Si hablamos de candidatos a quedarse con el Mundial de Rusia, Brasil y Alemania están un escalón arriba del resto, de eso no hay ninguna duda. Desde la llegada de Tité el único verbo que conjugan los brasileños es ganar. Los germanos, desde hace varios mantienen una línea de juego impecable y como dice un compañero son una especie de robotitos.
En el segundo pelotón se ubican España y Francia. Vaya uno a saber cómo habrá repercutido el Lopetegui-gate en el grupo, pero la calidad individual es indiscutible. Los galos van por todo. Suman muchísimos jugadores de buen pie y si colectivamente funcionan son de temer.
Inglaterra y Bélgica se puedan posicionar como esos equipos que pueden ganarle a cualquiera o perder con cualquiera. Pero de igual modo tienen chances de estar entre los cuatro mejores.
Colombia, Uruguay, Portugal o Suiza tienen potencial para llegar lejos y quizás sean las grandes sorpresas de un certamen que cada cuatro años paraliza el planeta.
¿Y Argentina? Depende exclusivamente de cómo se levante Messi el día del partido. Sampaoli aún no le dio su impronta a un elenco que es Messidependiente. Y ganar un Mundial gracias a un jugador resulta casi imposible. Es verdad, Maradona lo hizo en el 86, pero estaba rodeado por 21 jugadores que iban a la guerra con una cuchara. Y no parece ser la cualidad de los 22 compañeros de Lio.