que hay escuchas telefónicas donde se habló de la tenencia y distribución entradas para partidos de Rosario Central, explicaron. Y modo de ejemplo señalaron que se comportaban como dueños del territorio y ninguna actividad se podía hacer sin su venia. «Todos respaldan, responden, reportan y dependen del liderazgo en común» de la pareja Cantero-Montero, dijeron.
Desde la Fiscalía sostuvieron que el móvil de esta asociación ilícita siempre fue el dinero. Dijeron que los cabecillas del grupo son los que autorizan la violencia en el territorio y agregaron que están trabajando en la investigación de otros hechos delictivos.
El ejecutor
Nelson «Pandu» Aguirre tiene 32 años y se encuentra preso en la unidad carcelaria de Coronda condenado a 16 años de prisión por el crimen del militante y albañil Javier Barquilla cometido en febrero de 2015 en Villa Banana.
Pandu está sindicado en este expediente como el jefe de una célula del grupo que opera en barrio Triángulo y la zona sur oeste. Este subgrupo, está formado por su pareja Brenda Jackeline Barboza, Viviana Roxana Camejo, Ángel Manuel Villarruel, Jorge Barboza, Alien Gisela Centurión, Jonatan Adrián Sánchez, Marcela Carolina Irma Aguirre, Esteban Ruben Stoppani, Ester Teresa Fuente, Romina Alejandra Berón, Rodrigo Gustavo «Wititi»Berón, Jésica Andrea Berón, Oscar Malagueño y Nazareno Uriel Gauna, según la Fiscalía.
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La acusación contó que Pandu opera desde la cárcel las 24 horas ordenando ataques armados, entre ellos a estaciones de servicios, escuelas, extorsiones, lesiones, homicidios y venta de estupefacientes. Este hombre tiene un vínculo con Cantero y Montero a través de un hombre que está en libertad, identificado como Marcos Daniel Vera, quien facilitaba el nexo entre ellos.
Esta persona que hacía el enlace también comanda otro un grupo delictivo que opera en Villa Constitución y que está integrado por: su hijo Yair Agustin Vera, Jonatan Gabriel «Patito» Velázquez, Sebastián «Piquito» Gómez, remisero que se encargaba el traslado de dinero que la banda generaba en forma ilegal, y Leonardo Pucheta. Este último es una persona de confianza de Vera y un recurso disponible, a través de la Asociación Civil El Ceibo, para hacer actividades con apariencia de lícitas para reforzar el liderazgo de Cantero, contaron.
Marcos Vera fue el una de las personas que declaró para decir que estaban sufriendo hacinamiento en el lugar de detención, duermen en el piso y están incomunicados con su familia desde hace siete días y pidió que los trasladaran.
En cuanto a Brenda Barboza es la pareja de Pandu, que este miércoles no estuvo presente en la sala porque terminó hospitalizada por un problema de salud por lo que no fue imputada en la audiencia.
Según se conoció, esta mujer cumplía dentro del grupo distintas acciones para lograr los actos delictivos del grupo que lidera Pandu, operaba desde su domicilio haciendo transacciones que involucraban importantes sumas de dinero y utilizaba un quiosco que está en el domicilio como fachada, en el lugar además guardaba material balístico y brindaba logística a los miembros del grupo. También cobraba un cánon para habilitar la venta de drogas en determinadas zonas, contaron.
Viviana Camejo, es la madre de Brenda, y su pareja Ángel Gabriel Villaruel están sindicados como miembros del grupo. La Fiscalía contó que la mujer tiene un búnker con su hija que explota en Biedma al 2800.
Tres en Coronda
Fueron trasladados a Rosario para la audiencia Pandu, su cuñado Jorge «Diamante» Barboza, los cuales comparten celdas en el pabellón 8 de Coronda. Según la acusación, este hombre se comunica con parte del grupo, entre ellos su pareja a Ailén Centurión, con Ángel Villarruel y Jonatan «Jonita» Sánchez para bajar las directivas de Pandu.
El otro preso que fue imputado como miembro del grupo fue Esteban Rubén Stoppani, quien se ocupaba de reclutar personas para la entrega de drogas para el narcomenudeo y se ocupa del pago y su reclamo cuando no se cumplen los plazos. Lo que hacía en forma telefónica y extorsiva. Su madre Ester Teresa Fuentes era una especie de secretaria y cobradora para Stoppani.
De mano derecha a nueva pareja
Nazareno «Naza» Gauna era mano derecha de Pandu, era el principal nexo entre las órdenes que impartía su jefe y quienes las ejecutaban, hacía logística para llevar adelante los delitos y cobranzas por el encargo de distintos hechos delictivos que cometía el grupo.
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Era además la persona que Pandu enviaba a la casa de Cantero y Montero para recibir instrucciones vinculadas a la comercialización de drogas en la zona, pero el amor pudo más.
En diciembre del 2021 comenzó una relación amorosa con Romina Berón, la ex pareja de Pandu, y comenzó a «trabajar» con ella, ya que se encontraba en arresto domiciliario. Esta mujer se ocupaba de la venta al menudeo y le rendía el producido a su ex, a Cantero y a Montero, dijeron.
Además custodiaba armas. A su lado tenía a su hermano Rodrigo «Wititi» Berón, Rodrigo «Oski» Malagueño y Jésica «Jési» Berón, quienes mantenían continua comunicación con Pandu y en algunas oportunidades hacia las veces de nexo entre su hermana, su actual pareja y Pandu.
Los fiscales imputaron a los sospechosos por le delito de asociación ilícita en calidad de jefes para Cantero, Montero, Pandu Aguirre y Vera mientras que el resto fue sindicado como miembros del grupo. La jueza Valeria Pedrana preside la audiencia y dictó un cuarto intermedio que seguirá este jueves con la discusión por las medidas cautelares donde los fiscales adelantaron que pedirán la prisión preventiva para el grupo a excepción de Cintia Verón, la cual quedó en libertad por problemas de salud.
