Según informó el sitio especializado en espectáculos Variety, Larraín es coguionista del proyecto junto a Guillermo Calderón, con quien ya trabajó en Neruda (2016) y en El Club (2015), película con la que recibió el gran premio del jurado en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
La historia política de Chile no es un tema ajeno al cineasta, quien ya introdujo la temática en films como Post mortem (2010) y No (2012), aunque esta vez se inclinó por un tono de comedia oscura y no por un drama tradicional para profundizar sobre los personajes y en un análisis sobre cómo se construyeron tanto la sociedad chilena contemporánea como la global.
El papel protagónico estará a cargo de Jaime Vadell (Tres tristes tigres), quien encarnará a un Pinochet que, tras más de dos siglos en este mundo que lo encuentran como un envejecido vampiro, decide morir de una vez por todas debido a las dolencias que sufre como consecuencia de su deshonra y sus conflictos familiares.
Vadell estará acompañado en el elenco por Gloria Münchmeyer (La luna en el espejo), Paula Luschinger (La Jauría) y el gran Alfredo Castro (Tony Manero), un habitué de las películas de Larraín.
En declaraciones a la prensa internacional, el director aseguró que él y su equipo están «muy contentos» con el proyecto porque «Netflix es un espacio en el que realizadores que admiro mucho hicieron películas muy valiosas».
«Mediante la comedia negra queremos observar, entender y analizar los eventos que ocurrieron en Chile y en el mundo durante los últimos 50 años. Tenemos total confianza en que haremos un buen trabajo y que sin duda será una aventura este rodaje demandante pero muy inspirador y sentido», agregó el artista.
Por su parte, el vicepresidente de contenidos de Netflix Latinoamérica, Francisco Ramos, aseguró: «Finalmente podemos trabajar con Pablo como director. Participar en su próximo film es realmente un honor para nosotros y seguramente nos traerá enormes satisfacciones».
«Pablo es una de las voces más interesantes y significativas en el cine latinoamericano de las últimas dos décadas, su mirada sobre Chile y la región es esencial para entender nuestro continente. No tengo dudas de que El Conde va a continuar el camino que Pablo ya marcó», concluyó.
El Conde será el décimo largometraje en la carrera de Larraín, que comenzó en 2006 con Fuga y que el año pasado entregó Spencer, con una mirada onírica e íntima de la malograda Lady Di durante el desmoronamiento de su relación familiar con la realeza británica y una aclamada interpretación protagónica de la estadounidense Kristen Stewart.