“Le comuniqué a los dirigentes que no voy a seguir en el club. Es una decisión muy difícil de tomar, quería ver si se podía revertir hablando con ellos, pero no me cambió nada. Por mi salud mental lo mejor era alejarme”. Las lágrimas invadieron al ídolo rojinegro. El 20 de julio de 2017 Maximiliano Rodríguez anunciaba en conferencia de prensa y sin poder contener el llanto que la decisión estaba tomada y se iba de Newell’s.
En aquel entonces, la Fiera tomó una decisión que fundamentó en el querer jugar al fútbol y divertirse, algo que no podía vivir en el club del Parque Independencia por diferentes motivos y, fundamentalmente, por entredichos con la comisión directiva. Luego de 219 partidos y 76 goles con la camiseta rojinegra, armó las valijas y se fue a Uruguay. Hasta hace una semana, que decidió regresar al club de sus amores.
Y si bien ya lo había anticipado cuando en suelo charrúa y triunfando en Peñarol expresó sus deseos de culminar su carrera en la Lepra, el lugar donde nació y creció, no había nada seguro. Hasta el jueves pasado que llegó la gran noticia para el pueblo leproso. “Nos extrañábamos”, dijo en esa misma sala en la que casi un año atrás se estaba despidiendo.
El regreso de Maxi le da un gran cambio de aire a un equipo que llega golpeado y que estrena un nuevo director técnico. Un viejo conocido como Héctor Bidoglio, que dejó la Reserva y se convirtió en técnico interino por dos fechas de la Superliga con un saldo de dos triunfos y cortando rachas. Los partidos ante Patronato (1 a 0 en el Coloso) y San Martín de Tucumán (3-0), dejando en el olvido una racha de más de un año sin ganar de visitante, le dieron a Bidoglio un plus para su presente. Después de una danza de nombres para reemplazar a Omar De Felippe fue el DT confirmado como el capitán del barco. Un barco que deberá afrontar varias situaciones, pero que tendrá entre los tripulantes a un tal Maxi Rodríguez.