No es casual la elección del nombre de este suplemento y de nuestro programa de radio. Andamos, caminamos, hacemos este tránsito de llegar a cada compañero y compañera de nuestra provincia con la verdad de nuestro lado.
Queremos que los trabajadores camioneros santafesinos vivan bien, dignamente, que tengan garantizada su salud, la de su familia (que es tan importante como la suya), accedan a la mayor cantidad de beneficios posibles, materiales e intangibles, que puedan disfrutar en sus períodos de descanso como merecen, etc. No nos vamos a cansar de repetirlo: luchar incansablemente por ello es el legado que le debemos a Hugo Moyano.
Nuestra misión como dirigentes es trabajar para los trabajadores. Para los que confían en nosotros, para los que con su aporte esperan soluciones, una representación fiel, un acompañamiento permanente. Estamos acá porque conocemos de lo que hablamos, porque fuimos camioneros, porque sabemos que se lo podemos dar.
Ni a mí ni a ninguno de este gran equipo de trabajo que hemos constituido a lo largo y ancho de Santa Fe, en este tiempo de tantas dificultades, nos interesa el show, el chiquitaje, la politiquería berreta. No nos interesa ni el circo mediático ni la impostura judicial. Aunque sabemos que tenemos que lidiar contra obstáculos de este tipo porque cuando no quedan argumentos aparece la miseria de algunos, de los de siempre.
Y una de las verdades que hemos repetido tantas veces es que quienes están afiliados a nuestro gremio son afiliados directos de la obra social. Y quienes no están afiliados a nuestro gremio, y aportan menos, tienen coseguros más altos que buscan ser compensativos para que el sistema sea viable (además, aclaramos que son legales al estar avalados por la Superintendencia de Salud de la Nación). Es un razonamiento simple: se tiene el servicio por el que se paga. No es extorsión, es sentido común. Así actúan los dirigentes responsables, los que no persiguen un negocio propio para llenarse los bolsillos, pero que también entienden que no puede ser un lugar de despilfarro, porque los únicos perjudicados terminan siendo los afiliados. Es el camino de la verdad y de lo justo.
Una segunda verdad irrevocable es que a nadie, nunca, se lo ha dejado de atender. Eso pueden proyectar otras cabezas más inmorales, no las nuestras. Al que es adherente se le brindará la misma atención que al afiliado y de eso no nos vamos a mover.
Hay muchas verdades más que con el paso del tiempo se irán despejando, como tantas que ya han salido a la luz y que nos han permitido sumar casi 5000 afiliados en apenas tres meses. Por ahora alcanza para exhibir estas dos, tras la maniobra banal, de vuelo (solo) mediático, que pretende desacreditarnos. Estos hechos solo nos hacen más fuertes y más veraces.