Apareció el riojano, y la embestida se reactivó con el “número mágico” dado por seguro. Tras una corta pero tensa reunión de la comisión de Labor Parlamentaria del Senado de la que participó Carlos Saúl Menem, los bloques opositores del Senado adelantaron que en la sesión de hoy insistirán con la votación para quedarse con el control de todas las comisiones con la confianza en que, esta vez sí, gracias a la presencia del ex presidente de los 90 contarán con los 37 legisladores en el recinto necesarios para obtener quórum propio. Con ello evitarían que el kirchnerismo, como hizo la semana pasada, tumbe la estrategia dejando sus bancas vacías.
Los presidentes de los bloques del Senado mantuvieron ayer una controvertida reunión de Labor Parlamentaria, en la que la oposición ratificó que buscará quedarse con el control de las comisiones en la Cámara luego de asegurarse la presencia del ex presidente Menem en el recinto. La dureza del encuentro quedó reflejada en el fuerte contrapunto protagonizado por el oficialista Miguel Ángel Pichetto y varios senadores opositores por la falta de acuerdo en el reparto e integración de las comisiones. Otra vez sin posibilidad de acercar posiciones, el tema quedó como primero del orden del día para la sesión de hoy, convocada para las 14.
Con Menem, y si no hay otra baja imprevista, la oposición, que se muestra para la pelea por el poder en la Cámara como una sola fuerza pese a su heterogeneidad, contaría esta tarde con los 37 asientos ocupados suficientes para garantizar la sesión.
Del encuentro de Labor Parlamentaria –que apenas duró 30 minutos– participaron Pichetto, Menem, el jefe radical Gerardo Morales, Horacio Lores, Graciela Di Perna, el socialista santafesino Rubén Giustiniani, Sonia Escudero, Samuel Cabanchik, Carlos Verna, Josefina Meabe, Norma Morandini y Laura Montero. También estuvieron Roberto Basualdo, María Eugenia Estenssoro, José Mayans, Ada Maza, José María Roldán e Hilda Chiche Duhalde. Antes de esta reunión de los titulares de bloque, encabezada por el presidente del Senado, el vice opositor Julio Cobos, Menem se mostró con el jefe de los peronistas disidentes, Adolfo Rodríguez Saá. Fue otro gesto para confirmar que esta vez participará de la primera sesión ordinaria en el Senado. Y aunque no hizo declaraciones públicas, su presencia junto al puntano fue leída como otra señal: que, además, acompañará la voluntad opositora de arrebatarle el control parlamentario al oficialismo. En la reunión de la comisión no se avanzó nada. Pichetto volvió a reclamar no sólo las presidencias sino el control –la mayoría de integrantes– de las seis comisiones consideradas de gestión: Presupuesto y Hacienda; Acuerdo; Asuntos Constitucionales; Defensa; Justicia, y Relaciones Exteriores.
Pero la oposición ratificó que votará “el mismo acta acuerdo de la semana pasada”. En ese supuesto papel con las firmas de 36 senadores –faltaba Menem–, que en rigor nunca fue mostrado en público, los bloques de la oposición sellaron su compromiso para repartirse las presidencias de comisiones: el radicalismo se quedaría con seis, tres serían para el interbloque Peronismo Federal, dos para el sector independiente y las dos restantes a repartir entre el socialismo y la Coalición Cívica.