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Con más de un millón y medio de casos de coronavirus, gobiernos buscan evitar viajes por la Pascua

Líderes mundiales y autoridades sanitarias redoblaban controles en rutas y suspenden vuelos para mantener el distanciamiento social. Con más de 90 mil muertos y ante los frágiles progresos en la lucha contra la pandemia, buscan no tirar todo por la borda con un relajamiento de la cuarentena

Líderes mundiales y autoridades sanitarias advirtieron este jueves, cuando la cifra global de casos de coronavirus superaba el millón y medio y había más de 90 mil muertos, que los frágiles progresos en la lucha contra la pandemia no deben tirarse por la borda relajando las cuarentenas por la Pascua, mientras los gobiernos redoblaban controles en rutas y suspendían vuelos para mantener el distanciamiento social.

La pandemia volvió a dar pésimas noticias en materia económica por la paralización casi total de las actividades productivas, entre ellas que al menos 16,8 millones de estadounidenses perdieron su empleo en las últimas tres semanas y una advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de que recién en 2021 se notará una «recuperación parcial» de la economía mundial.

La situación de los derechos humanos se sumaba a las preocupaciones, y la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertaron este jueves que muchos gobiernos podrían usar las medidas de excepción decretadas por la pandemia como justificación para volverse más autoritarios y cercenar las libertades de prensa una vez que remita la crisis.

La tasa de desempleo en Estados Unidos, cuando se conozcan las cifras de abril, podría llegar al 15%, un nivel no visto desde la Gran Depresión de 1929, que se suma a las recesiones en las que ya han caído Francia y Alemania, las dos mayores economías de la Unión Europea (UE).

La organización humanitaria Oxfam alertó que unos 500 millones de personas más podrían caer por debajo de la línea de la pobreza si las naciones más ricas no ayudan a los países en desarrollo, justo antes de las reuniones del FMI, el Banco Mundial y los ministros de Finanzas del G20 previstas para la semana próxima.

Altas cifras de muertes en el Reino Unido y en Nueva York y un repunte de casos en Japón y en las mayores ciudades de la India evidenciaban que la batalla está lejos de haberse ganado.

El doctor Anthony Fauci, la máxima autoridad de Estados Unidos en enfermedades infecciosas, dijo este jueves que la pandemia traerá cambios permanentes en el comportamiento social hasta que se desarrolle una vacuna, como lavarse constantemente las manos, impedir que enfermos vayan a trabajar o a la escuela e incluso dejar de dar la mano para saludar.

«Suena a locura, pero así es como tiene que ser hasta que lleguemos al punto de saber que la población está protegida», dijo Fauci a la cadena ABC.

Apenas casi cuatro meses después del inicio del brote en China, el número global de casos de coronavirus superó ya los 1,5 millones, mientras que las muertes llegaban a las 92.000, según el recuento de la universidad Johns Hopkins.

Estados Unidos era por lejos el país con más contagios, por encima de los 430.000, tres veces la cifra combinada de los tres que le siguen, que son España, Italia y Alemania.

La jefa de gobierno de Alemania, la canciller Angela Merkel, enfatizó este jueves que «incluso los viajes cortos dentro de Alemania, a la playa o las montañas o a visitar a parientes, no pueden tener lugar en Pascua este año».

Al igual que en la Argentina, el gobierno de Nueva Zelanda advirtió este jueves que no permitirá viajes por la Pascua y que los infractores serán detenidos, mientras que Lituania directamente bloqueó grandes ciudades, Portugal prohibió vuelos comerciales en sus cinco aeropuertos internacionales y redobló los controles en las rutas para evitar las escapadas de Semana Santa.

Grecia también reforzó las restricciones antes de la Pascua ortodoxa de la semana próxima, con controles en las rutas, duplicando el valor de las multas y prohibiendo los viajes entre sus islas.

Serbia, donde los cristianos ortodoxos son también amplia mayoría, impuso este jueves una prohibición total de movimiento durante el próximo fin de semana.

Israel inició este miércoles un toque de queda de 15 horas para evitar que sus habitantes circulen por las calles del país en vísperas del inicio de una de las jornadas más importantes para el judaísmo, que este miércoles celebró Pesaj, las Pascuas judías.

En el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson, infectado con coronavirus, pasó su tercera noche en terapia intensiva y su vocero dijo que mejoraba.

Su gobierno, en tanto, anunció este jueves que mantendrá la cuarentena decretada hace tres semanas y que registró 881 nuevas muertes en las últimas 24 horas, lo que eleva el total a casi 8.000.

El país registró este miércoles un récord diario de de 938 muertes.

Japón informó por primera vez de más de 500 nuevos casos en un día, algo preocupante porque tiene la población añeja proprocionalmente más numerosa y el coronavirus es especialmente grave entre los adultos mayores.

La cifra de nuevos casos y muertes ha venido disminuyendo en Italia y España, que juntos suman más de 33.000 decesos, pero los números diarios eran pavorosos y en Italia se conoció este jueves un pequeño repunte en la cantidad de muertos en las últimas 24 horas que hace repensar a las autoridades si habrá o no salida paulatina del confinamiento.

España registró este jueves 684 muertes, lo que lleva el total a más de 15.200, mientras que el Parlamento se disponía a aprobar una extensión de la cuarentena hasta el 26 de abril.

Brasil reportó al menos 839 muertos hasta las primeras horas de la tarde de este jueves y más de 16.000 casos, mientras el presidente Jair Bolsonaro intentó recuperarse del golpe que le dio la Corte Sumprema de Justicia al prohibirle su intención de cortar por decreto las cuarentenas ordenadas por los gobernadores estaduales, haciendo una campaña pública por el uso de la cloroquina, un medicamento preexistente, como «salvación» ante la Covid-19.

Pese a que ninguna autoridad sanitaria recomienda la provisión de cloroquina como protocolo para atacar el coronavirus, algunos casos famosos en Brasil de recuperación llevaron a Bolsonaro a agitar en cadena nacional sobre las cualidades del remedio contra la malaria como una eventual salvación frente a la pandemia.

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