Las banderas arcoíris, los tacos con plataforma, el glitter y toda la rebeldía disidente volvieron este sábado a copar las calles de la ciudad en la 14 Marcha del Orgullo Rosario 2019.
La convocatoria inicial se hizo a las 14.30 en la mítica plaza Libertad, ubicada en Mitre y Pasco. Allí se desarrolló la “Feria Orgullosa”. Y más tarde, pasadas las 18, la caravana se desplazó por las calles Mitre, Pellegrini, Buenos Aires y Córdoba hasta desembocar en el Parque Nacional a la Bandera, en donde se hizo el acto central con la lectura del documento consensuado por las organizaciones. El cierre musical estuvo a cargo de La Pedro Pontes y les militantes del ritmo, Las Rotten y Ayelén Beker.
Violencia
La consigna de este año fue “Basta de travesticidios. Nos queremos VIHvas”. Respondió a los reclamos que la comunidad LGTBI ubica entre los más urgentes.
“En los últimos años las compañeras travestis – trans han reducido su expectativa de vida de 35 a 32 años y es uno de los sectores de nuestro colectivo que más comprometido está. Además, nuestres compañeres que viven con VIH están atravesando un momento muy difícil con los recortes en el área de salud y la faltante de medicamentos”, explicó Naty Vilá, integrante de la comisión organizadora de la marcha.
El pliego de reivindicaciones fue de lo más variado. “Pedimos que se termine la violencia, represión y odio hacia todo el colectivo LGTBI; también nos sumamos a la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito para las personas con capacidad de gestar; al reconocimiento, despatologización y visibilización de la identidades no binaries; trabajo para les trans; derechos para les trabajadores sexuales y alternativas para quienes quieren dejar de ejercer; implementación de una ESI disidente; separación de la iglesia del Estado y repudiamos el modelo de ajuste y represión de Cambiemos”, explicó Vilá.
En esta línea, Gaspar Guardia, integrante de la comisión del Orgullo, agregó que en los últimos años hubo un retroceso muy grande para la comunidad LGTBI con el gobierno de Cambiemos. “Denunciamos públicamente un aumento muy marcado de la violencia social hacia nuestro colectivo avalada por las mismas políticas represivas del Estado”, dijo.
Es por eso que en esta edición los organizadores decidieron sumar un repudio explícito al gobierno encabezado por Mauricio Macri a raíz de las políticas de ajuste en materia económica y la criminalización de la orientación sexual con el caso de Marian Gómez, condenada por besarse en público con su pareja.
“El colectivo de la diversidad sexual no soporta cuatro años más de este gobierno” remarcó Guardia, y señaló que la militancia disidente tendrá muchos desafíos en los años que se vienen.
“Es muy preocupante el avance de los sectores antiderechos, por eso vamos a redoblar la apuesta para evitar más retrocesos. Ahora estamos peleando por la aprobación del Cupo Laboral Trans en el Senado de la provincia, y que la Municipalidad de Rosario abra la convocatoria de este año y cumpla con los 5 puestos que quedaron pendientes del 2016”, explicó.
Colorida
Tal como se vio este sábado, la marcha que viene creciendo año tras año. Según estimaron los organizadores, asistieron unas 15 mil personas. Así, la movilización se va instalando como un evento muy importante para la ciudad, en el cual ya no participan solo los activistas sino que además se suma mucha gente y organizaciones que apoyan el reclamo.
https://youtu.be/e56eV2UK8fE
Lisa y Ariana tienen menos de 20 años. Para ellas, el encuentro “es reivindicar los derechos obtenidos y expresarlos”. Pero en la jornada no todo se redujo a la lucha y la militancia: “Sobre todo es alegría”, dijeron casi al unísono. “Es una fiesta. Hemos avanzado mucho en visibilizarnos, en la libertad de expresión. Me parece que la información mata la ignorancia”, consideraron, tímidas pero con convicción.
Francina es voluntaria de una organización que se encarga del cuidado de personas que sufren HIV, además de hacer test y prevención. Llegó a la plaza con amigos de Venado Tuerto. En su puesto, entre folletos con información, había preservativos gratis para quien quiera.
Para ella, el viejo estigma del HIV, que durante la década del 80 y gran parte de los 90 alimentó prejuicios a partir de la desinformación, “hoy ya no está asociado a la comunidad gay”. “La gente entendió que no es así, hay más apertura de mente”, analizó.
Inti y Claudio llegaron desde la ciudad de Buenos Aires. Mientras degustaban a la hora de la merienda unos panes rellenos con puré de calabaza, Inti contó que marcha desde los 17 años. “Allá por el 2001”, recordó.
“Las cosas que se van combatiendo y conquistando van cambiando. Poco a poco ganamos más derechos, pero falta mucho”, recordó.