El trabajo remoto o home office era una modalidad de empleo poco difundida en Argentina y en la mayor parte del mundo antes de la pandemia de coronavirus, aunque en algunos países mostraba un leve crecimiento. Con la irrupción del COVID-19, la implementación de las cuarentenas y la necesidad de quedarse en el hogar, el home office se implementó masivamente a medida que las actividades económicas y las empresas se adaptaron a la virtualidad.
Rosario duplicó su cantidad de teletrabajadores en 2020 respecto del año anterior, sin embargo significó un crecimiento inferior al del resto del país, aún incluso en el momento más álgido de la pandemia: el trabajo desde el hogar tuvo un crecimiento notorio con el comienzo de la cuarentena estricta en el segundo trimestre de 2020, representando alrededor de 18% del total de ocupados a nivel local y de 22% en los 31 aglomerados urbanos relevados, según un informe del Banco Municipal de Rosario. El material además registró que la retracción del teletrabajo en Rosario fue mucho más veloz que en el resto del país.
El informe marca que el porcentaje de trabajo desde el hogar comienza a disminuir en los siguientes trimestres del 2020 “probablemente como consecuencia de la relajación en las restricciones”. A su vez, destaca que dicha contracción fue más intensa en el Gran Rosario que en el promedio de los aglomerados urbanos.
En el segundo trimestre de 2021 el trabajo desde el hogar vuelve a registrar un crecimiento, que podría atribuirse a la “segunda ola” de COVID-19 y las restricciones que se impusieron. A excepción del período de prepandemia (primer trimestre de 2020), en los demás trimestres el trabajo desde el hogar registrado en el Gran Rosario se ubica por debajo del observado en el promedio nacional urbano.
Según el relevamiento, la cantidad de ocupados que trabajaron de manera remota en el último trimestre de 2021 resulta 57,4% mayor a la registrada antes de la pandemia en el Gran Rosario. Sin embargo, el crecimiento del teletrabajo en Rosario fue un tercio del registrado en la Capital Federal, Gran Córdoba y el promedio nacional, superando solamente y en levedad al presentado por Gran Mendoza (55,6%). Tanto en participación porcentual como en cantidad de ocupados, los niveles de teletrabajo en el Gran Rosario se mantienen alejados del promedio nacional y de aglomerados como CABA y Gran Córdoba.
El relevamiento del Banco Municipal entiende que “el porcentaje de personas que trabajan desde su casa en el total de aglomerados es visiblemente superior al registrado en Rosario. Asimismo, entre el último trimestre de 2020 y el de 2021 el porcentaje de teletrabajo disminuye en el Gran Rosario” y en el resto de los aglomerados revisados. Para el informe, “este comportamiento no resulta llamativo, teniendo en cuenta que el nivel de restricciones a la movilidad y la obligatoriedad de trabajar desde el hogar cambió sustancialmente entre un año y otro”. Sin embargo, la penetración del teletrabajo en Rosario es menor en comparación a la observada en el resto del país.
¿Quiénes están detrás de la pantalla?
El teletrabajo, dice el informe, sólo representa una parte del total de ocupados que trabajan desde su hogar. Al corregir los ocupados que trabajan desde su domicilio por el acceso y uso de TIC, se observa que en el AGR aproximadamente la mitad de éstos serían teletrabajadores.
Por otra parte, el perfil del teletrabajo en Rosario y en los restantes 31 aglomerados urbanos relevados muestra que se trata de una modalidad compuesta preferentemente por mujeres: casi siete de cada 10 teletrabajadores (68%) eran mujeres, bajando al 64% en el 2021, teniendo la mayoría (77%) una edad de entre 30 y 64 años, con un nivel educativo alto, correspondientes en su mayoría en el sector de servicios privados.
La mayoría de los puestos de teletrabajo correspondía a empresas de menor tamaño, mientras que en el Gran Rosario se destaca la participación de los cuentapropistas dentro de los teletrabajadores (59% en el 2020, aumentando al 67% al año siguiente), lo cual contrasta con lo observado en el total de aglomerados urbanos, donde resulta similar la participación entre asalariados y trabajadores autónomos.
Si bien con los datos del último trimestre de 2022 podrá observarse si el teletrabajo retoma a los niveles previos a la pandemia o se mantiene en un nivel superior, será interesante analizar en un próximo informe los factores que podrían influir en los diferentes niveles de teletrabajo registrados entre los aglomerados.
